Buenos Aires (AT) – La competencia global por el liderazgo en el campo del hidrógeno verde está en pleno desarrollo, y aunque Suiza ha reconocido su importancia, otros países han tomado la delantera tanto en términos de inversión como de estrategias políticas.
Japón fue el primero en formular una estrategia nacional para el hidrógeno en 2017, Su objetivo es reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 46 % para 2030 y lograr la neutralidad en carbono para 2050, apostando por el hidrógeno. China, India y Estados Unidos han seguido el camino japonés anunciando planes detallados para invertir grandes sumas de dinero en la industria emergente del hidrógeno renovable.
China ha dado inicio a la construcción de un ambicioso proyecto de hidrógeno verde, respaldado por fuentes de energía eólica y solar, en la región de Ordos, Mongolia. Este proyecto tiene como meta alcanzar una capacidad de producción anual de 30,000 toneladas de hidrógeno verde, haciendo uso de electrolizadores con una capacidad total de 390 megavatios. Se estima que la inversión necesaria para llevar a cabo este proyecto asciende a alrededor de 828 millones de dólares.
El gobierno de la India formalmente aprobó, en enero de 2023, la Misión Nacional de Hidrógeno Verde. Este programa tiene como objetivo principal posicionar a la India como un destacado centro global para la producción de hidrógeno verde. Con miras a 2030, se ha establecido la meta de desarrollar una capacidad de producción de al menos 5 millones de toneladas métricas de hidrógeno verde al año. Para lograr este propósito, se planea agregar una capacidad adicional de aproximadamente 125 gigavatios de energía renovable en todo el país.
Si bien en Estados Unidos la energía eólica sigue siendo la mayor fuente de energía renovable utilizada (en 2022 superó por primera vez a la hidroelectricidad, la segunda mayor fuente renovable). La Casa Blanca anunció, a mediados del mes de octubre pasado, un proyecto de inversión de 7.000 millones de dólares en la creación de siete plantas para la producción de hidrógeno verde en el país. Hoy en día, el sector del hidrógeno verde en Estados Unidos es muy débil, por lo que las subvenciones del proyecto de la administración Biden buscan potenciar esa industria.
Corea del Sur también está apostando fuertemente por el hidrógeno y ya cuenta con la infraestructura necesaria para el hidrógeno gris. El hidrógeno gris se obtiene mediante el reformado de combustibles fósiles, siendo el gas natural el más común. Es el hidrógeno más barato de producir por el momento, y el proceso emite una gran cantidad de dióxido de carbono a la atmósfera. También es el tipo de hidrógeno que más se utiliza actualmente. Una vez que dispongan de suficiente hidrógeno renovable, el país podrá descarbonizar su economía rápidamente.
La Unión Europea y varios de sus Estados miembros también están tomando medidas significativas en este ámbito. La hoja de ruta presentada por Bruselas en 2020 establece el objetivo de multiplicar por diez la producción de hidrógeno renovable, alcanzando las 10 millones de toneladas para 2030, así como la importación de otras 10 millones de toneladas desde fuera de las fronteras comunitarias. Alemania e Italia, por su parte, han destinado miles de millones de euros a proyectos relacionados con el hidrógeno.
Suiza sin una estrategia sólida
Si bien el Gobierno suizo reconoce la importancia del hidrógeno renovable para lograr su objetivo de cero emisiones netas para 2050, aún no ha establecido una visión clara y detallada al respecto. No se conoce la procedencia ni la cantidad de hidrógeno que se espera utilizar.
Este enfoque ha sido objeto de críticas por parte de la Conferencia de Directores Cantonales de Energía, que insta al Gobierno suizo a tomar medidas y no quedarse rezagado mientras sus vecinos de la Unión Europea avanzan en este campo.
Expertos y líderes de la industria también han resaltado la necesidad de definir una estrategia clara y establecer las bases necesarias para aprovechar las oportunidades que ofrece el hidrógeno en el futuro abastecimiento energético. La falta de una estrategia clara dificulta la seguridad de inversión y obstaculiza la expansión del sector en Suiza.
Aunque Suiza reconoce la importancia del hidrógeno renovable, se encuentra rezagada en comparación con otros países que han establecido estrategias claras y han realizado inversiones significativas en este campo. Es necesario que Suiza defina rápidamente una estrategia clara para aprovechar las oportunidades que ofrece el hidrógeno como fuente de energía sostenible.
