Buenos Aires / Wolfsburg – El gigante automovilístico Volkswagen tiene la intención de cerrar al menos tres plantas en Alemania y recortar decenas de miles de puestos de trabajo, comunicó hoy la líder del comité de empresa, Daniela Cavallo, a los empleados. Poco después del anuncio, altos ejecutivos de la compañía salieron a defender planes de recortes para poder mantener la competitividad del mayor fabricante de automóviles de Europa.
Todas las demás plantas del grupo automotor en Alemania se reducirán en virtud del plan de la dirección, continuó Cavallo en una reunión en Wolfsburgo, donde Volkswagen tiene su sede. Según la máxima representante de los empleados de Volkswagen, la dirección también prevé una reducción salarial general. Cavallo y dirigentes sindicales de Volkswagen prometieron una férrea resistencia a los recortes. En respuesta, los ejecutivos de Volkswagen argumentaron que los elevados costes de las plantas alemanas hacen necesarios fuertes recortes, pero no comentaron directamente las informaciones sobre el cierre de plantas.
“No podemos seguir como antes”, señaló Thomas Schäfer, el máximo directivo de la marca Volkswagen, en un comunicado. “No somos lo suficientemente productivos en nuestras plantas alemanas y nuestros costes de fábrica son actualmente entre un 25 y un 50 % más altos de lo que habíamos previsto. Esto significa que las fábricas alemanas son el doble de caras que las de la competencia“, explicó. Schäfer y otros ejecutivos de Volkswagen, sin embargo, no dieron detalles sobre qué recortes son necesarios ni comentaron los anuncios de Cavallo.
Cavallo, que ocupa el cargo de presidenta de los Comités de Empresa Europeos y Mundiales del Grupo Volkswagen y por tanto es representante de la plantilla en el máximo órgano de dirección del grupo, lanzó una advertencia durante sus declaraciones. “Solo puedo advertir a todos los miembros del Consejo de Administración y a todos los altos cargos de la empresa: no se metan con nosotros, con la plantilla de Volkswagen”, dijo entre aplausos.
“Una puñalada al corazón”
El sindicato IG Metall, que representa a la mayoría de los trabajadores de las plantas de Volkswagen en Alemania, también prometió oponerse a cualquier cierre de plantas. “Esto es una puñalada en el corazón de los trabajadores de Volkswagen”, indicó Thorsten Gröger, responsable de IG Metall en el estado de Baja Sajonia, donde Volkswagen tiene su sede. “Queremos asegurar los emplazamientos, la utilización de la capacidad y el empleo a largo plazo. Si la dirección quiere anunciar el fin de Alemania, deberá afrontar una resistencia que ni se imagina”, agregó.
“Sin medidas integrales para recuperar la competitividad, no podremos permitirnos inversiones significativas en el futuro”, dijo, por su parte, Gunnar Kilian, director de Recursos Humanos de Volkswagen, en un comunicado. Schäfer afirmó que el objetivo de Volkswagen sigue siendo aumentar la rentabilidad de las ventas hasta el 6,5 % en 2026, lo que, en su opinión, es la única forma de financiar las necesarias inversiones futuras.
Cavallo volvió a pedir a los ejecutivos de Volkswagen que presenten una perspectiva global para la marca principal del grupo y no solo medidas individuales de reducción de costes. “Con nosotros no habrá tácticas del salami (“Divide y vencerás”). No habrá soluciones parciales ni compromisos vagos. Buscamos un paquete global para las tres áreas. Cualquier otra cosa no funcionará con nosotros”, dijo.
Un riesgo de cierre que no deja de crecer
La planta de Volkswagen en Osnabrück, que recientemente perdió un esperado pedido de Porsche, corre especial riesgo de cierre, según el comité de empresa. Porsche es asimismo una filial del Grupo Volkswagen, que también posee las marcas Audi, Škoda y Seat, entre otras, además de la marca principal Volkswagen.
Cavallo precisó que el comité de empresa cree que decenas de miles de puestos de trabajo están en peligro y que se cerrarán departamentos enteros o se trasladarán al extranjero. “Todas las plantas alemanas de Volkswagen están afectadas por estos planes. Ninguna de ellas está a salvo”, subrayó Cavallo.
La automotriz emplea a unas 120.000 personas en Alemania, aproximadamente la mitad de ellas en Wolfsburgo, donde se halla la sede central y la planta principal de la marca. La marca Volkswagen opera un total de diez plantas en Alemania, seis de ellas en Baja Sajonia, tres en Sajonia y una en Hesse, en el oeste, el este y el centro del país, respectivamente.
En septiembre, Volkswagen anuló el régimen de seguridad en el empleo vigente desde hacía más de 30 años. Los despidos serían posibles a partir de mediados de 2025. Volkswagen nunca ha cerrado una planta en ningún lugar del mundo desde hace más de tres décadas.
El anuncio de septiembre fue una noticia importante en toda Alemania, donde se ha visto como una señal preocupante para la economía del país en su conjunto. Poco después del anuncio del comité de empresa, el Gobierno alemán instó a Volkswagen a proteger los puestos de trabajo. Un portavoz indicó que la posición del canciller, Olaf Scholz, es clara: “Que las posibles decisiones equivocadas de la dirección en el pasado no se tomen a costa de los empleados“.
El miércoles, el grupo y el sindicato IG Metall celebrarán su segunda ronda de negociaciones sobre el convenio salarial interno. En la primera ronda, en septiembre, Volkswagen rechazó las demandas de IG Metall de un aumento del 7 % e insistió en ahorrar. Pero Cavallo señaló hoy que exige ahora un recorte de sueldos del 10 % y ningún otro aumento salarial para los próximos dos años.
Frank Johannsen, dpa
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