Buenos Aires / Colonia – El tren era el orgullo de la Alemania entre los años 60 y hasta los 90. Conocido y respetado en toda Europa por su puntualidad, servicio y tecnología. Hoy, es la antítesis y su red ferroviaria, la causa de múltiples quejas de pasajeros. Para cambiar la situación, el Gobierno de coalición quiere apostar fuerte. La campana de salida la dio ayer el ministro de Transportes de Alemania, Volker Wissing. En un entrevista con Deutschlandfunk y en el día del inició de las obras, Wissing indicó que confía en que la renovación completa de las líneas ferroviarias del país pueda completarse, según lo previsto hasta 2031.
“Está bien preparado, las capacidades están disponibles en la industria de la construcción, los materiales están ahí. Así que no hay razón para que no funcione”, dijo Wissing, en una entrevista con la radio Deutschlandfunk, en respuesta a quienes habían expresado recientemente dudas, entre otros desde el sector de la construcción.
El plan para cambiar la red ferrioviaria
En los próximos años, se renovarán 41 líneas ferroviarias de gran tráfico, comenzando a partir de esta noche con la “Riedbahn”, que une las ciudades de Fráncfort, en el estado federado de Hesse, y Mannheim, más al sur, en el de Baden-Württemberg. “La Riedbahn es como una arteria obstruida en un organismo. Ahora se está desconectando, renovando y entonces el sistema funcionará mejor”, dijo Wissing.
De aquí a mediados de diciembre se modernizarán vías, catenarias, señales, agujas, puentes y estaciones, aseguró. Wissing criticó que en los últimos años se haya invertido muy poco dinero en la renovación del ferrocarril. “Hemos aumentado considerablemente las líneas de financiación hasta más de EUR 27.000 millones (US$ 29.500 millones). Y al final se necesitará aún más dinero”.
El ministro detalló que la renovación de la línea Fráncfort-Mannheim costará unos EUR 1.300 millones. Durante la Eurocopa de fútbol, que terminó el domingo con la victoria de España sobre Inglaterra, los viajeros tuvieron numerosas dificultades, algo que el ministro considera normal porque “la infraestructura ferroviaria no es suficientemente resistente”. Pero “no habría sido buena idea empezar antes de la Eurocopa, porque el trastorno habría sido aún mayor”, dijo Wissing.
El peor desempeño en ocho años
A fines de 2023, el operador ferroviario alemán Deutsche Bahn (DB) experimentaba su peor desempeño en términos de puntualidad en viajes de larga distancia en los últimos ocho años. En diciembre, uno de cada dos trenes llegaba tarde a su destino, según reveló entonces el portavoz de DB. La principal causa detrás de este desempeño insatisfactorio era la “actividad de construcción a corto plazo”, que había experimentado un aumento considerable en comparación con el año anterior.
En términos de estándares de puntualidad, un tren se considera puntual si llega con menos de seis minutos de retraso. Sin embargo, los trenes cancelados no se incluyen en las estadísticas, al igual que las conexiones perdidas. En octubre de 2023, los trenes ICE e IC (de alta velocidad y larga distancia) solo lograron llegar al 58,6% de sus paradas sin retrasos significativos.
Fue entonces que el el Gobierno tomó cartas en el asunto. Wissing anunció que en 2024, se iniciaría un plan integral para cambiar toda la red ferrioviaria en el país. El primer paso, la renovación de la línea de ferrocarril entre Mannheim y Fráncfort, una de las arterias principales de la red ferroviaria alemana, que arranca esta semana.
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