Buenos Aires (AT) – Los Schnaps suizos son mucho más que bebidas alcohólicas; son una expresión de la rica tradición destilatoria de Suiza, que se remonta a siglos atrás. Estas espirituosas creaciones son testimonio de la dedicación y maestría de los destiladores suizos, que perfeccionaron el arte de destilar a lo largo de generaciones.
Durante siglos, la vida rural suiza se dedicó al arte de convertir ciruelas, manzanas, cerezas, higos, albaricoques y peras, así como papas, castañas y nueces, en destilados de alta graduación. La fruta fermentada sigue siendo parte integral de la vida rural, y el proceso de elaboración se mantiene artesanal hasta el día de hoy.
Los Schnaps se sirven en pequeñas dosis al final de la comida. Son el ingrediente secreto de la fondue, y se dice que un pequeño vaso de aguardiente puede facilitar la digestión de platos ricos en queso. Durante el invierno, bares y restaurantes ofrecen bebidas a base de café enriquecidas con unas gotas de destilado local, a veces acompañadas de nata y trozos de chocolate.
Historia de los Schnaps en Suiza
La destilación en Suiza tiene raíces profundas que se remontan a la Edad Media. Los alquimistas y monjes, conocedores de las artes alquímicas, fueron los pioneros en la destilación de licores en monasterios y abadías. Con el paso del tiempo, la destilación se popularizó y se convirtió en una práctica común en hogares y granjas.
Aunque los Schnaps suizos se asocian con sabores de manzana y pera, la escena destilatoria suiza es diversa. La amplia gama de frutas y hierbas autóctonas se refleja en la variedad de Schnaps disponibles. Desde cerezas jugosas y ciruelas dulces hasta la menta fresca de montaña y el enebro aromático, la paleta de sabores es enorme.
Entre los Schnaps más renombrados se encuentran el “Kirsch”, elaborado a partir de cerezas, y el “Williamsbirne”, destilado de peras Williams. Estas variedades son apreciadas tanto por su pureza como por su complejidad aromática.
La destilación de Schnaps es un proceso artesanal que requiere paciencia y habilidad. Desde la selección de ingredientes frescos hasta la fermentación y, finalmente, la destilación, cada paso es crucial para garantizar la calidad del resultado final.
En Suiza, la destilación de Schnaps se realiza en alambiques de cobre, que contribuyen a la pureza y suavidad del licor. La destilación lenta y cuidadosa es una característica distintiva de los destiladores suizos, quienes reconocen la importancia de extraer los sabores esenciales de los ingredientes sin comprometer la calidad.
El Schnap en la actualidad
Las estadísticas de 2022 publicadas por la Oficina Federal de Aduanas y Seguridad Fronteriza (OFAC), muestran el éxito de la nueva ola de destilados suizos. La producción de whisky casi se ha duplicado y la de ginebra se triplicó en comparación con 2018. Además, la producción de ajenjo suizo, conocido como la “hada verde” y la “musa de los poetas”, experimentó un crecimiento del 35% de 2018 a 2022.
Sin embargo, son principalmente las ginebras los que cautivaron a la nueva generación de destiladores suizos. Pequeñas empresas se distinguen por sus elegantes botellas, nombres excéntricos y etiquetas creativas que resaltan la refinada combinación de ingredientes y sabores.
A pesar de la adaptación del mercado a la modernidad, persisten destilados antiguos en muchas regiones del país, como las aguardientes a base de orujo de uva americana. La denominación grappa solo está permitida en el cantón de Tesino, mientras que en otras partes de Suiza se utiliza marc en las regiones de habla francesa y Weindrusen en las de habla alemana.
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