Buenos Aires (AT) – Las mujeres jóvenes en Suiza tienen ahora más probabilidades que sus homólogos masculinos de tener un título de tercer nivel, según la Oficina Federal de Estadística (OFS). En el grupo de edad de 25 a 34 años, la proporción de mujeres (53%) con una cualificación de tercer nivel supera ahora a la de los hombres (50%), informó la OFS.
Aunque el nivel general de educación muestra un aumento considerable desde el año 2000, el incremento resulta mayor para las mujeres que para los hombres, según señaló la OFS en una publicación que se centra en varios aspectos de la igualdad de género.
Mientras tanto, para casi la mitad de las parejas con hijos menores de cuatro años, el modelo ideal es el de dos padres trabajando a tiempo parcial, según la OFS. Sin embargo, en la realidad, solo el 13% de las parejas comparten el trabajo remunerado según este modelo.
Y en cuanto a las habilidades digitales, los hombres demuestran estar más avanzados que las mujeres, según los datos. Por ejemplo, el 51% de los hombres son capaces de modificar la configuración de una aplicación, software o dispositivo, en comparación con el 40% de las mujeres. Los hombres también utilizan Internet un poco más a seguido (93% diariamente en comparación con el 90%).
La igualdad de género en Suiza
Suiza fue uno de los últimos países europeos en otorgar el derecho al voto a las mujeres, arraigado en valores tradicionales y su sistema político. Sin embargo, hoy en día está viviendo cambios notables en los derechos de las mujeres. Nuevas leyes y un creciente impulso social hacia la igualdad de género facilitaron avances.
Las mujeres suizas ganaron el derecho al voto en las elecciones federales el 7 de febrero de 1971, casi ochenta años después de que las mujeres en Nueva Zelanda lo hicieran, 53 años después de Alemania y 27 años después de Francia. Esta larga lucha se atribuye en gran medida al sistema de democracia directa suizo, donde los votantes masculinos tenían la decisión de reconocer o no a las mujeres como ciudadanas con plenos derechos y otorgarles el derecho al voto.
Sin embargo, el derecho al voto fue solo el primer paso en el largo camino hacia la igualdad de género en Suiza. Pasaron muchos años antes de que se derogaran otras leyes discriminatorias basadas en el género. Por ejemplo, la igualdad de género en el matrimonio se estableció oficialmente en 1985 después de un referéndum que abolió la autoridad legal del esposo.
Antes de eso, los esposos podían impedir que sus esposas trabajaran o abrieran una cuenta bancaria. Además, hasta 1992, las mujeres suizas perdían su nacionalidad al casarse con un extranjero. La violencia doméstica tampoco fue criminalizada hasta la década de 1990.
A pesar de este progreso, Suiza ocupa el puesto 18 en el Informe Global sobre la Brecha de Género 2020. Actualmente, las mujeres ganan un 19% menos que los hombres. Sin embargo, la Ley Federal Suiza de Igualdad de Género de 2020 busca abordar exige que las empresas culpables de discriminación salarial basada en el género reembolsen la diferencia salarial.
Aunque la igualdad entre hombres y mujeres está establecida en papel, la realidad muestra una sociedad tradicional con roles de género definidos y valores patriarcales. Otro ejemplo: las mujeres dedican mucho más tiempo a trabajos no remunerados de cuidado y tareas domésticas que los hombres. La huelga de 2019, donde medio millón de personas se declararon en huelga por las desigualdades de género, subraya la persistencia de estas desigualdades y la necesidad continua de acción.
En cuanto a las mujeres migrantes en Suiza, aunque suelen tener una sólida formación educativa y profesional, enfrentan barreras en el mercado laboral. A pesar de tener niveles de educación y habilidades laborales comparables e incluso superiores a los de las mujeres suizas y los hombres migrantes, su tasa de empleo es más baja. Esto sugiere la presencia de barreras sistémicas que limitan su participación y progreso en el mercado laboral suizo.
(swissinfo)
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