El Departamento Federal del Medio Ambiente, Transportes, Energía y comunicación – DATEC (Eidgenössisches Departement für Umwelt, Verkehr, Energie und Kommunikation) ha anunciado que en el segundo semestre de 2024 presentará una estrategia nacional de hidrógeno. Esta estrategia tiene como objetivo examinar las condiciones necesarias para la creación de un mercado del hidrógeno en Suiza y garantizar la conexión del país a la futura red europea de hidrógeno, según el DATEC. Se espera que esto proporcione seguridad a los inversores y a las empresas energéticas y cree las condiciones para la importación de hidrógeno.
Suiza: los riesgos de quedar fuera del proyecto europeo
Existe la preocupación de que la futura red europea de hidrógeno pueda eludir a Suiza. Unas 30 empresas de gasoductos de la Unión Europea están estudiando la creación de una red de transporte de hidrógeno en el continente, que se establecerá en 2040. Esta iniciativa se basa en gran medida en la infraestructura de gas natural existente y tiene como objetivo conectar el norte de África con Alemania a través de Italia y Austria. Matthias Sulzer, experto en energía y coautor de un estudio sobre el futuro energético de Suiza, advierte que existe el riesgo de que Suiza sea excluida de esta red.
Transitgas, la empresa que opera el gasoducto clave en Suiza para el tránsito norte-sur de metano, expresó su interés en unirse a esta iniciativa europea para fortalecer la posición de Suiza, según su director, Ennio Sinigaglia.
Sin embargo, debido al estancamiento en las relaciones entre la Confederación y la Unión Europea después de que Suiza se retirara de las negociaciones sobre el acuerdo institucional, la participación de Suiza en el mercado europeo del hidrógeno no es algo seguro. Suiza ya enfrenta dificultades en el sector eléctrico, ya que aún no se ha alcanzado ningún acuerdo con Bruselas.
Suiza actualmente está excluida del mercado interior de la energía de la Unión Europea y corre el riesgo de perder también la oportunidad de participar en el desarrollo del mercado del hidrógeno, según Alessandra Motz, especialista de la universidad suiza de Lugano.
Mientras se esperan acontecimientos y posibles negociaciones, es importante estar atentos a lo que ocurre en el mundo del hidrógeno y seguir invirtiendo en investigación e innovación, enfatiza Motz.
El hidrógeno verde en la Argentina: un ambicioso plan de futuro
El plan estratégico de Argentina se enfoca en expandir las capacidades de producción de una amplia gama de tipos de hidrógeno, incluyendo el H2 verde (producido a partir de electrólisis de agua con energías renovables), H2 azul (producido a partir de gas natural con captura de emisiones) y H2 rosa (producido con energía nuclear). El objetivo principal es aprovechar el potencial del país en energías renovables y nucleares para posicionarse en la cadena de valor mundial del hidrógeno, especialmente a través de ventajas competitivas en términos de precio.
A partir de 2030, se estima que el costo de producción de hidrógeno azul será de alrededor de 1,1 US$/kg, según lo establecido en el plan estratégico. Por otro lado, el hidrógeno proveniente de fuentes renovables tendría un costo inicial entre 2,8 y 6,4 US$/kg.
Flavia Royón, secretaria de Estado de Energía, destacó las características geográficas, industriales y científicas de Argentina como elementos clave que posicionan al país de manera privilegiada como proveedor global de estas nuevas fuentes de energía.
Como parte del plan estratégico, se planea ampliar los centros de producción en las provincias de Buenos Aires, Tierra del Fuego, Salta-Jujuy y Mendoza-San Juan. Además, se construirán o ampliarán entre dos y cinco nuevos puertos para facilitar la exportación e importación de hidrógeno.
Las inversiones necesarias para la implementación de este plan se calculan en alrededor de US$ 90.000 millones. Es importante destacar que el Gobierno argentino ha presentado este plan estratégico poco después de que el Gobierno alemán actualizara su propia estrategia nacional de hidrógeno, con el objetivo de construir capacidad de electrólisis de diez gigavatios para cubrir hasta el 50% de las necesidades de hidrógeno de Alemania para 2030.
El plan estratégico de Argentina busca expandir la producción de diversos tipos de hidrógeno, aprovechando su potencial en energías renovables y nucleares. El objetivo es convertirse en un proveedor global de hidrógeno y generar ventajas competitivas en términos de precio. El plan incluye la ampliación de centros de producción y la construcción de nuevos puertos, con una inversión estimada de US$ 90.000 millones.
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