Buenos Aires (AT) – Durante tres años seguidos, Volkswagen consolidó su posición como el segundo fabricante de autos más exitoso a nivel mundial, solo superado por Toyota. Entre los años 2020 y 2022, la compañía logró ventas anuales que oscilaron entre 8.2 y 9.3 millones de vehículos.
El grupo Volkswagen, conformado por 10 marcas europeas, incluyendo Porsche, Audi, Lamborghini, Bentley y Ducati, forjó su reputación a lo largo del tiempo. Sin embargo, su historia se remonta a una época crítica: la Segunda Guerra Mundial. En mayo de 1937, Adolf Hitler, con la visión de un “auto del pueblo”, dio origen a la marca y reclutó a Ferdinand Porsche para diseñar el primer modelo. La ciudad de Wolfsburg fue fundada por Hitler en 1938 para albergar la fábrica de Volkswagen.
Durante la guerra, la planta se destinó a la fabricación de bombas y vehículos militares. Tras la captura de la fábrica por las fuerzas aliadas en abril de 1945, cerca de 8.000 trabajadores fueron liberados, y la ciudad y la fábrica dañadas quedaron bajo control británico después de la rendición de Alemania.
En un giro histórico, Ford rechazó la oportunidad de comprar Volkswagen de forma gratuita. El Mayor británico Ivan Hirst asumió el mando y convenció a sus superiores de que los autos de Volkswagen podrían funcionar como transporte ligero. El Ejército británico respondió con un pedido de 20.000 vehículos, entre ellos 1.785 Tipo I. Este modelo, que evolucionaría para convertirse en el “Beetle”, fue el auto más producido en la historia.
La llegada a Estados Unidos
El Beetle aterrizó en América en 1949, cuatro años después del fin de la guerra. Max Hoffman se convirtió en el primer concesionario oficial de Volkswagen en los Estados Unidos en 1949, y para 1960 ya había vendido 300.000. Hacia 1974, la producción del Beetle se trasladó de Wolfsburg a nuevas plantas en México y Brasil. A partir de 1977, solo se comercializó el Beetle Tipo I en forma convertible en los EE. UU.
En 1998, Volkswagen presentó el New Beetle, que conservaba la forma redondeada característica pero incorporaba características propias del siglo XX, como un techo corredizo, bolsas de aire y un turbocompresor. A pesar de las innovaciones, Volkswagen mantuvo el vínculo con las raíces hippies al incluir un florero como accesorio de concesionario.
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