Buenos Aires (AT) – La población de Austria llegó a los 9 millones de habitantes, pero ese crecimiento no se debe a más nacimientos sino exclusivamente a la llegada de inmigrantes. Según un informe oficial divulgado esta semana, el 27,8 % de los residentes tienen origen migratorio, y esa cifra creció un 38,4 % en la última década.
Este dato marca un cambio demográfico que impacta en la estructura social y económica del país. La natalidad se mantiene baja y la población autóctona no alcanza a reemplazarse, por lo que la inmigración actúa como motor del crecimiento.
La inmigración como motor demográfico
El papel de la inmigración en la dinámica poblacional de Austria no es nuevo, pero su peso aumenta con rapidez. Desde hace años, el país registra más muertes que nacimientos, lo que podría llevar a una reducción de la población si no fuera por la llegada constante de extranjeros.

El jefe de Demografía de la Oficina Nacional de Estadística, Stephan Marik-Lebeck, afirmó que la población “crece exclusivamente a través de la migración”. Según los datos presentados, en 2024 residían en Austria 2.51 millones de personas con origen migratorio, es decir, nacidas en el extranjero o con ambos padres extranjeros. Esto representa un 27,8 % del total, frente al 21,4 % de 2015.
En los últimos diez años, esa población aumentó en casi 700 mil personas. De no mediar ese aporte, la cantidad total de habitantes disminuiría rápidamente, alcanzando niveles comparables a la década de 1950.
Perfil de la población inmigrante
Los grupos más numerosos provienen de países vecinos o con vínculos históricos. Los alemanes son el colectivo mayor, con 239.452 personas, seguidos por los rumanos (155.715), turcos (124.788), serbios (122.459), húngaros (112.376), croatas (109.359) y sirios (104.833).
Estos números reflejan patrones de movilidad laboral, lazos culturales y políticas migratorias europeas. Además, el crecimiento sostenido del segundo grupo, los nacidos en Austria con ambos padres extranjeros, indica un proceso de integración y asentamiento a largo plazo.
Marik-Lebeck proyecta que la población superará los 10 millones en 2069, pero solo si la inmigración continúa a los niveles actuales. En caso contrario, la cifra caería a 6,9 millones, una baja del 24 % respecto al año pasado.
Contexto político y social
Austria enfrenta también tensiones en torno a la inmigración y la memoria histórica. Recientemente, la ciudad de Braunau, lugar de nacimiento de Adolf Hitler, decidió cambiar el nombre de dos calles que honraban a figuras vinculadas al nazismo. La medida fue aprobada por mayoría en un voto secreto, con 28 votos a favor y 9 en contra.
El Partido de la Libertad (FPÖ), que tuvo su origen en sectores vinculados al nazismo y es actualmente la primera fuerza política en Austria, se opuso al cambio. Estas decisiones reflejan debates sociales que también inciden en las percepciones y políticas sobre inmigración y diversidad.



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