Adidas presentó este miércoles las camisetas de 22 selecciones nacionales que se usarán en el Mundial de fútbol de 2026, a disputarse en Estados Unidos, Canadá y México. Entre ellas está la de Argentina, y también la de Alemania, con una particularidad: será la última de la marca de las tres tiras para la Manschaft, ya que la Federación Alemana de Fútbol (DFB) se irá a Nike después de 70 años de relación.
La noticia cayó como una bomba en Alemania. En 2024, la DFB anunció que, a partir de 2027, la selección nacional será vestida por Nike, dejando atrás siete décadas de relación con Adidas. El cambio marca el fin de una era que trascendió lo deportivo: las tres tiras se habían convertido en un símbolo del orgullo alemán, tan reconocible como el escudo del equipo o los títulos mundiales.
El contrato con la empresa estadounidense, valuado en alrededor de EUR 100 millones anuales, duplica lo que pagaba Adidas, pero la reacción en Alemania fue de indignación más que de entusiasmo. Para muchos, el acuerdo representa una pérdida de identidad, una renuncia a una parte esencial de la cultura futbolera del país.
La ruptura de un símbolo nacional
Desde 1954, Adidas acompañó a la “Mannschaft” en todos sus momentos de gloria: cuatro títulos mundiales, tres Eurocopas y una infinidad de gestas deportivas. Por eso, el anuncio del cambio generó estupor. “No me puedo imaginar la camiseta alemana sin las tres rayas”, expresó el vicecanciller y ministro de Economía, Robert Habeck, en declaraciones a la prensa local.

Las críticas no se limitaron al gobierno. El primer ministro de Baviera, Markus Söder, acusó a la federación de abandonar un símbolo nacional por razones comerciales. En una encuesta del diario Bild en la que participaron más de 400.000 personas, el 85% se manifestó en contra del contrato con Nike.
En respuesta, la DFB publicó un comunicado en su cuenta oficial de X en el que reconoció el valor simbólico de la alianza perdida, pero insistió en que la decisión “fue autónoma y orientada al futuro del fútbol alemán”.
Una historia de competencia feroz
El enfrentamiento entre Nike y Adidas no es nuevo. En 2008, la Federación Francesa de Fútbol también abandonó a la marca alemana después de 39 años de colaboración. Nike ofreció EUR 320 millones por siete años, una cifra irresistible que desplazó a su rival y permitió que la empresa estadounidense se convirtiera en la vestimenta oficial de Francia a partir de 2011.

Ahora, el golpe llega al corazón de Adidas: Alemania. No se trata de una selección más, sino del equipo que, durante décadas, representó la excelencia del fútbol europeo y la identidad del deporte alemán. El contrato con Nike se extenderá desde 2027 hasta 2034 y abarca tanto a las selecciones masculinas como femeninas y juveniles.
El gobierno intentó moderar las críticas, subrayando que se trata de una decisión comercial y no política. Sin embargo, la mayoría de los alemanes percibe la ruptura como una traición cultural, especialmente porque Nike también viste a Inglaterra, el eterno rival futbolístico de Alemania.
Impacto para Adidas y nuevas alianzas
El acuerdo representa un duro golpe para Adidas, que mantendrá su contrato hasta el final de 2026. La empresa confirmó el cambio en un comunicado y aseguró que continuará vistiendo a la selección durante la Eurocopa de 2024, que se jugará en Alemania, y durante el Mundial de 2026.
El vínculo entre Adidas y la DFB fue mucho más que un negocio. Desde la final de Berna en 1954 —cuando Alemania Occidental venció a Hungría y consiguió su primer título mundial— hasta la consagración en Brasil 2014, las tres tiras acompañaron cada paso de la historia del fútbol alemán.
A pesar de esta pérdida, Adidas conserva asociaciones estratégicas con potencias como Argentina y España, además de su larga relación con Lionel Messi, embajador de la marca desde 2006. La empresa también presentó recientemente los nuevos uniformes que vestirán 22 selecciones, entre ellas Argentina, Alemania, España e Italia, de cara al Mundial de 2026.
El comunicado oficial de Adidas destacó que cada diseño incorpora “tecnología de alto rendimiento” pensada para jugadores de élite. “Un uniforme nacional es símbolo de unidad y orgullo”, afirmó Sam Handy, responsable global de fútbol de la marca. Según la compañía, los nuevos modelos buscan honrar las raíces de cada país y fortalecer la conexión con sus hinchas.
Entre el negocio y la identidad
La DFB defendió su decisión apelando al futuro. Argumentó que el acuerdo con Nike garantizará mayor inversión en infraestructura, desarrollo juvenil y programas de fútbol femenino. Los ingresos previstos de EUR 100 millones por año representan una inyección económica difícil de rechazar, sobre todo en un contexto en que las federaciones nacionales dependen cada vez más de patrocinios privados.

Sin embargo, la polémica no se apaga. En Alemania, la camiseta de fútbol es vista como un emblema nacional, no como un simple producto de consumo. Las tres rayas no solo representaban una marca, sino una historia compartida entre jugadores, hinchas y una identidad deportiva construida durante más de medio siglo.
El debate trasciende lo económico. Para muchos, se trata de una discusión sobre pertenencia y memoria colectiva. Las imágenes de Gerd Müller, Lothar Matthäus o Philipp Lahm levantando trofeos con el logo de Adidas quedarán en la memoria como parte de una época irrepetible. A partir de 2027, esos recuerdos convivirán con un nuevo diseño y un nuevo logotipo.




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