Buenos Aires (AT) – Sin dudas, 2023 fue un año complejo, con los diferentes gobiernos del mundo enfrentando guerras, conflictos, una recesión económica y cambios políticos y sociales profundos. En el corazón de Europa, Alemania continuó desempeñando un papel crucial en el escenario global. Desde el conflicto en Ucrania al ascenso de la ultraderecha, fueron varios los hechos que sacudieron a la población alemana.
En este artículo destacamos los tres eventos más importantes que definieron el curso del país en el transcurso de este año. Estos hechos no solo moldearon la realidad alemana, sino que también tuvieron repercusiones que reverberaron a nivel mundial.
1- La invasión a Ucrania y la renuncia de Lambrecht
La invasión de Ucrania tuvo un fuerte impacto en Alemania, y uno de los cambios notables se dio a principios de año, cuando la ministra de Defensa, Christine Lambrecht, presentó su renuncia indeclinable. Lambrecht era la máxima responsable de las fuerzas armadas y dejó voluntariamente el cargo, aunque ya era muy cuestionada.
En un breve comunicado, expresó: “Hoy he solicitado al canciller federal que me releve del cargo de ministra de Defensa. La atención constante de los medios hacia mi persona durante meses apenas permite un debate objetivo sobre los militares, la Bundeswehr y las decisiones de política de seguridad en beneficio de los ciudadanos de Alemania”.
Lambrecht fue la ministra más controvertida del Gabinete del canciller Olaf Scholz. Un ejemplo puntual fue cuando envió un mensaje de Nochebuena con frases inapropiadas sobre Ucrania, lo que generó numerosas críticas y dejó claro que no podía seguir liderando las fuerzas armadas. A raíz de esto, la ministra pasó a ser objeto de burla del diario Bild, el más leído del país.
2- La economía alemana entra en recesión
Según datos oficiales, el veinticinco de mayo de 2023 la economía alemana experimentó una ligera contracción en comparación con los tres meses anteriores, lo que la colocó en una recesión técnica, la primera desde la pandemia. En marzo de este año la producción industrial alemana ya había experimentado una caída mayor a lo entonces anticipado.
En el primer trimestre, el Producto Interno Bruto (PIB) alemán registró una disminución del 0,3% en el primer trimestre, según la Oficina Federal de Estadística Destatis. En el último trimestre de 2022, ya se había notado una contracción del 0,5%. Recordemos que una recesión se define como dos trimestres consecutivos de contracción.
Según la oficina, el impacto de la inflación en la economía se manifestó en una caída del 1,2% en el consumo de los hogares de un trimestre a otro. Las familias redujeron sus gastos en alimentos, bebidas, ropa, calzado y muebles en comparación con el trimestre anterior. Además, la compra de autos nuevos también cayó por la finalización de los subsidios gubernamentales a finales de 2022.
En el resto del año la situación no mejoró. De hecho, Alemania lidió con las tasas de interés más altas en una década, una inflación elevada y debilidades en el comercio internacional. A partir del próximo año, los especialistas esperan que la demanda interna mejore, impulsada por un aumento real de los salarios.
3- Alemania cierra sus reactores nucleares
El sábado 15 de abril de este año Alemania cerró sus tres últimos reactores nucleares. De ese modo, abandonó este tipo de energía, un viejo compromiso asumido en un contexto de emergencia climática. Las centrales Isar 2 (Baviera), Neckarswestheim (Baden-Wurtemberg) y Emsland (Baja Sajonia) fueron desconectadas de la red eléctrica a la medianoche y así se cerró una etapa histórica.
Ese mismo día, en un video difundido en redes sociales, la ministra de Medio Ambiente, Steffi Lemke, dijo: “Hoy en Alemania se apagan las últimas nucleares. La decisión fue tomada por consenso en el Bundestag (cámara baja del Parlamento alemán) y por varios gobiernos. Es una decisión buena y acertada porque hace nuestro país más seguro”.
Desde 2003, Alemania ya cerró 16 reactores, un proceso que se aceleró en 2011, tras la catástrofe de Fukushima, con el impulso del gobierno de Angela Merkel. Su propuesta de renunciar a la energía nuclear fue aprobada por una amplia mayoría en el Parlamento alemán, con 513 votos a favor y 79 en contra.
Sin embargo, la medida no fue bien recibida por la población en general. Según un sondeo para la cadena ARD, el 59% de los encuestados creyó que abandonar la energía nuclear en el contexto de la guerra en Ucrania no fue una buena idea. La industria y la oposición también criticaron el apagón nuclear.
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