Buenos Aires / Berlín – Al cierre de una semana para el ólvido, el Gobierno alemán, integrado por la llamada “coalición semáforo“, da una imagen de división que tiene perplejo a su propio timonel, el canciller, Olaf Scholz. Así lo indican las respuestas que el propio Scholz dio durante una sesión de diálogo con ciudadanos en Berlín poco antes de despedirse al fin de semana. ¿Por qué el Gobierno presenta una imagen tan irremediablemente dividida?, le preguntó a Scholz un educador de guardería del barrio berlinés de Pankow. “¿Qué propone?”, respondió el canciller a su vez con una pregunta.
El educador, de 48 años, quiso saber cómo explicaba Scholz las constantes diferencias dentro de la coalición, conocidas por las indiscreciones en su seno: “Es como un grupo de niños: Uno dice una cosa, el otro dice otra, y todo se comunica al mundo exterior“.
Y sobre ello no hubo objeción por parte de Scholz. “La verdad es que tiene usted razón”, dijo. En cuanto a las indiscreciones, añadió que en la Cancillería había “tres habitaciones cerradas” a prueba de micrófonos ocultos. Y repitió brevemente: “Tiene usted razón”.
Sin embargo, Scholz contradijo una de las observaciones del autor de la pregunta. No aceptó que discrepara constantemente con el ministro de Finanzas y líder del Partido Liberal (FDP), Christian Lindner. “Eso ha ocurrido pocas veces hasta ahora”, subrayó. Los comentarios del canciller encajan con el panorama de las últimas semanas. Antes los socios de la coalición siempre prometían mejorar tras sus disputas, pero ahora parecen haber renunciado a ello.
Un Gobierno que da martillazos
Hace casi exactamente un año, Lindner dijo tras una reunión del Gabinete en Meseberg, cerca de Berlín: “Somos un Gobierno en el que la gente da martillazos y atornilla. Eso produce ruido, como ya se han dado cuenta. Pero también sale algo”. Y, mirando al futuro, Scholz añadió: “Daremos martillazos y atornillaremos, pero con silenciador“. Sin embargo, el ruido de fondo del “semáforo” (llamada así por los colores de los tres partidos que integran la coalición) se ha hecho aún más fuerte.
Scholz también respondió por primera vez en el diálogo ciudadano a preguntas sobre los resultados electorales en Turingia (Thüringen) y Sajonia, donde el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) obtuvo más del 30 % de los votos: “Me deprime mucho”.
El canciller atribuyó el espectacular ascenso de la AfD, confirmada por la Oficina para la Protección de la Constitución (el servicio de inteligencia interior germano) como de extrema derecha en ambas regiones, a tres cuestiones: la creciente inseguridad en tiempos convulsos, la migración irregular y la guerra en Ucrania.
Los enormes cambios económicos y sociales están inquietando a muchos ciudadanos, dijo el canciller. Como ejemplo, citó la reorganización de la economía para reducir las emisiones de gases nocivos para el clima. Cuando se trata de modernización, “tenemos que demostrar con hechos que podemos hacerlo”. Y alegó que, ahora, el Gobierno alemán también debe demostrar que tiene bajo control la cuestión de la inmigración irregular. “Eso es lo que me estoy esforzando por hacer”.
En cuanto a la guerra en Ucrania, Scholz no se mostró dispuesto a cambiar de rumbo. Quiere seguir apoyando a Ucrania con armas, pero actuar con prudencia como hasta ahora. “Es una cuestión que hay que debatir. Pero también creo que es cuestión de seguir siendo sinceros. Y aquí puedo decir: mantengo mi línea prudente, pero una línea de apoyo“, explicó.
Las elecciones para el olvido
Los resultados electorales de su partido, el socialdemócrata (SPD), el pasado domingo en Sajonia y Thüringen fueron los peores desde 1990, con un 7,3 % y un 6,1 %, respectivamente. En Thüringen fue incluso el peor de la historia en unas elecciones regionales.
El lunes, Scholz se limitó a comentarlo por escrito y calificó los resultados del SPD de “amargos”. Al mismo tiempo, expresó su alivio por el hecho de que los “pronósticos sombríos“, según los cuales el SPD podría haber caído por debajo del umbral del 5 %, que permite la entrada en el Parlamento, no se hubieran materializado.
En la sesión de diálogo con ciudadanos, Scholz dijo sobre los resultados del SPD que le hubiera gustado ver mejores resultados para sus militantes en Sajonia y Thüringen. “Podrían haber sido mejores, porque lo hicieron muy bien. Eso hay que tenerlo en cuenta”. En Alemania, el Gobierno surgido de las elecciones generales está integrado, junto al SPD y el FDP, por Los Verdes.
(AT / dpa)
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