Buenos Aires (AT) – El famoso pueblo suizo de Zermatt, a los pies del Matterhorn, es pionero en el campo de la movilidad eléctrica: las calles de Zermatt están cerradas al tráfico de automóviles privados desde 1931, y el primer coche eléctrico, parecido a una caja de juguete, circuló por las calles de Zermatt ya en 1947.
Zermatt: pionera en movilidad sostenible
Y hace más de 35 años, en enero de 1988, se introdujeron en Zermatt los primeros autobuses eléctricos de piso bajo con capacidad para 50 pasajeros que transportaban a lugareños y huéspedes a todas las estaciones del valle de los ferrocarriles de montaña de Zermatt. La electricidad para las baterías procede al 100% de la energía hidroeléctrica, ya que Zermatt cuenta con abundante agua gracias a sus numerosos glaciares y lagos.
Suiza es un líder internacional en materia de movilidad sostenible, sobre todo gracias a la temprana electrificación de la red ferroviaria suiza y a la apuesta por la generación de energía hidroeléctrica. Hoy se da por sentado que los ferrocarriles funcionan con electricidad y que las empresas de transporte público se esfuerzan por operar de la forma más neutra posible para el clima. En la actualidad, el 90% de la energía utilizada para hacer funcionar los trenes de los Ferrocarriles Federales Suizos procede de la energía hidroeléctrica.
Innovaciones en todos los ámbitos: del ferrocarril a la energía solar
Suiza ofrece una amplia gama de opciones de transporte respetuosas con el medio ambiente, aprovechando su experiencia en diversos sectores. Por ejemplo, un sistema energético único para el funicular de Biel-Magglingen recoge la energía solar del tejado de la terminal superior y almacena la energía recuperada del frenado regenerativo, proporcionando más del 30% de sus necesidades energéticas totales.
En un logro notable, el fabricante suizo de trenes Stadler batió recientemente un récord mundial con su tren de pasajeros propulsado por hidrógeno, que recorrió la impresionante cifra de 2.803 kilómetros sin necesidad de repostar ni recargar.
Empresas de nueva creación comprometidas con el “Netzero”
Dado que el transporte tiene el mayor impacto en Suiza, ya que representa el 31% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, la innovación tecnológica en este ámbito es importante para garantizar que Suiza alcance unas emisiones netas nulas de gases de efecto invernadero en 2050.
Mientras que Solar Impulse -un avión que dio la vuelta al mundo sin utilizar combustibles fósiles, sólo energía solar y baterías- tuvo un enorme impacto más allá de las fronteras suizas hace unos diez años, un gran número de startups trabajan en segundo plano para hacer el transporte más sostenible. A continuación una selección de las start-ups más innovadoras y prometedoras en el campo de la movilidad sostenible:
MobyFly: Barcos hidroala con cero emisiones capaces de transportar pasajeros cómodamente a velocidades superiores a 70 km/h y consumir un 95% menos de energía que los transbordadores diésel actuales. Ya funciona un prototipo en el lago Lemán. El primer barco comercial se entregará este año.
ZESST: Está construyendo una flota de barcos propulsados por hidrógeno, silenciosos y ecológicos, que sólo emiten vapor de agua. Gracias a sus hidroalas, las embarcaciones vuelan sobre el agua ofreciendo un confort inigualable a los pasajeros del transbordador y consumiendo un 85% menos de energía.
H55: Empresa derivada de Solar Impulse, esta start-up desarrolla sistemas de propulsión totalmente eléctricos de vanguardia para aviones, haciendo que el transporte aéreo sea silencioso, limpio y asequible.
Tecnología Daphne: La start-up suiza Daphne Technology ha desarrollado un filtro para reducir drásticamente las emisiones nocivas de los grandes cargueros y cruceros y convertir los gases emitidos en abono.
SolarStratos: Una empresa única de tecnología aeronáutica en una misión tripulada cuyo objetivo es llevar por primera vez a la estratosfera un avión propulsado por energía solar.
Qaptis: Qaptis, empresa derivada de la EPFL, ha desarrollado un sistema móvil de captura de carbono que puede reducir hasta un 90% las emisiones de carbono de los camiones de mercancías.
Sirius Aviation: en asociación con BMW y Sauber, una empresa de ingeniería del mundo de la Fórmula 1, presentó dos versiones de su innovador avión eléctrico de despegue y aterrizaje vertical (e-VTOL) con propulsión a base de hidrógeno líquido. El Business Jet, con capacidad para tres pasajeros, y el Millennium Jet, con espacio para cinco pasajeros, prometen una autonomía anunciada de 1.800 km y 1.045 km respectivamente. Estas cifras marcan un avance significativo en la búsqueda de alternativas sostenibles en la aviación.
Destinus: esta empresa está enfocada en desarrollar un nuevo tipo de avión que sea más rápido, alcance mayores alturas y tenga un menor impacto ambiental que los aviones convencionales. Para lograr esto, la empresa ha inaugurado su propia planta de hidrógeno con el fin de desarrollar las tecnologías necesarias. Su objetivo: un avión hipersónico impulsado por hidrógeno verde.
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