Buenos Aires (AT) – Situada en el cantón de Valés, a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar, se encuentra la represa hidroeléctrica Nant de Drance. No se exagera cuando se dice “en el corazón de los Alpes suizos” ya que lo único que se puede observar son los dos lagos artificiales, Vieux Emosson y Emosson, utilizados como embalses.
Dentro de la montaña alpina se encuentran las turbinas y la batería que almacena la energía eléctrica producida en la central hidroeléctrica Nant de Drance. Según Alain Sauthier, director de la central: “la capacidad de almacenamiento eléctrico del lago equivale a más de 400.000 baterías de coches eléctricos”.
Funcionamiento de la central hidroeléctrica
La central cuenta con dos embalses, uno inferior y otro en una cota más alta. El agua almacenada en el lago de Vieux Emosson se utiliza para producir electricidad durante los períodos de mayor demanda, mientras que desde el lago de Emosson, situado aproximadamente unos 300 metros más abajo, el agua se bombea al depósito superior y se almacena durante los períodos de sobreproducción energética.
Se destaca la eficiencia de esta “batería ecológica”, que utiliza siempre la misma agua, con una eficiencia superior al 80%. Además, se menciona la elevación de la presa de Vieux Emosson entre 2012 y 2016 para aumentar la capacidad del lago y almacenar más energía.
Importancia de Nant de Drance en el contexto energético futuro
Alain Sauthier subraya la importancia de estos sistemas de almacenamiento de energía en el contexto de la transición hacia fuentes de energía renovable. Con el aumento de la energía solar y eólica, es esencial contar con sistemas de almacenamiento para mantener la red estable.
Explorando el interior de la montaña
Desde la presa de Vieux Emosson, se puede acceder al interior de la montaña a través de 600 metros de túneles, llegando a la sala de máquinas, un espacio impresionante con paredes de hormigón de unos 200 metros de largo por 32 metros de ancho, donde se encuentran las 6 turbinas de bombeo.
Un desafío logístico y de ingeniería sin precedentes en Suiza
La construcción de la central hidroeléctrica Nant de Drance ha representado uno de los mayores desafíos logísticos e ingenieriles para Suiza en los últimos 25 años. En los Alpes del Valais, se han excavado 18 km de túneles para dar vida a este proyecto monumental. Durante el proceso, cientos de camiones han atravesado el túnel principal, transportando una amplia gama de materiales, desde contenedores prefabricados de oficinas hasta válvulas de esfera de más de cien toneladas.
Durante los momentos de mayor actividad, hasta 500 personas trabajaron en la montaña. Alain Sauthier, con satisfacción, destaca que, a pesar de los riesgos inherentes, como incendios y humo, el proyecto ha sido un éxito en términos de seguridad, sin accidentes mortales o graves en los doce años de construcción.
Flexibilidad para adaptarse a la demanda eléctrica
Con una potencia de 900 megavatios, Nant de Drance se posiciona como una de las centrales más potentes de Europa, junto con la de Linthal, en el cantón de Glaris (1.000 MW). Destacando la tecnología punta utilizada, Sauthier resalta especialmente las seis turbinas de bombeo, siendo pocas de estas dimensiones y con esta tecnología en el mundo.
La capacidad de las turbinas para cambiar rápidamente de la producción de electricidad al almacenamiento es esencial para la estabilidad de la red eléctrica. Sauthier señala la importancia de esta flexibilidad en respuesta a las necesidades de la red, evitando riesgos de colapso y posterior apagón como los ocurridos en Texas a principios del año 2022.
Aunque vital para garantizar el suministro de electricidad y la estabilidad de la red en Suiza, Sauthier considera que la central es demasiado grande para el país. Sin embargo, destaca su potencial para desempeñar un papel crucial en la estabilización de la red a nivel europeo, aprovechando la posición estratégica del país alpino en el centro del continente para gestionar el exceso de energía eólica de países vecinos. “Si hay una sobreproducción de energía eólica en Alemania, podemos utilizar el exceso de electricidad para bombear y almacenar agua”, ejemplifica el ingeniero de Nant de Drance.
Las centrales hidroeléctricas como clave del almacenamiento de energía eléctrica
Según la Asociación de Empresas Eléctricas Suizas, en el futuro, las centrales hidroeléctricas de bombeo y turbinado desempeñarán un papel crucial en el almacenamiento y la restitución de electricidad verde en épocas de escasez. Estas instalaciones permiten a Suiza contribuir a la integración de la producción irregular de electricidad en Europa, aunque su efectividad depende en gran medida de la capacidad de las líneas eléctricas existentes.
Desafíos financieros y operativos de la planta de Nant de Drance
La planta de Nant de Drance, propiedad de una empresa gestionada por la eléctrica Alpiq y la compañía ferroviaria suiza, se enfrenta a desafíos financieros y operativos en un mercado eléctrico imprevisible. Alain Sauthier explica que la rentabilidad de la planta depende de su capacidad para reaccionar rápidamente a las fluctuaciones de precios, turbinando cuando los precios son altos y bombeando cuando son bajos.
La esperanza de los operadores de Nant de Drance es que la planta sea rentable a medida que las centrales nucleares cierren definitivamente y las energías renovables sustituyan a los combustibles fósiles. La flexibilidad y eficiencia de estas centrales hidroeléctricas serán fundamentales en la transición hacia un sistema energético más sostenible.
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