Buenos Aires (AT) – La unión bancaria europea representa un pilar estratégico para impulsar la competitividad y fortalecer el mercado único en la zona euro, especialmente en un momento donde las fusiones transfronterizas están en la agenda de las principales instituciones financieras y organismos reguladores. Según comentó Heiner Herkenhoff, director Ejecutivo de la Asociación de Bancos Alemanes, a la agencia Reuters, la implementación completa de la unión bancaria permitiría eliminar barreras que actualmente obstaculizan la libre circulación de capital y liquidez entre países miembros, factor crucial para que los bancos puedan capitalizar sinergias y mejorar su eficiencia.
La creación de la unión bancaria surgió tras la crisis financiera global, con el objetivo de centralizar la supervisión de grandes prestamistas en el Banco Central Europeo (BCE). No obstante, el avance ha sido limitado por divergencias entre los países, sobre todo en cuanto a un esquema conjunto de protección de depósitos. Herkenhoff subrayó que los responsables de políticas deben robustecer el mercado financiero único europeo si realmente desean fomentar fusiones significativas en el bloque.
El mercado de capitales y las transiciones verde y digital
Además de la unión bancaria, Herkenhoff destacó la relevancia de la unión de los mercados de capitales para asegurar las inversiones necesarias en los ámbitos de sostenibilidad y digitalización. Este avance es clave para financiar las transformaciones que demanda la economía europea y promover una mayor resiliencia frente a las necesidades de inversión en sectores estratégicos.
Un posible impulso podría provenir del mercado de titulización, que permitiría a los bancos alemanes y europeos en general liberar sus balances, facilitando así nuevos préstamos a empresas medianas que no participan en el mercado de capitales. En Alemania, donde una gran cantidad de empresas medianas se financian a través de crédito bancario, la expansión de la titulización de activos resultaría en un alivio considerable para los prestamistas y abriría nuevas oportunidades de financiamiento.
Regulaciones y el impacto en el atractivo de las fusiones
Herkenhoff también advirtió sobre la influencia de la falta de progresos en la unión bancaria sobre el atractivo de las fusiones dentro de Europa, una posición respaldada por el BCE, que sostiene que los grandes bancos europeos en conjunto podrían apoyar mejor la economía y competir con sus homólogos de Estados Unidos. La posibilidad de una adquisición de Commerzbank por parte de UniCredit, un banco respaldado por el estado alemán, ha generado inquietud en Berlín y ha puesto en evidencia la fricción entre las prioridades nacionales y la visión de un mercado europeo integrado.
Este debate sobre el papel de las grandes instituciones financieras europeas en el contexto global refleja un dilema central: sin avances en el mercado único financiero, las fusiones transfronterizas podrían enfrentar barreras difíciles de superar, mientras los desafíos de la competencia internacional se intensifican.
¿Qué es el Banking Union?
La Banking Union es un proyecto estructurado dentro de la Unión Europea cuyo propósito es supervisar, regular y, en última instancia, reducir los riesgos del sector bancario en el bloque europeo. Fue creado tras la crisis financiera de 2008, la cual dejó en evidencia vulnerabilidades y problemas graves en el sistema bancario europeo. La Banking Union busca establecer un marco que otorgue mayor estabilidad financiera, mitigue riesgos y promueva una integración más profunda de las instituciones financieras.
El esquema de la Banking Union se asienta en tres pilares: el Mecanismo Único de Supervisión (SSM, por sus siglas en inglés), el Mecanismo Único de Resolución (SRM) y el futuro Fondo Europeo de Garantía de Depósitos (EDIS). Cada uno cumple un rol específico en el esfuerzo por construir una red sólida y coordinada de protección y estabilidad financiera en toda la eurozona.
El primer pilar, el Mecanismo Único de Supervisión (SSM), establece un sistema centralizado de supervisión bancaria a nivel europeo. En el SSM, el Banco Central Europeo (BCE) y las autoridades nacionales colaboran para supervisar los bancos en los estados miembros de la zona euro y en aquellos otros que decidan adherirse. A través de la supervisión del BCE, el SSM monitorea la solvencia, liquidez y prácticas financieras de las entidades bancarias. Su objetivo es identificar riesgos potenciales que puedan afectar a los bancos individuales y, por extensión, al sistema financiero europeo en su totalidad.
El segundo pilar, el Mecanismo Único de Resolución (SRM), actúa en casos donde un banco entra en dificultades financieras que comprometen su operatividad. El SRM permite la intervención de las autoridades para reestructurar o liquidar un banco sin que ello provoque inestabilidad financiera generalizada en la región. Este mecanismo se apoya en el Fondo Único de Resolución (SRF), que dispone de fondos aportados por el sector bancario y que pueden ser utilizados en procesos de resolución bancaria.
El tercer pilar de la Banking Union es el Fondo Europeo de Garantía de Depósitos (EDIS), aunque aún no está implementado en su totalidad. Su propósito es crear un sistema de protección a los depósitos de los ciudadanos en caso de quiebra de bancos, lo que ofrecería un esquema de respaldo financiero en toda la eurozona. EDIS tiene como meta proporcionar confianza a los depositantes, protegiendo sus depósitos y evitando una pérdida de liquidez en caso de una crisis bancaria en cualquier país de la zona euro.
El propósito general de la Banking Union es reducir la interdependencia entre los bancos y los estados miembros, para evitar que las dificultades bancarias generen una carga económica para las finanzas públicas nacionales.
Hacé tu comentario