Buenos Aires (AT) – Desde el 1 de enero de 2025, Austria implementa un innovador sistema de depósito y devolución de envases con el objetivo de reducir el impacto ambiental y cumplir con las normativas de reciclaje establecidas por la Unión Europea. Este modelo, que agrega EUR 0,25 al precio de cada botella de plástico o lata de 10 centilitros a 3 litros, busca incentivar a los consumidores a retornar los envases vacíos para su reciclaje. La cantidad se reembolsa una vez que los envases son devueltos en los puntos designados.
Cómo funciona el sistema de depósito austriaco
El sistema abarca todas las botellas y latas que llevan el logotipo del depósito austriaco y un código de barras legible. Para que los envases sean aceptados, deben estar vacíos, no aplastados, y mantener intacta su etiqueta. Los consumidores pueden devolverlos mediante máquinas automatizadas instaladas en supermercados, que entregan un recibo canjeable por los EUR 0,25. En pequeños comercios y locales de hostelería, el proceso se realiza de forma manual.
Se estima que el 90% de los envases se devolverán a través de las redes de supermercados, un pilar fundamental para el éxito del sistema. Durante 2025, se permitirá un periodo de transición en el que se podrán comercializar productos sin el logotipo distintivo, lo que permitirá a los fabricantes y distribuidores adaptarse gradualmente al nuevo esquema.
Metas ambiciosas para 2027
Austria se estableció el ambicioso objetivo de reciclar 2.200 millones de botellas y latas cada año, con la intención de alcanzar una tasa de reutilización del 90% para 2027. Este modelo se inspira en iniciativas similares aplicadas en otros países europeos, como Alemania, donde los sistemas de depósito y devolución han demostrado ser herramientas eficaces para la gestión sostenible de residuos.
El gobierno austriaco planea lanzar una campaña informativa a partir del 9 de enero para educar a la población sobre los detalles y beneficios de este sistema. La UE exige que todos los países miembros logren una tasa de reciclaje del 90% para 2029, un objetivo que Austria busca alcanzar dos años antes.
Europa y el desafío del reciclaje
En general, Europa se encuentra lejos de los objetivos establecidos. Según un informe del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en 2023 se juntaron únicamente el 41,3% de las botellas de un solo uso puestas en el mercado.
En España, por ejemplo, de acuerdo a la legislación, si no se alcanzan los objetivos intermedios en 2023 o 2027, se implementará en todo el territorio un Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) para garantizar el cumplimiento de las metas de reciclaje. Este modelo es similar al de Austria y consiste en añadir un pequeño costo extra al precio de las bebidas, que se reembolsa al devolver los envases en los puntos de recogida.
La organización Alianza Residuo Cero, que agrupa a 130 entidades de la sociedad civil, destaca que sistemas como el SDDR operan con éxito en más de 50 países y regiones del mundo, logrando recuperar en promedio el 90% de los envases de bebidas para su reutilización o reciclaje.
Un cambio necesario para el futuro
El éxito del sistema austriaco plantea un ejemplo para otros países europeos, incluido España, que enfrentan desafíos similares en la gestión de residuos. Con medidas concretas como estas, no solo se busca cumplir con las exigencias legales, sino también promover una mayor conciencia ambiental entre los ciudadanos.
La reutilización y el reciclaje de envases no solo reducen los desechos: también contribuyen al desarrollo de una economía más circular y sostenible.
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