El expediente judicial sobre el cuadro “Retrato de una dama” tuvo un giro inesperado para la Justicia Federal de Mar del Plata. La obra apareció colgada en una casa de Parque Luro, en poder de Patricia Kadgien y su esposo Juan Carlos Cortegoso, descendientes de Friedrich Kadgien, jerarca nazi cercano a Hermann Göring.
El cuadro había sido robado por los nazis al galerista judío Jacques Goudstikker en Ámsterdam. Su patrimonio fue expoliado por altos mandos del Tercer Reich durante la Segunda Guerra Mundial. Tras décadas desaparecido, la obra reapareció en Argentina en circunstancias insólitas. La Policía realizó un allanamiento en la propiedad de los descendientes de Kadgien, y el matrimonio entregó la pintura.
Ambos fueron imputados por encubrimiento agravado de robo en contexto de genocidio. La Corte Suprema de Justicia de la Nación mantiene la custodia del cuadro hasta determinar a quién corresponde su entrega definitiva. El hallazgo generó alarma y sorpresa en expertos y jueces, que no esperaban que un objeto de tal valor artístico y cultural estuviera en manos de descendientes de jerarcas nazis.
El caso también despertó interés público y mediático. La historia del retrato vincula Argentina con hechos históricos ocurridos en Europa hace más de setenta años. Además, evidencia que el expolio nazi sigue teniendo consecuencias directas en la recuperación de bienes culturales. La obra se convirtió en un símbolo del pasado que persiste en el presente.
El misterio artístico del “Retrato de una dama”
Durante décadas, especialistas habían atribuido el cuadro a Fra’ Galgario (Giuseppe Ghislandi). La mujer retratada se identificaba como la condesa Colleoni, miembro de una familia influyente de Bérgamo, en el norte de Italia. Sin embargo, investigaciones recientes dejaron esta atribución en duda.
La Accademia Carrara, principal museo de Bérgamo, confirmó que tanto el historiador Roberto Longhi en 1927 como la académica Mina Gregori en 1984 habían descartado que la pintura correspondiera a Galgario. “La pintura de la que se trata no es atribuible a Fra’ Galgario”, señaló el Dr. Paolo Plebani, jefe de Conservación del museo.
Los expertos consideran que el autor verdadero podría ser Giacomo Ceruti, conocido como “Il Pitocchetto”, uno de los retratistas más destacados del Settecento italiano. Además, no está demostrado que la mujer retratada sea la condesa Colleoni, lo que abre un interrogante sobre la identidad del personaje.
El estilo de Ceruti y su forma de retratar figuras de la nobleza y la burguesía coinciden con ciertos rasgos presentes en el cuadro. La investigación artística se complementa con estudios de pigmentos y análisis de la tela. Estos análisis buscan confirmar la autoría y fechar la obra con precisión. Cada detalle se examina con rigor, desde el trazo de la pincelada hasta la composición y los materiales utilizados.
Un cuadro robado, entre la historia y la justicia
El caso del “Retrato de una dama” combina la investigación judicial con la historia del arte. El cuadro enfrenta desafíos legales y artísticos, ya que su autor y la identidad del personaje continúan siendo desconocidos.
El expediente refleja que el expolio nazi todavía tiene impactos décadas después. Obras que se creían perdidas reaparecen en lugares inesperados, conectando familiares de jerarcas nazis con la recuperación de bienes culturales. El caso argentino ilustra cómo la memoria histórica puede manifestarse de forma tangible a través de una pintura.
Los expertos advierten que la resolución del destino legal del cuadro podría tardar meses. La Corte Suprema debe analizar documentación, antecedentes y declaraciones para decidir sobre la entrega definitiva. Mientras tanto, la pintura permanece bajo custodia y en condiciones de preservación controladas. Cada movimiento es registrado y documentado para garantizar su seguridad.
El interés por la obra no se limita a la justicia. Coleccionistas, museos y especialistas en arte siguen de cerca el caso. El valor del cuadro, tanto por su calidad artística como por su historia vinculada al expolio nazi, es incalculable. Algunos estiman que podría superar los EUR 2.000.000 si se pusiera a la venta en el mercado internacional.
La identidad de la mujer retratada también despierta curiosidad. Historiadores y genealogistas estudian archivos y registros de familias italianas de la época. La intención es descubrir si corresponde a una noble o si se trata de un personaje desconocido. Cada hallazgo podría cambiar la interpretación histórica y artística de la obra.
La obra ya es considerada un caso singular en Argentina, por el cruce de historia, arte y justicia que representa. El “Retrato de una dama” sigue siendo un enigma, tanto por su autoría como por la identidad de la figura retratada.
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