Buenos Aires (AT) – El consumo privado en Alemania mostró señales de recuperación en julio, al alcanzar el índice de confianza del consumidor su nivel más alto en doce meses. El dato fue publicado por el Handelsverband Deutschland (HDE), que elabora mensualmente el denominado Konsumbarometer a partir de encuestas a 1.600 personas. Según el informe, “la tendencia al alza se mantiene, aunque sin ganar dinamismo”.
El leve repunte refleja una mejora de las expectativas sobre la evolución general de la economía y un descenso percibido en la inflación y las tasas de interés. Aun así, el HDE señaló que “no se espera un impulso contundente del consumo privado en el corto plazo” debido a que la propensión a gastar sigue siendo contenida.

Menos ganas de gastar, menos intención de ahorrar
Aunque la percepción económica general mejoró, los consumidores alemanes se mostraron menos optimistas respecto a sus ingresos personales. Esa incertidumbre provocó una baja tanto en la intención de realizar compras importantes como en los planes de ahorro.
La reducción de la “Anschaffungsneigung” (tendencia a realizar adquisiciones) sugiere que las personas siguen siendo cautelosas, a pesar de que algunas están dispuestas a recurrir a sus ahorros. Esta situación refleja una leve apertura al consumo, aunque limitada por el temor a ingresos estancados o aún no recuperados tras los shocks económicos recientes.

Falta de confianza en el ingreso futuro
Uno de los factores clave que explican la cautela actual es la caída en las expectativas sobre ingresos personales. El HDE atribuye este pesimismo a la falta de avances concretos en las medidas de alivio económico prometidas por el gobierno federal. Si bien muchas de ellas fueron anunciadas, su implementación efectiva se ha hecho esperar.
Pese a esto, no hay signos de un deterioro grave del mercado laboral. De hecho, el desempleo se mantuvo estable en junio con una tasa del 6,2%, aunque la cifra total de desocupados creció en 188.000 personas respecto al mismo mes de 2023. La Bundesagentur für Arbeit (BA) informó que hay actualmente 2,914 millones de personas sin trabajo.

La economía mejora, pero sin impulso claro
El contexto macroeconómico ofrece luces y sombras. El PIB creció un 0,4% en el primer trimestre, interrumpiendo una secuencia de estancamiento. Las proyecciones de crecimiento para 2024 fueron revisadas levemente al alza, aunque los analistas no prevén un salto significativo. “La crisis de la economía alemana tocó fondo en el semestre de invierno”, afirmó Timo Wollmershäuser, jefe de coyuntura del Instituto ifo.
A ese repunte contribuyeron efectos puntuales, como el adelantamiento de exportaciones ante el temor a nuevas barreras arancelarias de Estados Unidos. Además, la reciente baja de tasas decidida por el Banco Central Europeo y el anuncio de medidas fiscales expansivas también influyeron positivamente.

Recuperación progresiva y frágil
El Instituto Leibniz-ZEW de Mannheim registró un fuerte incremento en las expectativas de los expertos financieros, con un índice que subió 22,3 puntos hasta alcanzar los 47,5. Según Achim Wambach, presidente del ZEW, “la mejora de la inversión y la demanda interna, junto con las medidas fiscales anunciadas, podrían poner fin a la estagnación económica de casi tres años”.
Aun así, el segundo trimestre del año habría cerrado con datos menos alentadores. En abril, la producción industrial cayó 1,4%, y las exportaciones bajaron 1,7%. A pesar de estos números, el índice de clima empresarial del Instituto ifo subió en junio a 88,4 puntos, consolidando una tendencia positiva.

Mercado laboral sin reacción
Pese a la mejora general en la percepción económica, el mercado de trabajo sigue sin reaccionar con fuerza. El empleo formal no logra despegar. Según Andrea Nahles, presidenta de la Agencia Federal de Empleo, “se perciben aún las secuelas de la debilidad económica reciente”.
El barómetro laboral del Instituto IAB subió levemente a 99,1 puntos en junio, pero el ifo-Beschäftigungsbarometer cayó a 93,7. En palabras de Klaus Wohlrabe, responsable de encuestas del Instituto ifo, “no hay un cambio de tendencia consolidado en el mercado de trabajo. Aún faltan pedidos para justificar nuevas contrataciones”.

Expectativas contenidas
El informe del HDE concluye que la confianza del consumidor seguirá mejorando, pero sin que eso implique una aceleración del consumo. El optimismo moderado, la cautela en las compras y la debilidad del mercado laboral configuran un panorama mixto.
El consumo privado, que representa más del 50% del PIB de Alemania, sigue sin convertirse en un motor pleno de la reactivación. Todo indica que, al menos por ahora, la economía alemana transita una recuperación lenta, dependiente de factores externos y de decisiones políticas que aún deben concretarse.





Hacé tu comentario