Buenos Aires (AT) – Cada primavera, Alemania se llena de entusiasmo por el espárrago blanco, conocido como Spargel, una verdura que ocupa un lugar especial en la cultura gastronómica del país. Considerado por muchos como la “reina de las verduras”, este producto de temporada se convierte en el protagonista de menús, festivales y reuniones familiares.
En una entrevista con AFAR, Lorraine Haist, escritora gastronómica en Berlín, reconoce la importancia del espárrago blanco en la cocina alemana. “Crecí en el sur de Alemania, una región donde el Spargel es parte de la identidad culinaria. Me recuerda a la primavera, a momentos con mi familia y, sobre todo, a la vinagreta que acompaña los platos”, comentó al medio.
El espárrago blanco, a diferencia del verde, se cultiva sin exposición a la luz solar, lo que evita la producción de clorofila y mantiene su color característico. Esta técnica de cultivo se hace desde la época barroca, cuando solo la nobleza podía permitirse este manjar. Aunque hoy en día está disponible para una audiencia más amplia, su recolección limitada, de abril a junio, lo convierte en un producto muy esperado cada año.
Los festivales del espárrago

En Alemania, la llegada del Spargel no solo se celebra en los hogares y restaurantes, sino también en grandes festivales organizados en distintas regiones. En estados como Baden-Württemberg, Baviera y Baja Sajonia, los Spargelfests reúnen a miles de visitantes que buscan disfrutar de la gastronomía y conocer más sobre el cultivo de esta verdura.
Estos eventos incluyen degustaciones, ferias agrícolas y concursos de pelado de espárragos. También hay espectáculos musicales con artistas locales y desfiles temáticos. Un elemento central de los festivales es la elección de la Reina del Espárrago, quien representa la tradición de su localidad y participa en diversas actividades promocionales.
Dos de los festivales más reconocidos se celebran en Beelitz y Schwetzingen. En Beelitz, la tradición comenzó en 1934 como un homenaje a los trabajadores que cultivaban los campos en los años 20. Con la Segunda Guerra Mundial y el régimen comunista, el cultivo de espárragos fue prohibido por considerarse innecesario. No fue hasta la década de 1990 que la Asociación del Espárrago de Beelitz recuperó la celebración.

Schwetzingen, por su parte, organizó su primer festival en 1904. Tras una pausa, la Oficina de Turismo de la ciudad decidió relanzarlo en 1926, con el objetivo de convertir al Spargel en un emblema local junto con el Palacio de Schwetzingen. “Queríamos consolidar la identidad de la ciudad a través del espárrago, involucrando a la comunidad y destacando nuestro patrimonio”, explicó a AFAR Stephan Bauer, encargado de turismo en la región.
Eventos imperdibles para los amantes del Spargel
Beelitz 30 de mayo – 1 de junio de 2025
A una hora de Berlín
Este festival atrae a más de 50.000 visitantes cada año y es uno de los más importantes de Brandeburgo. La entrada es gratuita y hay diversas actividades, desde juegos mecánicos hasta conciertos y desfiles. La Reina del Espárrago tiene una presencia destacada en la celebración.
Schwetzingen 3 de mayo de 2025
La “Capital del Espárrago”
Schwetzingen se enorgullece de su larga historia con el Spargel. Además del festival, la ciudad cuenta con esculturas temáticas, como la famosa Spargelfrau, y organiza la Spargellauf, una carrera en honor a esta verdura.
Berlín – Festival Primavera 10 de mayo de 2025
Berlín
En el centro de la capital alemana, este festival combina gastronomía, entretenimiento y actividades familiares. Hay puestos de comida con platos tradicionales, así como talleres de manualidades y música en vivo. La Reina del Espárrago también forma parte de la celebración.
La historia de los festivales del espárrago

El festival del espárrago en Alemania tiene una rica historia que se remonta a principios del siglo XX. En ciudades como Beelitz y Schwetzingen, estos eventos nacieron como una manera de honrar tanto el cultivo de espárragos como a las personas que trabajaban en los campos. En Beelitz, el festival comenzó en 1934 como un homenaje a los agricultores locales.
Por su parte, Schwetzingen organizó su primer festival en 1904, con una pausa durante las dos guerras mundiales, pero retomó el evento en 1926 con el objetivo de consolidar la identidad local a través de la promoción del espárrago, un producto que ha sido fundamental en la economía y cultura de la región.
Hacé tu comentario