El 2025 está marcando un punto de quiebre en la historia militar reciente de Alemania. Con un presupuesto que supera por primera vez al del Reino Unido y Francia, y una decisión política firme de recuperar capacidad autónoma de disuasión, Berlín se posiciona como el nuevo eje de la defensa continental. Ya no se trata solo de responder a la amenaza rusa: se trata de dejar de depender de la protección norteamericana.

El viraje estratégico tras la guerra en Ucrania
La invasión rusa a Ucrania, iniciada el 24 de febrero de 2022, cambió radicalmente la visión alemana sobre su rol en la OTAN y su relación con Estados Unidos. El anuncio de Olaf Scholz en aquel momento sobre un fondo especial de EUR 100.000 millones (US$ 117.420 millones) para la Bundeswehr fue el primer gesto. Pero la llegada del canciller Friedrich Merz profundizó ese camino con una decisión que no tiene precedentes: elevar el gasto en defensa al 3,5% del PBI y crear un fondo de EUR 400.000 millones (US$ 470.000 millones) para modernizar al ejército.
Este fondo implica que Alemania destinará más de EUR 160.000 millones (US$ 188.000 millones) anuales a defensa para 2029, superando ampliamente los EUR 95.000 millones (US$ 111.500 millones) proyectados para este año. El cambio fue posible gracias a una reforma constitucional aprobada por más de dos tercios del Bundestag, que excluyó al gasto militar del límite de endeudamiento público.
Primera base permanente en el extranjero desde la Segunda Guerra Mundial
La decisión de instalar la 45ª Brigada Panzer en Lituania, con 4.800 soldados y 200 civiles, representa una ruptura simbólica y estratégica. Será la primera presencia militar alemana permanente fuera del país desde 1945. Según explicó el Ministerio de Defensa, la medida busca garantizar la defensa del flanco oriental de la OTAN, pero también expresa la voluntad de ejercer un liderazgo europeo autónomo.

Una fuerza militar al margen de la tutela nuclear de EE.UU.
Alemania carece de armas nucleares y no tiene intención de desarrollarlas. Sin embargo, su nuevo plan de rearme apunta a convertirse en la principal potencia militar convencional de Europa. El ministro de Finanzas, Lars Klingbeil, presentó un presupuesto que incluye una inversión sostenida en ciberseguridad, infraestructura y sistemas de defensa antiaérea. Se trata de un reposicionamiento táctico frente a un Estados Unidos cada vez menos previsible.
“Europa no puede seguir dependiendo de una potencia que amenaza con retirarse de la OTAN si no pagamos su protección”, declaró Friedrich Merz ante el Bundestag. La alusión fue directa a Donald Trump, quien recientemente afirmó que dejaría desprotegidos a los miembros de la OTAN que no cumplan con el objetivo del 2% del PBI en defensa.

El regreso del servicio militar obligatorio
Otro componente clave de esta estrategia es la reactivación del servicio militar obligatorio. El plan, impulsado por el ministro de Defensa Boris Pistorius, prevé un sistema mixto de alistamiento voluntario y conscripción obligatoria si no se alcanza el número deseado de reclutas. La meta es elevar los efectivos activos a 260.000 y contar con 460.000 soldados entre tropas y reservas.
“La situación internacional lo exige”, justificó Pistorius. En 2025, Alemania logró el ingreso de más de 15.000 nuevos soldados, un récord desde la unificación. Pero el desafío sigue siendo la preparación operativa y el cambio cultural en las fuerzas armadas.

Incidentes con drones y espionaje: la amenaza silenciosa
A esta renovada preocupación por la defensa se suma la creciente amenaza que representan los drones. En lo que va de 2025, se registraron 144 incidentes de drones sobre espacio aéreo alemán, 35 de ellos en el aeropuerto de Fráncfort, según informó el servicio de Control del Tráfico Aéreo (DFS). Aunque no está confirmado que todos correspondan a acciones de espionaje, el gobierno sospecha de operaciones de reconocimiento vinculadas a Rusia.
El coronel retirado Ralph Thiele, presidente de EuroDefence, explicó que los drones rusos están “creando gemelos digitales” de las infraestructuras críticas europeas. “Es un proceso sistemático de exploración que puede terminar en sabotaje o ataque directo”, advirtió.
Una Europa más militarizada: Alemania lidera un cambio regional
Alemania no está sola en esta reacción militar. Países como Suecia, Finlandia, Letonia y Noruega ya reimplantaron o reforzaron el servicio militar obligatorio. Francia y Reino Unido también elevaron sus presupuestos de defensa, aunque a un ritmo menor. Sin embargo, Alemania se proyecta como el líder del bloque, algo que remueve fantasmas históricos.

Según el índice de poder militar de Global Firepower, Alemania ocupa hoy el puesto 18º a nivel mundial. Pero con el nuevo presupuesto y la modernización en marcha, podría escalar rápidamente. El índice prevé que en 2030 estará entre las 10 principales potencias militares globales.
Estados Unidos observa, pero también desconfía
El giro de Berlín genera tensiones dentro de la OTAN. Aunque Washington apoya el aumento del gasto europeo, también teme que surja una estructura paralela de defensa en el continente. “La OTAN es la única garantía de seguridad para Europa”, declaró recientemente el secretario general Jens Stoltenberg, quien dejará el cargo a fin de año.
Fuentes diplomáticas europeas admiten que hay debates internos sobre hasta qué punto Alemania debería avanzar en forma autónoma. “El liderazgo militar de Berlín debe estar coordinado con la alianza, no sustituirla”, dijo un alto funcionario francés a Le Monde.




Era hora que se saquen de arriba esa carga que se llama USA. Desde 1945 soportando la invasión y permanencia americana en suelo alemán.