En el salón del Club Alemán en Buenos Aires, se desarrolló la segunda conferencia del ciclo 200 años de Enseñanza enmarcado en los Festejos por los 200 años de inmigración alemana en la Argentina. Durante casi dos horas, docentes y especialistas repasaron el legado de los colegios alemanes, sus valores, los desafíos del presente y las perspectivas de futuro.
El auditorio se llenó de voces atentas, en un clima que mezcló la solemnidad de la historia con la calidez de una comunidad acostumbrada a debatir de cara a lo que viene. Marisa Stehle, coordinadora diaconal de la Congregación Evangélica Alemana en Buenos Aires (CEABA) moderó una charla que tuvo a cinco profesionales de la educación como protagonistas.
Los colegios alemanes crecían desde el ámbito privado, sin la anuencia y la aprobación estatal”
Tomas Loesch, vicepresidente del Centro DIHA
El origen de una red educativa
La exposición inicial estuvo a cargo de Tomas Loesch, representante de la Goethe-Schule y vicepresidente del Centro DIHA, quien repasó los orígenes de las primeras instituciones. Recordó que ya en 1843 la comunidad evangélica alemana había fundado la Germania Schule en Buenos Aires, antecedente directo de lo que luego sería la Goethe-Schule. “El 7% de los argentinos tiene ascendencia germana”, explicó Loesch, y mostró cómo las sucesivas olas migratorias fueron impulsando la creación de colegios alemanes hasta alcanzar un mapa que abarca Rosario, Misiones, Córdoba, Bariloche y hasta Montevideo.
Con imágenes antiguas y relatos de época, evocó la vida escolar de inicios del siglo XX, cuando las enfermedades infantiles condicionaban la asistencia y las clases se dictaban en alemán, sin exigencia de incorporar el español. “Era un puente con la patria de origen, pero también un espacio de proyección social en la Argentina”, resumió.
Cuando prohibimos el celular en la escuela, volvimos a escuchar a los chicos hablar y jugar en el recreo”
Cecilia Barrio, vicedirectora de nivel secundario de Goethe-Schule
Comunidad, perseverancia y valores de los colegios alemanes
La Comunidad de Trabajo de Asociaciones Escolares Argentino Alemanas (AGDS) tuvo un papel protagónico en la conferencia. Su presidenta, Brigitte von der Fecht, destacó la red de 33 instituciones que integran la entidad y que este año celebran múltiples aniversarios: desde el centenario del Colegio Lanús hasta los 50 años del Instituto Luis Siegel.
“El valor de nuestras escuelas radica en su capacidad de perdurar más de un siglo, sin respaldo estatal ni grandes capitales, gracias al compromiso de las familias y la comunidad”, sostuvo Von der Fecht. Y agregó: “Hoy la AGDS funciona como un puente de ida y vuelta con Alemania y con Europa, garantizando que el idioma y la cultura sigan vivos”.
Nos une el interés de mantener tradiciones y la cultura alemana, aunque el idioma sea un gran desafío”
Brigitte Von der Fecht, directora de AGDS
Voces desde el interior
Desde Bariloche, la directora del Instituto Primo Capraro, Julie Shaw, recordó que su escuela nació apenas cinco años después de la fundación de la ciudad, en 1907. “El 99% de las familias que nos eligen no tiene ascendencia alemana, pero buscan la excelencia académica y los valores de organización y comunidad”, señaló.
En la misma línea, Paula Schäfer, directora del Instituto Luis Siegel de Los Polvorines, explicó que su institución surgió en los años 70 como una guardería de la congregación evangélica alemana y hoy ofrece un recorrido completo hasta la secundaria. “Somos conocidos como ‘el alemán de Los Polvorines’. Las familias llegan porque aquí encuentran otra forma de enseñar: claridad, esfuerzo y responsabilidad”, destacó.
Una pedagogía activa y bicultural
Los testimonios coincidieron en señalar la importancia de métodos pedagógicos basados en proyectos, trabajo en equipo y creatividad. “No basta con saber, hay que aplicar”, citó Shaw a Goethe para explicar el enfoque interdisciplinario de las escuelas alemanas.
Patricia Dickson, asesora pedagógica de la AGDS, puntualizó que “la pasión por la obra bien hecha” es un rasgo distintivo de los colegios alemanes. Y subrayó que la biculturalidad sigue siendo el valor fundante: “La enseñanza del alemán no es solo un idioma, es la llave para abrirse al mundo”.
La pasión por la obra bien hecha es un valor que distingue a nuestras escuelas”
Patricia Dickson, asesora pedagógica de la AGDS
El deporte y la cultura como pilares
Los disertantes resaltaron también el papel del deporte y de las actividades extracurriculares. Desde los encuentros anuales entre colegios hasta proyectos en la naturaleza patagónica, el deporte es concebido como un espacio de disciplina, cooperación y salud integral.
Las festividades como Pascuas con su “Osterhase”, la “Laternenfest” y las ferias de Navidad mantienen vivas las tradiciones, mientras que talleres de música y danza acercan a los alumnos a una cultura que se reinventa sin perder raíces. “El intercambio permite que los chicos se den cuenta de que no están solos en el esfuerzo de aprender alemán”, comentó Von der Fecht con una sonrisa.
Desafíos de un tiempo nuevo
La digitalización y la salud mental juvenil ocuparon buena parte del debate. “Estamos frente a una generación ansiosa, que necesita límites claros”, advirtió Shaw al presentar la campaña Schule ohne Handy (Escuela sin celular), aplicada en su institución con resultados positivos.
Cecilia Barrio, vicedirectora del Goethe-Schule, explicó que la restricción del uso de celulares devolvió a los recreos el bullicio de la conversación y el juego. “Volvimos a escuchar a los chicos”, relató.
El desafío de sostener el idioma alemán fue otro eje recurrente. La escasez de docentes especializados obliga a formar nuevas camadas y a reforzar los convenios con universidades argentinas y alemanas.
La excelencia académica siempre va acompañada de un fuerte compromiso humano”
Julie Shaw Directora del Colegio Primo Capraro de Bariloche
Una herencia para la Argentina
El cierre estuvo marcado por un consenso: el valor de la educación como herramienta de transformación social. “Los colegios alemanes en la Argentina perdura porque supo adaptarse y porque ofrece calidad académica con valores de comunidad”, resumió Patricia Dickson.
Para Von der Fecht, la clave está en que “uno más uno sean tres”, en alusión al encuentro de culturas. Y Shaw lo sintetizó con una frase de Fellini: “Un idioma diferente es una visión diferente de la vida”. Más allá de los desafíos actuales, la conferencia dejó en claro que el legado de los colegios alemanes es inseparable de la identidad argentina: una tradición que unió pizarras y pantallas, valores y futuro.
Las escuelas alemanas transmiten la cultura del trabajo, la puntualidad y la responsabilidad”
Paula Schäfer, Directora General del Instituto Luis Siegel de la CEABA
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