El científico argentino Alejandro Fracaroli fue hallado sin vida este domingo 20 de octubre en un arroyo de la zona boscosa de Karlsruhe-Rintheim, Alemania, seis días después de su desaparición. Tenía 44 años y era docente en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) e investigador del CONICET, especializado en nanotecnología y nuevos materiales.
Fracaroli se encontraba en Alemania desde fines de agosto, donde trabajaba en una investigación internacional en el Instituto de Tecnología de Karlsruhe (KIT), una de las instituciones científicas más prestigiosas de Europa. Su visita formaba parte de un proyecto de cooperación entre el KIT y la UNC.

Según informó la policía de Karlsruhe, el cuerpo fue hallado a las 12:15, hora local. La principal hipótesis es que Fracaroli sufrió un accidente y murió ahogado, aunque las circunstancias exactas aún se investigan. La última vez que se lo vio con vida fue el lunes 13 de octubre, cerca de las 19 horas, cuando tomó un colectivo desde el campus del instituto hacia el centro urbano. Ese mismo día había tenido una videollamada sin novedades con su pareja, Gabriela Furtan.
Un científico de formación internacional
Doctor en Química, Fracaroli tenía una trayectoria científica sólida y reconocida. Además de su cargo como profesor asistente en el Departamento de Química Orgánica de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC, integraba el Instituto de Investigaciones en Fisicoquímica de Córdoba (INFIQC) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Entre 2013 y 2015, formó parte del grupo de investigación liderado por el químico Omar Yaghi en la Universidad de Berkeley, Estados Unidos. Yaghi fue galardonado este año con el Premio Nobel de Química 2025 por su trabajo pionero en marcos organometálicos. La Universidad Nacional de Córdoba le había otorgado a Yaghi el doctorado Honoris Causa en 2024, subrayando así los lazos entre la academia argentina y referentes internacionales.
Gabriela Furtan, pareja del investigador, declaró al diario La Voz que “Alejandro siempre buscó trabajar con equipos internacionales, era su forma de crecer y aportar”. En efecto, además de su paso por Berkeley, Fracaroli había sido investigador asociado en el International Center for Materials Nanoarchitectonics (MANA) de Japón.
Nanotecnología, sostenibilidad y arroz
La línea de trabajo más reciente de Fracaroli se centraba en el desarrollo de nuevos materiales para aplicaciones ambientales, a partir de principios de la nanotecnología. Uno de sus aportes más citados es una investigación sobre moléculas que actúan como promotoras inducidas por estrés en plantas. Estos compuestos son hoy utilizados en procesos de transformación de cultivos como el arroz, con potenciales beneficios para la seguridad alimentaria y la adaptación al cambio climático.
En su perfil de LinkedIn, Fracaroli detallaba que tenía experiencia en síntesis orgánica y organometálica, así como en purificación, caracterización y estudio de propiedades fisicoquímicas. Su enfoque combinaba la investigación de frontera con una perspectiva de sustentabilidad.

Búsqueda y conmoción
Tras su desaparición, colegas del KIT notificaron a las autoridades y se inició una búsqueda en hospitales, centros urbanos y áreas rurales. En Córdoba y Buenos Aires, el CONICET, la UNC y el INFIQC difundieron su imagen en redes sociales para colaborar con la búsqueda. Su hermano viajó a Alemania para acompañar la investigación y el operativo de rastreo.
El hallazgo del cuerpo fue informado por la policía alemana y confirmado por fuentes diplomáticas. La Embajada argentina en Berlín brindó asistencia consular a la familia.

Legado científico y humano
Alejandro Fracaroli vivía con su familia en el barrio General Paz de Córdoba capital. Era padre de dos hijos y mantenía una vida activa tanto en lo académico como en lo personal. Su perfil en redes sociales alternaba publicaciones sobre congresos científicos y fotos familiares. Con su muerte, la ciencia argentina pierde a un investigador con formación de excelencia, experiencia internacional y compromiso con la investigación aplicada. Su trabajo con uno de los más recientes premios Nobel deja un legado que trasciende las fronteras.




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