Buenos Aires (AT) – La movilidad eléctrica, promovida como el futuro del transporte, enfrenta importantes obstáculos en Europa. Christian Weingärtner, director general de Ford para Alemania, Austria y Suiza, advierte en una entrevista con +electrified_, un sitio especializado en movilidad eléctrica, que “La sociedad aún no está preparada para comprar coches eléctricos”. La caída en las ventas y los altos costos de producción complican el panorama.
La industria automotriz europea se encuentra en una crisis sin precedentes, marcada por el recorte de puestos de trabajo y la reestructuración de las cadenas de producción. Ford, por ejemplo, ha anunciado el despido de 4.000 empleados en Europa como parte de su ajuste para enfrentar la disminución de la demanda de vehículos eléctricos.
Según Weingärtner, “la incertidumbre política ha jugado un rol crucial” en la caída del mercado de coches eléctricos, especialmente en Alemania. Factores como el abrupto fin de las subvenciones gubernamentales en 2023 y el debate sobre los combustibles sintéticos (eFuels) han desalentado a los consumidores.
El impacto de las políticas públicas
En 2023, el gobierno alemán eliminó abruptamente las primas de compra para vehículos eléctricos, generando un retroceso en la demanda a niveles de 2021. “Las decisiones políticas inconsistentes han generado desconfianza entre los compradores potenciales”, afirma Weingärtner. La falta de claridad sobre la prohibición de motores de combustión en 2035 también ha alimentado la incertidumbre.
La discusión sobre los combustibles alternativos ha dividido a la industria y al gobierno. Mientras algunos apuestan por los eFuels, otros insisten en que estos no están listos para el mercado masivo. Este debate, según Weingärtner, “no contribuye a la seguridad de inversores ni consumidores”.
El desafío de la infraestructura
La falta de una red adecuada de estaciones de carga sigue siendo uno de los principales obstáculos para la adopción masiva de autos eléctricos. “La sociedad no está preparada para comprar coches eléctricos en la medida necesaria”, admite Weingärtner. Esto no solo afecta la confianza del consumidor, sino también la capacidad de las empresas para cumplir con los objetivos climáticos.
Según datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (European Automobile Manufacturers’ Association – ACEA), menos del 30% de las estaciones de carga en Europa son rápidas, lo que limita la usabilidad de los vehículos eléctricos en viajes largos.
Inversiones y cambios en el modelo de negocio
Ford ha invertido EUR 2.000 millones (US$ 2.087 millones) en la reconversión de su planta en Colonia para producir modelos eléctricos como el Explorer y el Capri. Sin embargo, estos vehículos enfrentan el desafío de equilibrar el costo y la autonomía. “El precio de las baterías sigue siendo la principal barrera. Diseñar autos más accesibles implica reducir la autonomía, lo que no es viable para muchos usuarios”, explicó el ejecutivo.
En paralelo, la marca ha reducido su línea de producción, eliminando modelos icónicos como el Fiesta y el Focus, para centrarse en vehículos utilitarios y deportivos que reflejen su “ADN”. Esta estrategia ha fortalecido su posición en el mercado de vehículos comerciales, donde el E-Transit es líder en Europa.
El papel de las regulaciones climáticas
A partir de 2025, la Unión Europea implementará normas más estrictas sobre las emisiones de CO2, penalizando a las empresas que no cumplan con los objetivos establecidos. Esto podría desencadenar una guerra de precios en el sector eléctrico, advierte Weingärtner. “El próximo año será crucial para definir cómo enfrentamos estos desafíos mientras mantenemos un negocio sustentable”.
Panorama local de la electro movilidad
La situación europea ofrece lecciones clave para Argentina, donde la transición hacia la movilidad eléctrica también enfrenta retos significativos. Aunque el gobierno ha impulsado incentivos para la producción local de autos eléctricos, la infraestructura de carga es limitada y la adopción por parte de los consumidores sigue siendo baja.
La experiencia de Ford en Alemania subraya la importancia de una política clara y consistente para fomentar la confianza de los inversores y los usuarios. Para que Argentina se posicione como un actor competitivo en este mercado emergente, será fundamental desarrollar incentivos sostenibles y fortalecer la colaboración entre el sector público y privado.
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