Buenos Aires (AT) – En Alemania, las empresas familiares no solo representan una parte esencial del tejido económico, sino que también lideran la innovación y la sostenibilidad en sectores clave. Figuras como Stefan Quandt, Klaus-Michael Kühne, Reinhold Würth y Susanne Klatten encabezan compañías e inversiones que abarcan desde la automoción hasta la tecnología verde. Estos nombres, sinónimo de grandes fortunas, reflejan el compromiso de sus empresas con la economía alemana y su estabilidad en el ámbito internacional.
Inversiones diversificadas: la estrategia de los superricos
En la cima de las fortunas alemanas se encuentran nombres como el de Stefan Quandt, cuyo capital de US$ 21,6 mil millones proviene en gran parte de BMW, donde posee un 27% de los derechos de voto. Sin embargo, su influencia económica no se limita al sector automotor. A través de sus firmas de inversión Delton y Aqton, Quandt apuesta por áreas como la logística, las energías renovables y la seguridad digital, siendo inversor en compañías como Logwin AG y Entrust, que ofrecen soluciones de seguridad a nivel global.
Por su parte, Klaus-Michael Kühne, con un patrimonio estimado de US$ 39,2 mil millones, ha orientado sus inversiones hacia la logística y el transporte. Kühne es el mayor accionista de la firma de transporte Kühne + Nagel y controla el 30% de Hapag-Lloyd, una de las mayores navieras del mundo. Además, posee una importante participación en la aerolínea Lufthansa y ha expandido su influencia en el sector de la movilidad al involucrarse con Flix SE y otros activos en bienes raíces de lujo.
Las empresas familiares como “Hidden Champions”
Alemania es conocida por sus “Hidden Champions”, empresas familiares que, aunque desconocidas en el ámbito global, son líderes en nichos industriales específicos. Estas empresas, que representan casi la mitad de la economía alemana, se distinguen por una visión a largo plazo y una constante reinversión en investigación y desarrollo. Reinhold Würth, por ejemplo, ha convertido a la Würth-Gruppe en un referente mundial en productos de fijación y montaje, con operaciones en más de 80 países. Este modelo de empresa, enfocado en la estabilidad y el control familiar, permite una expansión sostenida y una adaptación constante a los desafíos del mercado global.
Innovación y sostenibilidad: el compromiso de Susanne Klatten
Susanne Klatten, quien posee aproximadamente 21% de las acciones de BMW junto a su hermano, se ha destacado en el ámbito de las tecnologías sostenibles. A través de su empresa de inversiones SKion, Klatten ha impulsado proyectos en sectores tan diversos como la química y las energías renovables. Uno de sus enfoques principales ha sido el reciclaje de aceite, a través de Avista Oil, y la producción de energía eólica con la empresa Nordex. Además, su compromiso con el emprendimiento se ve reflejado en su participación en UnternehmerTUM, un centro de innovación en colaboración con la Universidad Técnica de Múnich (Technische Universität München).
Dieter Schwarz, el hombre más rico de Alemania, ha seguido una estrategia diferente. A través de Lidl y Kaufland, Schwarz ha construido un imperio de supermercados en Europa, manteniendo un perfil bajo y reinvirtiendo en su comunidad local. Con un patrimonio estimado de 22,1 mil millones de dólares, Schwarz es también conocido por su filantropía, invirtiendo en educación y en fundaciones benéficas. Su caso representa cómo los líderes de empresas familiares alemanas no solo buscan el beneficio económico, sino también contribuir al bienestar social.
Comparación con la Argentina
Estas empresas familiares no solo simbolizan el éxito económico, sino también un compromiso con la responsabilidad social y ambiental que influye en la reputación de la economía alemana. En Argentina, la existencia de empresas familiares también representa una parte significativa del tejido económico. Sin embargo, el contexto presenta desafíos distintos, tales como la volatilidad económica y un acceso limitado a financiamiento, que pueden dificultar el crecimiento sostenible de estas compañías.
En Alemania, el modelo de los “hidden champions” ha logrado un equilibrio entre la expansión y la preservación de los valores familiares, algo que Argentina podría observar de cerca. Adoptar prácticas de inversión en innovación y sostenibilidad, como lo hacen los principales empresarios alemanes, podría contribuir al desarrollo de empresas familiares argentinas en sectores de alta competitividad.
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