viernes, 13 de diciembre de 2024

Buenos Aires / Berlín / Fráncfort – Dependiendo de la política económica del próximo Gobierno alemán, el Instituto de Investigación Económica – Ifo prevé un crecimiento económico del 0,4 % o el 1,1 % el año próximo, mientras que el Instituto de Kiel para la Economía Mundial (IfW Kiel, por sus siglas en Inglés) vaticina un estancamiento para 2025. “De momento, aún no está claro si la actual fase de estancamiento es una debilidad temporal o un cambio permanente y, por tanto, doloroso de la economía”, declaró el jefe de investigación económica del Ifo, Timo Wollmershäuser.

En el escenario más optimista, según Wollmerhäuser, “una política económica más fiable” ayudará a la industria a ampliar de nuevo sus capacidades de producción, invertir más y recortar menos puestos de trabajo. En este contexto, detalló, los incentivos laborales también mejorarían, trabajaría más gente en general y los empleados trabajarían más, lo que a su vez reforzaría el consumo privado y llevaría a una menor tasa de ahorro.

Wollmershäuser explicó que, en los últimos tiempos, las exportaciones alemanas se han desvinculado cada vez más del desarrollo económico mundial, por lo que la industria alemana ha perdido competitividad de manera notable. “El factor decisivo será si la economía alemana, orientada a la exportación, puede volver a beneficiarse del crecimiento de otros países”, dijo Wollmershäuser. El Instituto Ifo prevé para 2025 y 2026 un crecimiento del 1,2 % en la eurozona, del 2,5 % en Estados Unidos y de algo más del 4 % en China.

En el escenario más pesimista, por el contrario, el Ifo observa una progresiva desindustrialización, con el traslado de la producción y las inversiones al extranjero. Debido al desplazamiento estructural de la industria hacia los servicios, el crecimiento de la productividad seguirá siendo débil y cabe esperar un aumento temporal del desempleo.

La lenta recuperación del consumo privado y de la industria de la construcción daría un ligero impulso al crecimiento en ese escenario. Según Wollmershäuser, la mala situación de los pedidos pesa sobre la coyuntura de la economía alemana. Agregó que sin embargo que el poder adquisitivo ya ha repuntado. En la estimación del Ifo es probable que la inflación descienda en Alemania al 2,3 % el año próximo y al 2,0 % en 2026.

Una de cal y de otra de arena

Por su parte, el Instituto de Kiel para la Economía Mundial (IfW Kiel) volvió a rebajar sus previsiones para la economía alemana. Según el IfW, es probable que el producto interior bruto (PIB) se contraiga un 0,2 % este año y se estanque el próximo. “La recesión ha llegado también al mercado laboral, con una tasa de desempleo que podría aumentar hasta el 6,3 %”, estimó el IfW. En el año en curso se sitúa en el 6,0 %.

Las principales razones de la revisión a la baja son los aranceles estadounidenses previstos y el agravamiento de la crisis de la industria alemana. En opinión de Stefan Kooths, jefe de Investigación Económica del IfW, la economía alemana “se debate entre enormes debilidades de localización que apenas permiten un impulso al alza”.

La utilización de la capacidad instalada está ahora 5 puntos porcentuales por debajo de los mínimos de las fases normales de recesión. El IfW acotó sin embargo: “Con las elecciones anticipadas, existe la posibilidad de que el periodo de elevada incertidumbre en materia de política económica se acorte más de medio año”, escribieron los investigadores económicos.

Por estas razones, el IfW solo espera un débil impulso del consumo privado. La inversión en construcción seguirá cayendo en 2024 y 2025, según sus previsiones. La tasa de inflación se situará probablemente en el 2,2 % este año y el próximo. “A reserva de un reajuste de la política fiscal por parte de un nuevo Gobierno alemán, se estima que el déficit de las administraciones públicas en 2025 y 2026 será superior en unos 5.000 y 20.000 millones de euros a lo previsto en otoño”, informó el instituto.

En Alemania, tras la salida del Partido Liberal (FDP) de la coalición de Gobierno que integraba junto con socialdemócratas y verdes, habrá elecciones anticipadas, probablemente el 23 de febrero.

(AT / dpa)

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