Buenos Aires (AT) – Comprar de segunda mano o usado ya no está mal visto, está de moda. En todo el mundo, también en Argentina, se revaloriza la ropa usada y de segunda mano. Sobre todo las generaciones más jóvenes se alejan cada vez más de la Fast Fashion (un método de diseño, fabricación y comercialización centrado en la producción rápida de grandes cantidades de ropa) en favor de la reutilización y el reciclaje de prendas. No sólo porque fomenta la sustentabilidad, sino también porque ahorra mucho dinero. Enfrascada en su nueva crisis económica, la Argentina es un ejemplo de esta tendencia. Sin embargo, la industria del second hand es también cada vez más un negocio que vive en todo el mundo de la demanda de una nueva generación de consumidores. Aquí el mejor ejemplo es Alemania, donde la industria del usado hoy genera 3.500 millones de euros por año, tendencia en alza.
La llamada moda circular crece entonces a nivel mundial con un propósito sustentable y ambientalista. En la Argentina, el fuerte aumento de precios que sufrió el sector de la indumentaria y el calzado en los últimos tres años llevó a que cada vez más personas se volcaran a esta modalidad de consumo. Desde mayo de 2020, el precio promedio de la ropa y calzado se multiplicó por siete, mientras que los salarios subieron sólo cuatro veces, según el INDEC.
La segunda industria más contaminante
“Que la moda sea accesible y sostenible para todos” es una premisa representativa de este movimiento indican sus seguidores. Cada vez más personas son conscientes del impacto ambiental de la industria de la indumentaria y buscan formas de minimizar su huella ecológica. Cabe recordar que Lla industria textil es, después de la petrolera, la segunda más contaminante del planeta. Según datos de la ONU, los procesos de teñido contaminan el 20% del agua limpia del mundo. Cada año, el sector de la moda produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y envíos marítimos internacionales juntos.
Alemania, a la cabeza del mercado
La circularidad de las prendas es un fenómeno que se da a nivel internacional y ya está consolidado en Europa y los Estados Unidos. Especialmente en Alemania el mercado de ropa usada es muy popular. La consultora alemana PwC parte de la base de que “el volumen del mercado de la moda de segunda mano en Alemania pasará de unos 3.500 millones de euros en 2022 a entre 5.000 y 6.000 millones de euros en 2025”. Esto sitúa a Alemania muy por delante de la media mundial. Según el Informe sobre Moda de Segunda Mano del año 2022, elaborado por Momox Fashion, el 84% de los encuestados en Alemania optaron últimamente más seguido por una prenda de segunda mano en lugar de una nueva. Más de la mitad (53%) de los encuestados calculan que hasta el 20 % de su armario está formado por ropa de segunda mano.
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