La estación central de Núremberg logró reducir la violencia mediante una estrategia que combina vigilancia tecnológica, restricciones legales y contención social. Desde 2019, cuando ocupaba el tercer puesto entre las terminales más peligrosas de Alemania por cantidad de delitos violentos, la ciudad implementó una ofensiva de seguridad que incluyó cámaras, zonas de prohibición y trabajadores sociales. Los resultados muestran un descenso del 24 por ciento en los delitos del entorno de la estación entre 2023 y 2025.
440 cámaras vigilando cada rincón
La Policía Federal alemana desplegó un sistema de videovigilancia con 440 cámaras distribuidas por toda la terminal. Las imágenes confluyen en una central de operaciones donde los agentes monitorean en tiempo real todo lo que ocurre. Helen Townson, jefa de la Policía Federal de Núremberg, explicó: “Las cámaras están distribuidas en todo el bahnhof. Vemos todo lo que sucede allí”.
El esfuerzo tecnológico se complementó con controles policiales intensificados. Un viernes por la noche, decenas de efectivos realizaron una operación focalizada en la búsqueda de armas y objetos peligrosos. Los agentes revisaron grupos de jóvenes, palparon bolsillos y controlaron mochilas. La presencia policial se volvió rutinaria en una terminal que registra 130.000 pasajeros diarios.
La Policía Federal registró 547 actos violentos en 2023 y 541 en 2024. La proyección para 2025 estima alrededor de 480 delitos, lo que representa una caída del 10 por ciento. La jurisdicción de la Policía Federal se limita al interior de la estación; en el entorno exterior y especialmente en el Königstorpassage, el acceso hacia el centro de la ciudad, la Policía Estatal de Baviera asume la responsabilidad.
Zonas de prohibición múltiple
El municipio de Núremberg estableció zonas de prohibición en el área de la estación. Desde hace ocho años rige la prohibición de consumir alcohol en la explanada. En abril de 2025 entró en vigor una zona libre de armas y cuchillos alrededor de la terminal. Posteriormente se agregó la prohibición de cannabis en el mismo perímetro.
La Policía Estatal contabilizó 131 delitos violentos en el entorno de la estación en 2023 y 93 en 2024. La tendencia para 2025 muestra un leve aumento, con una proyección de alrededor de 100 casos. Sin embargo, comparado con 2023, esto sigue representando una reducción del 24 por ciento.
Las “corredoras de estación”
Michelle Jaß y Annika Zitzmann son las “corredoras de estación”, un proyecto piloto de la Misión de la Ciudad que opera desde hace pocos meses. Ambas recorren la terminal asistiendo a personas sin hogar, alcohólicas y drogodependientes que convergen en el lugar. Gestionan plazas en albergues de emergencia y visitan el nuevo refugio para personas sin techo en el Stadtgraben, cerca de la estación central.
El municipio construyó recientemente ese refugio y además proveyó casilleros y baños gratuitos para las personas sin hogar. El objetivo municipal es sacar la escena de la vista pública y evitar conflictos entre los distintos grupos.
Para las trabajadoras sociales, la prioridad es otra. “Que todos sean bienvenidos en la estación y que no se expulse o ahuyente simplemente a las personas”, explicaron. No obstante, reconocen que su labor contribuye a que los transeúntes se sientan algo más seguros.
La escena de drogas en el extremo este
Martin Kießling, trabajador social de Mudra, la organización de asistencia a drogodependientes de Núremberg, opera en el acceso oriental de la estación, donde se reúne la escena del consumo. Durante una jornada reciente, se colocó junto a un grupo de hombres que momentos antes protagonizaron una disputa ruidosa. Situaciones como esa generan inquietud entre los pasajeros. Kießling escucha, y ese simple acto reduce la tensión. Cuando surgen conflictos, ocurren principalmente dentro de los mismos grupos, señaló.
Con diez años de experiencia en la zona, conoce los puntos donde se comercializan estupefacientes. Por ejemplo, al sur de la estación, en Nelson-Mandela-Platz. La policía desplegó cámaras móviles en ese sector para disuadir a la escena. “Las personas no se disuelven en el aire”, advirtió Kießling. Según su observación, la escena se desplaza hacia barrios residenciales y patios de escuelas.
Alcohol y la escena nocturna
La estación central de Núremberg no es solamente un punto de tránsito para 130.000 viajeros diarios. Los fines de semana se convierte en punto de encuentro de la escena festiva. Hasta entrada la madrugada se vende alcohol y funciona una discoteca dentro del edificio. Los conflictos resultan inevitables en ese contexto.
Desde 2019, la terminal ocupó el tercer lugar en el ranking nacional de delitos violentos, una posición que ningún actor de la ciudad celebraba. La respuesta fue una ofensiva de seguridad integral contra la violencia, las drogas y la pobreza.
Un punto caliente que mejora
La estación central de Núremberg sigue siendo un punto conflictivo. Aunque la situación mejoró, la Policía y los trabajadores sociales libran una batalla diaria para que las personas no deban sentir temor al transitar por el lugar. El descenso en el ranking nacional, del puesto tres al ocho, valida el enfoque multidimensional aplicado, aunque el desafío persiste.
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