Buenos Aires (AT) – En un esfuerzo por abordar los desafíos de la migración irregular y proteger la seguridad nacional, Alemania intensificó los controles en sus fronteras durante los últimos 15 meses, lo que resultó en el rechazo de 43.500 personas, según informes del Ministerio del Interior.
Las autoridades destacan que estas medidas han reducido los cruces no autorizados y, al mismo tiempo, han generado debates sobre la cooperación con países vecinos y el impacto en los derechos de los migrantes.
Resultados de los controles: menos cruces y solicitudes de asilo
Desde que se implementaron los controles en octubre de 2023, las cifras indican una disminución del 34% en la migración irregular. Maximilian Kall, portavoz del Ministerio del Interior, señaló que la mayoría de los intentos de entrada no autorizada fueron frustrados. Además, se registró una caída en las solicitudes de asilo, con 110.000 menos en comparación con el año anterior.
Al mismo tiempo, el número de deportaciones creció un 22% durante el mismo período. Estos resultados, según Kall, muestran que las políticas actuales están teniendo un efecto concreto en la gestión de los flujos migratorios. Sin embargo, resaltó que los rechazos en las fronteras no pueden aplicarse de forma indiscriminada, ya que esto podría perjudicar las relaciones con otros países de la región.
Para que una medida tan amplia como la declaración de emergencia en las fronteras sea válida, indicó Kall, debe existir una amenaza real y seria al orden público o a la seguridad nacional, en línea con la normativa de la Unión Europea.
Debate sobre controles permanentes
En el marco de estas políticas, Friedrich Merz, candidato destacado para la cancillería alemana, propuso recientemente establecer controles fronterizos permanentes. Según Merz, estas medidas permitirían un control más estricto sobre la entrada al país, especialmente para quienes no cuentan con la documentación requerida o quienes abusen de las normativas de libre movimiento en la Unión Europea.
La propuesta surge tras un incidente en Aschaffenburg el 22 de enero, donde un solicitante de asilo afgano fue detenido tras un ataque con cuchillo que dejó dos víctimas mortales. Merz enfatizó que estas medidas no solo buscan prevenir crímenes, sino también garantizar que las personas que ingresen al país cumplan con los requisitos legales establecidos.
El candidato añadió que estas restricciones también se aplicarían a personas que, incluso teniendo derecho a protección, no cumplan con las normativas básicas para el ingreso. Este enfoque, sin embargo, desató reacciones divididas entre quienes apoyan medidas estrictas y quienes consideran que podrían violar derechos fundamentales.
Posible extensión de los controles
Los controles fronterizos actuales fueron anunciados en septiembre de 2024 y están programados para mantenerse hasta el 15 de marzo de 2025. No obstante, la ministra del Interior, Nancy Faeser, dejó abierta la posibilidad de extender la medida. Según Faeser, los resultados obtenidos hasta ahora reflejan que los controles han sido efectivos en reducir la migración irregular y abordar riesgos relacionados con el terrorismo.
La implementación de estas medidas en Alemania forma parte de un contexto más amplio en Europa, donde varios países tomaron decisiones similares para reforzar su seguridad. En este escenario, el equilibrio entre proteger las fronteras y mantener la cooperación internacional sigue siendo un desafío clave.
Por último, las autoridades dejaron claro que la continuación de estos controles dependerá de la evolución de las circunstancias, incluyendo posibles amenazas a la seguridad pública y la capacidad del sistema migratorio para gestionar la entrada de personas de forma controlada y ordenada.
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