Un cartel escrito a mano en una tienda de Flensburg generó una ola de indignación en la ciudad y el país. El aviso decía: “¡Los judíos no son bienvenidos aquí! Nada personal. No es antisemitismo. Simplemente, no los soporto”. El mensaje, colocado en la tienda de Hans Velten Reisch, un comerciante de 60 años, despertó reacciones inmediatas entre autoridades, políticos y usuarios en redes sociales. La Policía retiró el cartel del escaparate para evitar riesgos, aunque la nota ahora se exhibe en una pared frente a la entrada del local.
El hecho desembocó en fuertes críticas y llamados al boicot. Usuarios en redes sociales expresaron consternación y compararon la situación con episodios de la Alemania nazi. En algunos comentarios se alentó incluso a acciones violentas contra la tienda. La mañana siguiente, el escaparate ya mostraba lemas como “Fuera nazis”.
Reacciones políticas y municipales
El Ayuntamiento de Flensburg intervino de inmediato. El alcalde Fabian Geyer declaró que el cartel recuerda los capítulos más oscuros de la historia alemana y no tiene lugar en la ciudad. Para él, no se trataba de una opinión, sino de una declaración explícita contra los judíos.

Los partidos Verdes y SPD también se pronunciaron. Los Verdes calificaron el aviso como “una clara expresión de antisemitismo que se burla de la historia y ataca los fundamentos de una sociedad abierta”. Kianusch Stender, del SPD, agregó que Flensburg es una ciudad abierta y colorida, con el deber histórico de rechazar el antisemitismo en cualquier circunstancia. La exalcaldesa Simone Lange informó que denunció el incidente personalmente ante la Policía.
A nivel federal, Felix Klein, comisario del Gobierno alemán para la Vida Judía y la Lucha contra el Antisemitismo, sostuvo que se trata de un caso muy claro de antisemitismo y que no debe tolerarse. La ministra de Educación, Karin Prien, agregó que quien justifica el antisemitismo va en contra de los principios de la convivencia democrática. Incluso Rasmus Andresen, eurodiputado de los Verdes, hizo un llamado para que la Unión Europea garantice protección contra cualquier forma de discriminación.
El comerciante y sus motivos
Hans Velten Reisch dirige desde 2016 una tienda de literatura técnica en la calle Duburger de Flensburg. Reisch negó ser nazi y describió su postura como “un poco a la izquierda, un poco a la derecha, pero no radical”. Según explicó, su decisión de colocar el cartel surgió de su rechazo hacia clientes que apoyan la guerra de Israel. Subrayó que no tiene nada contra los judíos que se desmarcan de la violencia y que ellos también son bienvenidos en su tienda.

En declaraciones a medios locales, Reisch criticó la política contemporánea y el uso del lenguaje, calificando como excesivo el etiquetar a personas de racistas o nazis con facilidad. Admitió sentirse sorprendido por la repercusión de su mensaje, que originalmente buscaba dirigirse solo a su entorno cercano.
Investigación y contexto histórico
La Fiscalía de Flensburg analiza al menos cuatro denuncias contra Reisch, que incluyen la acusación de incitación al odio. Los incidentes antisemitas recientes en Alemania preocupan a la opinión pública. Robert Habeck, vicecanciller y ministro de Economía, alertó que los ataques a judíos recibirán respuestas firmes del Estado.
El antisemitismo en Alemania no es nuevo y se apoya en ideas que datan del siglo XIX, basadas en prejuicios raciales y teorías conspirativas sobre el control judío de gobiernos y finanzas. Encuestas históricas muestran que un porcentaje de alemanes mantuvo simpatías por la extrema derecha incluso después de la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad, partidos como Alternative für Deutschland (AfD) incluyen posturas antisemitas en su discurso, lo que genera tensiones políticas internas y vigilancia por parte de las autoridades.

El antisemitismo no se limita a Alemania. La Anti-Defamation League encuestó seis países de Europa Occidental en 2024. España presentó un 26 % de la población con actitudes antisemitas, Bélgica 24 %, Francia 17 %, Alemania 12 %, Reino Unido 10 % y Países Bajos 6 %. Las creencias se basan en la idea de que los judíos son más leales a Israel que a sus países y que influyen en minorías e inmigrantes para debilitar a Europa.
El temor a manifestaciones de identidad judía es visible, desde no usar la kipá hasta casos de violencia como el ataque a la sinagoga de Halle en 2019. Los incidentes recientes, vinculados con el conflicto en Gaza, reflejan dinámicas históricas y sociales de larga data. Expertos advierten que si estas tensiones persisten, podrían traducirse en mayor antisemitismo en la sociedad alemana, con efectos en elecciones y en la vida cotidiana.



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