Buenos Aires (AT) – Ford confirmó que reducirá 4.000 empleos en Europa, equivalentes al 14% de su fuerza laboral en la región. La decisión responde a la caída en la demanda de vehículos eléctricos (VE), altos costos operativos y la competencia de fabricantes chinos respaldados por subsidios estatales. De estos despidos, 2.900 tendrán lugar en Alemania y 800 en el Reino Unido, afectando principalmente a las operaciones en Colonia, donde también se reducirá la producción de los modelos eléctricos Explorer y Capri.
A nivel global, la medida impactará al 2.3% de los 174.000 empleados de la empresa. Según Peter Godsell, vicepresidente de Ford Europa, las condiciones actuales del mercado y la demanda más débil de lo esperado han forzado la adopción de medidas drásticas para garantizar la sostenibilidad del negocio en la región.
Problemas estructurales en Alemania
Alemania, la economía más grande de Europa y sede de la planta principal de Ford en Colonia, enfrentará un impacto notable. Este país ya enfrenta tensiones económicas debido a la eliminación de subsidios a los VE a finales de 2023, lo que ha provocado una caída del 28.6% en las ventas de estos vehículos durante los primeros nueve meses de 2024. Además, la incertidumbre política y las tensiones comerciales con China añaden desafíos adicionales.
El director financiero de Ford, John Lawler, envió una carta al gobierno alemán solicitando un apoyo más claro y decidido para la movilidad eléctrica. Según su análisis, el desarrollo de infraestructura de carga y la implementación de incentivos financieros son elementos clave para fomentar la adopción de vehículos eléctricos por parte de los consumidores. Sin embargo, hasta ahora las políticas gubernamentales no han logrado proporcionar el marco adecuado para facilitar esta transición.
La industria automotriz alemana en general enfrenta presiones crecientes. Volkswagen, el mayor fabricante del país, ha advertido sobre posibles cierres de plantas, recortes salariales y despidos masivos como respuesta a la necesidad de reducir costos y mantener la competitividad en un mercado cada vez más globalizado.
Competencia internacional y reestructuración interna
Ford no es el único fabricante en ajustar sus operaciones en Europa. Empresas como Nissan, Stellantis y General Motors también han reducido costos ante la lenta adopción de los VE, que se ven afectados por precios elevados y falta de infraestructura de apoyo. La Unión Europea, por su parte, ha impuesto aranceles a los VE fabricados en China, argumentando que los subsidios otorgados por el gobierno chino crean una competencia desleal en el mercado internacional.
En febrero de 2023, Ford ya había anunciado el recorte de 3.800 empleos en Europa como parte de una reestructuración más amplia. También planea cerrar su planta en Saarlouis, Alemania, en 2025. Marcus Wassenberg, director general de Ford en Alemania, señaló que los altos costos laborales y energéticos en el país hacen necesaria una reestructuración profunda para garantizar la viabilidad futura de las operaciones.
Ventas en caída y falta de incentivos
Las ventas de Ford en Europa han disminuido un 17.9% hasta septiembre, en comparación con una caída general del 6.1% en la industria automotriz europea. Este desempeño resalta las dificultades de la empresa para mantenerse competitiva frente a sus rivales en un mercado desafiante.
La eliminación de subsidios a los VE en Alemania ha jugado un papel clave en esta situación. Los consumidores enfrentan precios elevados y una infraestructura de carga insuficiente, lo que frena la transición hacia los vehículos eléctricos. Según la compañía, la falta de un marco político claro para avanzar en la movilidad eléctrica dificulta aún más la adopción de los VE y pone en riesgo los objetivos de reducción de emisiones de CO2 en la región.
Ford también ha reducido la producción de modelos eléctricos en Europa, una decisión que refleja las dificultades para equilibrar los costos de producción con la baja demanda. En Colonia, la producción de los modelos Explorer y Capri será limitada mientras la empresa evalúa nuevas estrategias para mejorar su posición en el mercado.
Expectativas y posibles medidas futuras
Aunque Ford espera que los recortes ayuden a abordar los problemas estructurales de su operación en Europa, la compañía no descarta medidas adicionales si las condiciones del mercado empeoran. Peter Godsell afirmó que, aunque se están tomando decisiones difíciles, podrían ser necesarias más acciones en el futuro para garantizar la viabilidad de la empresa.
Por otro lado, el impacto económico de los despidos y la reestructuración en Alemania genera preocupaciones sobre la estabilidad del empleo en el país. Los sindicatos han expresado su preocupación por el futuro de los trabajadores y por la capacidad de las empresas para adaptarse a las nuevas demandas del mercado sin poner en riesgo el bienestar de sus empleados.
Ford prevé que el proceso de despidos en Europa se completará a finales de 2027. Mientras tanto, continuará trabajando en conversaciones con los sindicatos para minimizar el impacto social de estas decisiones y garantizar una transición lo más ordenada posible.
El futuro de la movilidad eléctrica
La industria automotriz atraviesa una transformación profunda, impulsada por la transición hacia vehículos eléctricos y las crecientes presiones para reducir emisiones. Sin embargo, esta transición no está exenta de desafíos. Altos costos de producción, incertidumbre política y económica, y falta de infraestructura adecuada han dificultado la adopción masiva de los VE en Europa.
Ford y otros fabricantes enfrentan el reto de equilibrar la innovación tecnológica con la rentabilidad operativa. La colaboración entre la industria y los gobiernos será clave para superar estos desafíos y avanzar hacia un mercado más sostenible y competitivo en los próximos años.
(AT/Reuters)
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