Buenos Aires / Berlín – No solo en la Argentina, el Parlamento tuvo un arranque del año a puro trabajo. También en Alemania tanto los diputados del Bundestag, como los representantes de los estados federados, reunidos en el Bundesrat, la Cámara Alta, afrontaron una votación clave en la semana que termina. En el caso del Parlamento alemán, este terminó de aprobar el viernes el reñido presupuesto para el año en curso, acordando mantener del denominado “freno de deuda” en un límite máximo de unos 39.000 millones de euros (US$ 42.500 millones).
Tras un retraso de varias semanas, el presupuesto recibió, primero, el visto bueno de los diputados reunidos en la Cámara Baja, el Bundestag. Al cierre del día, hizo lo propio el Bundesrat, la Cámara Alta del Parlamento. El nuevo presupuesto prevé gastos de 476.800 millones de euros (US$ 518.925 millones).
La Ley Fundamental alemana – Grundgesetz – exige limitar el endeudamiento anual adicional, pero permite cierto margen de maniobra en caso de malas expectativas económicas. El límite son los 39.000 millones de euros mencionados. En el Artículo 109, Párrafo 3, se establece que “los presupuestos federales y estatales deben equilibrarse fundamentalmente sin ingresos provenientes de préstamos”. Esto significa que el Estado solo puede gastar, según sus ingresos, derivados de impuestos y tasas.
Un sobrecosto de 60.000 millones de euros
El presupuesto de 2024 planteaba un reto particular a la coalición de gobierno alemana. la administración de Olaf Scholz debió acatar de forma retroactiva una sentencia del Tribunal Constitucional, que declaró inconstitucional unos 60.000 millones de euros en gastos para paliar la pandemia de coronavirus y prohibió reasignar ese dinero.
Los socialdemócratas, verdes y liberales acordaron un programa de austeridad limitado. Este incluye un impuesto más alto para los billetes de avión de pasajeros y la supresión gradual de las ventajas fiscales del diesel agrícola para los agricultores, entre otras medidas.
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