Buenos Aires (AT) – Solo un pequeño número de personas en las economías líderes y más pobladas de Europa occidental – Gran Bretaña, Francia y Alemania – confía en que Estados Unidos garantizará su seguridad en la próxima década, según una encuesta publicada el miércoles, antes de unas elecciones en las que Donald Trump pone en duda las alianzas.
El Instituto para Asuntos Globales del Grupo Eurasia, en la encuesta representativa entre la población de la tres naciones de Europa occidental, reveló que aún más personas esperan que Estados Unidos sea al menos “algo” fiable.
No obstante, solo un 6% de los encuestados cree que Estados Unidos podrá ser un garante “muy fiable” de la seguridad europea durante la próxima década, en comparación con el 24% de los estadounidenses que creen que su país es muy fiable.
Mark Hannah, un investigador principal en el instituto, comenta que es la primera vez que se hace esta pregunta en la encuesta anual, pero que la baja cifra es sorprendente después de dos años con el presidente Joe Biden apoyando firmemente a Ucrania contra la invasión rusa.
“El hecho de que Estados Unidos contribuya en la medida que lo hace, y aun así solo el seis por ciento de los encuestados en Europa occidental piense que Estados Unidos es muy fiable, es notable y muestra esta falta de certeza o confianza en las garantías americanas”, dice.
Hannah, quien anteriormente trabajó en la política del Partido Demócrata, menciona que la razón más probable para las dudas es Trump, quien describe tanto a la OTAN como la asistencia a Ucrania como desperdiciadas e injustas para Estados Unidos.
Los legisladores del Partido Republicano de Trump bloquean la ayuda militar fresca a Ucrania durante meses, citando disputas no relacionadas sobre migración.
Mayorías en los tres países europeos, así como en Estados Unidos, dicen que Washington debería mantener o aumentar el número de tropas en Europa, pero al mismo tiempo, solo un pequeño número cree que Estados Unidos debería asumir la responsabilidad “principal” de la defensa de Europa.
En Francia, que lidera durante mucho tiempo los llamados a que Europa desarrolle su propio arreglo de seguridad, el 31% dice que Europa debería gestionar su propia defensa y mantener una relación “más neutral” con Estados Unidos, un porcentaje más alto que en otros países.
Biden, a lo largo de su carrera un defensor dedicado de los lazos entre Estados Unidos y Europa, se encuentra en una carrera reñida contra Trump, con el presidente de 81 años rezagado en las encuestas. El actual presidente recibe pocos votos de los europeos en la encuesta cuando se les pregunta qué jefe de estado da el ejemplo más positivo para el mundo.
El presidente francés Emmanuel Macron disfruta de un mayor apoyo, con el 33% de los alemanes y el 25% de los franceses diciendo que él da el ejemplo más positivo.
La encuesta, realizada con YouGov, alcanza a 3.360 adultos en Gran Bretaña, Francia, Alemania y Estados Unidos del 8 al 15 de abril.
Estados Unidos y Europa: un histórico vínculo transatlántico
El vínculo entre Estados Unidos y Europa tiene sus raíces en la colonización del continente americano por parte de las potencias europeas en los siglos XVI y XVII. Las trece colonias británicas en América del Norte se convirtieron en el crisol donde se gestaron las ideas de libertad y democracia que eventualmente darían lugar a la Revolución Americana de 1776. Este evento marcó el comienzo de una relación independiente entre Estados Unidos y Europa, sentando las bases para futuras interacciones.
Durante el siglo XIX, las relaciones entre Estados Unidos y Europa estuvieron marcadas por la expansión hacia el Oeste por parte de los estadounidenses y por la creciente influencia de Europa en el escenario global. Mientras Estados Unidos consolidaba su territorio y se convertía en una potencia continental, las potencias europeas competían por el dominio colonial en África, Asia y América Latina. Aunque en ocasiones surgieron tensiones, como en el caso de la Doctrina Monroe de 1823 que proclamaba la hegemonía estadounidense en América, las relaciones en general se caracterizaron por una relativa estabilidad.
El siglo XX presenció una transformación radical en las relaciones entre Estados Unidos y Europa, especialmente con el estallido de las dos guerras mundiales. Durante la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos emergió como un actor clave al intervenir en apoyo de las potencias aliadas, marcando su entrada en el escenario internacional. Tras el conflicto, el presidente Woodrow Wilson promovió la creación de la Sociedad de Naciones como un paso hacia la cooperación global.
Sin embargo, el período entre guerras estuvo marcado por tensiones económicas y políticas, especialmente con el surgimiento del totalitarismo en Europa. La Segunda Guerra Mundial consolidó la alianza entre Estados Unidos y Europa occidental, con la participación estadounidense en el conflicto que contribuyó significativamente a la derrota de las potencias del Eje. Tras la guerra, se establecieron instituciones como la OTAN y la Unión Europea para promover la seguridad y la integración económica en la región.
La Guerra Fría definió gran parte de las relaciones entre Estados Unidos y Europa durante la segunda mitad del siglo XX. La división del continente europeo en dos bloques, liderados por Estados Unidos y la Unión Soviética respectivamente, generó tensiones y conflictos, pero también impulsó la cooperación transatlántica en materia de seguridad y defensa. La OTAN se convirtió en un pilar fundamental de la estrategia de contención frente al comunismo, mientras que Estados Unidos proporcionaba asistencia económica a través del Plan Marshall para la reconstrucción de Europa occidental.
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