Buenos Aires / Berlín – La huelga del Sindicato Alemán de Maquinistas (GDL) no solo incluye al transporte de pasajeros, sino también al transporte de carga de Deutsche Bahn, la principal empresa ferroviaria alemana. Se realiza desde ayer martes (9.01.2024) hasta el viernes. Sin embargo, nos no sólo afectará a la propia Deutsche Bahn, sino también a muchas empresas alemanas que venden sus materias primas o transportan sus mercancías por tren, según comenta la plataforma Deutsche Welle (DW).
El impacto de la huelga se hará sentir también en los países vecinos, ya que casi un 60% de los servicios de transporte de mercancías de Deutsche Bahn se llevan a cabo en toda Europa. A través de Alemania, pasan seis de los 11 corredores del transporte de carga en Europa, según el Ministerio alemán de Digitalización y Transporte. “Alemania es el corazón logístico de Europa”, asegura Thomas Puls, del Instituto de la Economía Alemana (IW).
El transporte de mercancías, un reto nacional y continental
Para comprender la magnitud de las huelgas de trenes de carga, vale la pena echar un vistazo a la cantidad de mercancías que se transportan por los rieles. Dos tercios de esos bienes no circulan por las vías, sino por la calle, y solo un quinto por tren. Sin embargo, el transporte de mercancías es muy importante, explica a DW Puls, experto en transporte. “Aunque eso no queda tan claro si se miran las cuotas de mercado, muchos transportes ferroviarios no se pueden gestionar de otra manera, o solo se pueden gestionar con dificultad utilizando otras rutas”.
Las grandes industrias dependen de ese tipo de transportes, por ejemplo, el sector del acero y la industria química, así como los altos hornos siderúrgicos y las centrales eléctricas. Al igual que las partes y los vehículos de la industria automotriz.
Las consecuencias
Si bien Deutsche Bahn es el mayor proveedor en el transporte de mercancías, con una cuota de mercado de casi un 50 por ciento, hay muchos proveedores privados que cubren la otra mitad del servicio. Aunque estos no están directamente en huelga, probablemente sientan las consecuencias de la huelga ferroviaria. “Cuánto más dure una huelga, más amplias son la consecuencias negativas para todo el sector, es decir, también para las empresas ferroviarias que no participan en ella”, dice Marin Henke, director General de la Asociación de Empresas de Transportes de Alemania (VDV).
“Si los señalizadores se declaran en huelga, ya nada funcionará. Entonces no habrá más viajes de emergencia”, afirma Puls del IW. “Ningún tren circula sin un control central de tráfico”. Pero ese es un escenario que no se dio, al menos, durante la última huelga.
Los puertos, paralizados
Además de la competencia de Deutsche Bahn, la huelga también afecta a otras partes de la cadena logística, como los puertos. “Si los puertos ya no tienen espacio para contenedores, eso será realmente problemático”, opina el experto del IW.
Otros puertos europeos también sufrirán las consecuencias del paro de trenes en Alemania, ya que, incluso luego del fin de la huelga, no se podrán mantener conexiones puntuales con los barcos, explica Frank Huster, director general de la Asociación Alemana de Transporte y Logística (BGL), en entrevista con DW.
Un suministro más resiliente
No obstante, la ralentización de la coyuntura económica ayuda un poco a mitigar las consecuencias económicas de la huelga. Dado que la producción industrial está por debajo de su rendimiento, es más fácil posponerla si no se cuenta con las mercancías necesarias, dice Puls. Pero se deben tener en cuenta los costos de la replanificación de la producción y de las cadenas logísticas.
Por lo tanto, las consecuencias económicas de esta huelga ferroviaria de tres días en el transporte de mercancías son difíciles de estimar. En opinión de Puls, solo se producirían pérdidas de producción durante huelgas más largas.
En general, las cadenas de suministro se han vuelto más resilientes luego de la pandemia de coronavirus, señala Huster. La industria cuenta con ciertos recursos para amortiguarlo y ha habilitado depósitos para emergencias. Tampoco la situación en los puertos llegaría a ser crítica, estima Puls.
A pesar de ello, es difícil evaluar los costos de esta huelga de tres días. Si no se paraliza la producción, no habrá costos para calcular en las estadísticas, aclara Puls. Sin embargo, Huster dice que esos costos serán altos debido a los efectos posteriores de las demoras de las cargas. La pérdida de confianza de las empresas logísticas en el transporte ferroviario no se produce solo por las reiteradas fallas técnicas, sino también a causa de una red ferroviaria deteriorada.
Según el acuerdo de coalición firmado en 2021 por el actual Gobierno alemán, la participación del ferrocarril en el transporte en Alemania debería aumentar hasta el 25% hasta 2030. Actualmente, está en un 19%.
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