Por Fabio Palopoli
Como le sucede a todo deportista de élite ante un evento trascendental, las ilusiones se renuevan. En el caso del seleccionado nacional de Faustball, ésta no era la excepción. “Nuestras expectativas estaban puestas en intentar igualar el mejor ranking histórico de la Argentina en mundiales, o sea, alcanzar el cuarto puesto, obtenido en el mundial de Viena de 2011”, explica Sebastián Vener (29) jugador del Club Alemán de Punta Chica, San Fernando, Provincia de Buenos Aires e integrante del equipo argentino que llevó la celeste y blanca hasta el Mundial 2023 que se celebró en Mannheim, Alemania.
Y si bien la suerte no estuvo esta vez del lado de los chicos del equipo nacional, su experiencia recuerda que el Faustball, más que una tradición es un deporte de alta competición internacional en el cual la Argentina tiene un rol que jugar.
“La semana previa al Mundial, disputamos un torneo contra equipos alemanes para ir entrando en juego y en otro enfrentamos a las selecciones de Alemania y EE.UU. Esos partidos nos ayudaron a afianzarnos e ir teniendo un poco de “roce” previo a la gran competencia”, agrega Sebastián. Pero la suerte no estuvo del lado de un seleccionado nacional que compartió grupo con Austria, Chile y Brasil. Todas selecciones clasificadas en el top 5 del torneo. A la Argentina le tocó, como se dice habitualmente, el grupo de la “muerte”.
La victoria ante Chile en fase de grupos clasificó al equipo nacional a octavos de final, donde venció también al combinado de Australia, llegando así a los cuartos de final. Según nos narra Sebastián: “Al perder en cuartos de final contra la selección de Suiza, el objetivo original se vio frustrado con lo que nuestro nuevo objetivo era mantener el quinto puesto a nivel mundial”.
En el partido por el quinto puesto, la Argentina se enfrentó nuevamente contra Chile. “Un equipo fuerte y con garra, como toda selección sudamericana. El resultado fue favorable para el equipo trasandino, con lo que quedaron pendientes ambos objetivos”, se lamenta Vener. A pesar de ello, poca duda cabe que el resultado nutre no tanto el legado de este deporte sino el futuro del Faustball argentino, que tiene una de sus mejores bazas puertas adentro.
Un deporte que desde Italia trasciende generaciones
En la web de La Federación Argentina de Faustball (FAF) se lee: “El Faustball es familia”. Y este es quizás el mejor resumen para definir la fuerza que mantiene vigente a este deporte en la Argentina a través del tiempo. La pasión se transmite de generación a generación. Es común encontrar familias en donde abuelos, padres y nietos hayan jugado al Faustball, ya sea de manera recreativa o competitiva.
El Faustball es un antiguo deporte nacido en Italia, fue mencionado, por primera vez, en el año 240 d.C. por el emperador romano Gordianus. En su libro Viajes por Italia, Wolfgang von Goethe escribe en el año 1786: “cuatro caballeros de Verona pegaban la pelota con el puño contra cuatro Vicentinos, practicaban este juego entre ellos durante todo el año dos horas antes de anochecer.”
El Faustball se practica especialmente en Europa, Sudamérica, Namibia (África), América del Norte y, desde hace algunos años, también en Japón y la India. Alemania es el actual campeón mundial y el país con más títulos, 13 en total. En nuestra región el máximo exponente es Brasil.
La Federación Argentina de Faustball: 75 años de historia
La FAF fue fundada en 1948. Es una entidad sin fines de lucro cuyo principal objetivo es la difusión del Faustball en la Argentina. La misma se encuentra afiliada a la Confederación Argentina de Deportes (CAD), a la Confederación del Deporte Argentino (CONDEPA), a la Confederación Panamericana de Faustball (PAFA), a la International Fistball Association (IFA) y al Comité Olímpico Argentino (COA).
En la Argentina, es un deporte amateur practicado, no sólo en los clubes alemanes de todo el país y sino también en los colegios, para ello la FAF impulsa, desde 2013, el Programa Argentino de Faustball en las Escuelas (PAFE), un proyecto educativo que pretende acercar al Faustball, a los profesores de educación física, como una nueva herramienta para educar a los estudiantes de diferentes niveles.
En palabras del presidente de la FAF, Jorge Vener: “La situación actual de nuestro deporte es favorable, clubes como Rosario, Sol de Funes y Punta Chica, vienen trabajando intensivamente en sus categorías menores participando en torneos Nacionales e Internacionales y en los últimos dos años se consiguieron varios podios”.
“Nuestro objetivo principal es, sin duda, que los clubes sigan trabajando en las categorías menores. Este año quedan por jugarse un Sudamericano de clubes y de selecciones en la ciudad de Rosario en el mes de octubre y un Sudamericano de Selecciones Mayores en Chile en el mes de noviembre”, concluye el presidente de la FAF y, como dice la canción, “se vuelve a ilusionar”.
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