Buenos Aires (AT) – Tras 70 horas de negociaciones maratonianas, Volkswagen y el sindicato IG Metall alcanzaron un acuerdo que asegura los empleos de los trabajadores en Alemania hasta finales de 2030. Este pacto, calificado como un “milagro navideño” por el sindicato, evita los despidos forzosos y los cierres de plantas, y establece un nuevo marco de recortes económicos que permitirá a la empresa ahorrar EUR 15.000 millones (US$ 15.641 millones) anuales.
El acuerdo incluye tres puntos clave: no habrá despidos por motivos operativos, no se cerrarán plantas en Alemania y se mantendrá el acuerdo salarial vigente. Daniela Cavallo, presidenta del Comité General de Empresa de Volkswagen, destacó: “No se cerrará ningún centro, no se despedirá a nadie y nuestro convenio salarial de empresa estará garantizado a largo plazo. Es una solución sólida en condiciones económicas muy difíciles”.
En paralelo, Volkswagen acordó reducir su plantilla en 35.000 empleados hasta 2030 mediante jubilaciones anticipadas y reducción de jornadas laborales. Estas medidas permitirán ajustar la estructura de costos de manera socialmente aceptable, sin afectar los ingresos mensuales de los trabajadores actuales.
Contexto de la negociación
El sindicato IG Metall enfrentó una de sus negociaciones más desafiantes en los 87 años de historia de la empresa. Las conversaciones se llevaron a cabo en un momento crítico para Volkswagen, que busca recuperar su rentabilidad mientras lidia con una transición hacia los vehículos eléctricos, una competencia creciente desde China y una demanda decreciente en Europa.
Las protestas de más de 100.000 trabajadores, organizadas en dos huelgas de advertencia durante las últimas semanas, fueron determinantes para frenar los planes iniciales de recorte de costos propuestos por el Consejo de Administración, que incluían una reducción salarial inmediata del 10% y posibles despidos masivos.
Thorsten Gröger, negociador del sindicato, subrayó la importancia del acuerdo: “No habrá cierres de fábricas ni despidos. Este acuerdo asegura la viabilidad futura de Volkswagen mientras protege los derechos de los trabajadores”.
Impacto económico y recortes financieros
Para garantizar la estabilidad laboral, Volkswagen implementará ajustes financieros significativos. Esto incluye recortes en bonificaciones y participaciones sobre beneficios, cuya suspensión ayudará a financiar programas de reducción de jornadas laborales y jubilaciones parciales.
El ahorro esperado también provendrá de una disminución en la capacidad de producción anual, que pasará a 734.000 vehículos en Alemania. Este ajuste refleja la caída en las ventas de automóviles en Europa y el cambio hacia modelos eléctricos, cuya adopción ha sido más lenta de lo previsto.
Pese a los ajustes, Oliver Blume, consejero delegado del grupo Volkswagen, señaló que el acuerdo es una “señal importante para la viabilidad futura de la marca” y permitirá a la empresa seguir compitiendo en un mercado global cada vez más desafiante.
Reestructuración de plantas y producción
Aunque las 10 plantas de Volkswagen en Alemania seguirán operativas, habrá reestructuraciones en algunas líneas de producción. En la fábrica de Zwickau, por ejemplo, se cerrará una línea de montaje y la producción de modelos como el Volkswagen ID.3 y el Cupra Born será trasladada a Wolfsburgo.
La planta de Osnabrück entrará en un proceso de reconversión con inversores externos, mientras que las instalaciones de Dresde serán reutilizadas para actividades no relacionadas con la construcción de vehículos. Estas medidas buscan optimizar los recursos existentes sin comprometer la estabilidad laboral de los empleados.
Competencia y transición hacia vehículos eléctricos
La decisión de Volkswagen de recortar costos y ajustarse a una capacidad de producción menor responde en gran medida a la competencia de fabricantes chinos, cuyos modelos son más asequibles, y a la demanda insuficiente de vehículos eléctricos en Europa.
Actualmente, Volkswagen está evaluando trasladar la producción de algunos modelos icónicos, como el Volkswagen Golf, a su planta en Puebla, México, con el objetivo de reducir los costos salariales y mejorar la rentabilidad en mercados clave como Norteamérica.
Proyecciones y desafíos futuros
Aunque el acuerdo representa un respiro para los trabajadores y asegura la continuidad de las operaciones en Alemania, Volkswagen enfrenta desafíos financieros significativos. En 2024, la empresa registró una caída del 30,7% en sus beneficios netos, situándose en 8.917 millones de euros hasta septiembre. Este descenso refleja los mayores costos operativos y las provisiones para reestructuración.
A pesar de ello, el grupo espera entregar alrededor de 9 millones de vehículos en 2024, generando ingresos por ventas estimados en EUR 320.000 millones (US$ 333.680 millones). Sin embargo, el margen operativo se ha reducido al 5,6%, una cifra que pone de manifiesto la necesidad de ajustes adicionales para mantener la competitividad.
Un precedente para la industria
El acuerdo alcanzado entre Volkswagen e IG Metall establece un precedente importante para la industria automotriz. En un contexto de transición hacia vehículos eléctricos y reconfiguración de cadenas de producción globales, el modelo de negociación basado en el diálogo y la protección de los derechos laborales podría servir de referencia para otras empresas en situaciones similares.
Este “milagro navideño” no solo asegura el empleo para miles de trabajadores, sino que también refuerza el compromiso de Volkswagen con una transición justa y sostenible hacia el futuro de la movilidad.
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