Buenos Aires (AT) – La empresa alemana ThyssenKrupp Steel Europe presentó un plan para reducir su plantilla de empleos de 27.000 a 16.000 en un plazo de seis años. Este ajuste responde a una presión derivada de la llegada de importaciones a bajo costo, principalmente desde Asia, lo que afectó la competitividad de la compañía.
El anuncio incluye no solo recortes de personal, sino también una importante disminución en su capacidad de producción de acero, con el objetivo de adaptarse a las condiciones del mercado.
Reducción de empleos y producción
La empresa, con sede en Duisburgo, informó que implementará recortes de 5.000 empleos en las operaciones de acero en Europa antes de 2030. Estos ajustes se realizarán mediante cambios en áreas de producción y administración. Otros 6.000 empleos serán eliminados a través de ventas de unidades de negocio y procesos de externalización.
Como parte de su estrategia para enfrentar la sobrecapacidad en el mercado, la compañía planea reducir su producción anual de 11.5 millones de toneladas métricas a un rango entre 8.7 y 9 millones de toneladas. Este ajuste busca garantizar que los niveles de producción estén alineados con la demanda global y mejorar la eficiencia operativa.
Según Dennis Grimm, jefe del área de acero de la compañía, estas medidas son indispensables para asegurar la viabilidad a largo plazo de los empleos restantes. Además, la empresa pretende minimizar el impacto social de estos cambios promoviendo salidas voluntarias en lugar de despidos forzados.
Reacciones sindicales y desafíos laborales
El sindicato IG Metall, que representa a gran parte de los trabajadores, calificó el plan como un duro golpe para la plantilla. El sindicato también se encuentra en negociaciones con Volkswagen, otra empresa alemana que ha anunciado recortes de empleos. La propuesta de transformar la división de acero de ThyssenKrupp en una empresa independiente fue otro punto de tensión con los líderes sindicales.
La compañía matriz y accionista mayoritaria, ThyssenKrupp AG, busca convertir su división de acero en una entidad separada, lo que generó oposición dentro de las filas laborales. Paralelamente, la firma energética checa EPCG, que actualmente posee un 20% de participación en la división de acero, busca ampliar su control al 50%.
Impacto financiero y futuro incierto
ThyssenKrupp registró pérdidas por EUR 1.500 millones en el año fiscal 2023-24, tras una pérdida de EUR 2.000 millones el año anterior. La reestructuración se enmarca en una estrategia más amplia para optimizar costos, modernizar la red de producción y garantizar la sostenibilidad económica de la empresa en un mercado altamente competitivo.
La diversificación de productos, que abarca desde acero hasta submarinos, no fue suficiente para mitigar las presiones económicas recientes. La implementación de este plan determinará no solo el futuro de la compañía, sino también el impacto sobre miles de trabajadores en la región. La transición hacia una operación más independiente y eficiente enfrenta aún importantes desafíos sindicales y financieros.
(AT/DW/Reuters)
Hacé tu comentario