Buenos Aires (AT) – En septiembre de 2024, la Agencia Espacial Alemana (DLR) y la Agencia Espacial Europea (ESA) presentaron la Instalación Análoga LUNA, un entorno diseñado para simular las condiciones de la superficie lunar, según informa DW. Esta instalación es parte de los preparativos de Europa para futuras misiones a la luna, con la meta de garantizar que los astronautas estén preparados para enfrentar los desafíos técnicos y operativos que encontrarán en la exploración lunar.
LUNA no es solo una representación física del paisaje lunar. Se trata de un complejo espacio de entrenamiento que utiliza regolito artificial, creado a partir de suelos volcánicos de Italia, Alemania y Noruega, con el propósito de replicar la textura y características del suelo lunar. Aunque aún en fase de desarrollo, este centro de entrenamiento tiene el potencial de desempeñar un papel crucial en las próximas misiones lunares y, eventualmente, en los esfuerzos por explorar Marte.
Simulando el paisaje lunar
La Instalación Análoga LUNA abarca 700 metros cuadrados de superficie cubierta con regolito artificial, que imita la superficie polvorienta y rocosa de la luna. Este regolito simulado proviene de materiales volcánicos, recolectados en sitios como el monte Etna en Italia y la región de Eifel en Alemania, lo que asegura que los astronautas puedan entrenarse en un entorno lo más parecido posible al lunar.
Durante la inauguración de LUNA, los astronautas Matthias Maurer y Thomas Pesquet realizaron una demostración de cómo los astronautas podrían explorar la luna en misiones futuras. Con trajes espaciales completos, caminaron a través del regolito artificial, utilizando herramientas especializadas como palas de mango largo y un carro de muestras. Los astronautas, además, contaron con la asistencia de un perro robot, un ejemplo de cómo la tecnología robótica puede facilitar el trabajo en condiciones extremas.
Uno de los aspectos que más se destacó durante la demostración fue el intento de replicar las condiciones de iluminación que los astronautas enfrentarán en la luna. La luz solar, en la luna, llega desde ángulos bajos, creando sombras profundas que dificultan la visibilidad. Esta situación fue recreada en LUNA mediante el uso de una iluminación especial diseñada para simular las sombras y la luz cegadora que los astronautas encontrarán en los cráteres lunares.
Sin embargo, aunque LUNA recrea con éxito muchas de las condiciones de la superficie lunar, hay un aspecto crucial que todavía no se ha resuelto: la gravedad lunar. Los astronautas en la luna experimentan una gravedad que es solo una sexta parte de la de la Tierra, lo que les permite moverse de manera diferente a como lo hacen en condiciones normales de gravedad. Durante la demostración en LUNA, los astronautas caminaron en lugar de saltar como lo hicieron los astronautas del Apolo 11 en 1969. La instalación aún no cuenta con un sistema que simule la gravedad reducida de la luna, lo que representa uno de los principales desafíos que los ingenieros esperan superar.
El desafío de la gravedad lunar
Simular la gravedad lunar dentro de LUNA representa uno de los mayores retos para los ingenieros del proyecto. A diferencia de las piscinas o los vuelos parabólicos, que pueden replicar los efectos de la microgravedad y de la ingravidez en los entrenamientos actuales de astronautas, LUNA se encuentra en tierra firme, lo que complica la recreación de estas condiciones. Los vuelos parabólicos, por ejemplo, permiten a los astronautas experimentar breves periodos de ingravidez mientras los aviones realizan maniobras ascendentes y descendentes en ángulos pronunciados. Las piscinas de entrenamiento, por su parte, permiten a los astronautas realizar ejercicios simulados en trajes espaciales bajo el agua, imitando la resistencia de la microgravedad.
En el caso de LUNA, se estudia el desarrollo de un sistema llamado “compensación de gravedad”. Este sistema colgaría a los astronautas de cables conectados a sus trajes espaciales, reduciendo el peso que experimentan mientras caminan y simula, en cierta medida, las condiciones de gravedad lunar. Aún en fase de prototipo, el sistema de compensación de gravedad es visto como una herramienta esencial para asegurar que los astronautas se adapten a la movilidad en la superficie lunar.
El objetivo de LUNA es proporcionar un entorno lo más cercano posible a la realidad lunar para entrenar a los astronautas de futuras misiones. Casini, el ingeniero aeroespacial encargado del proyecto, lo describe como un laboratorio donde las tecnologías espaciales pueden ser probadas en un ambiente controlado. Aunque todavía no existe una solución completa para la simulación de la gravedad lunar, los ingenieros trabajan en estrecha colaboración con expertos en otras áreas para desarrollar las mejores herramientas posibles.
LUNA y el futuro de la exploración lunar
El desarrollo de la Instalación Análoga LUNA se enmarca dentro de los esfuerzos más amplios de Europa para consolidar su presencia en el espacio y apoyar las futuras misiones lunares. Aunque el programa Artemis de la NASA lidera la iniciativa de regresar a la luna, Europa también mantiene ambiciones propias. Se prevé que, para la década de 2030, las agencias espaciales europeas podrán llevar a cabo misiones tripuladas a la luna de manera independiente.
Además de su función como centro de entrenamiento, LUNA está preparada para ser utilizada como un laboratorio para probar nuevas tecnologías. A medida que las misiones lunares se vuelven más complejas, se requerirán innovaciones en áreas como la robótica, los sistemas de soporte vital y la protección contra los efectos dañinos del regolito lunar. El regolito, compuesto por partículas finas y abrasivas, representa un desafío técnico significativo. Este polvo lunar puede dañar el equipo eléctrico, bloquear mecanismos móviles y comprometer la integridad de los trajes espaciales. En LUNA, los ingenieros y astronautas pueden experimentar de primera mano estos desafíos y buscar soluciones antes de enfrentarse a ellos en la luna.
El centro también se conecta con otros centros de control de misiones en todo el mundo, incluidos la NASA en Houston y el Centro de Operaciones Espaciales de Alemania (GSOC) en Múnich. Esta conectividad permitirá realizar simulaciones de misiones de manera remota, lo que significa que equipos en Europa y Estados Unidos podrán coordinarse en tiempo real para guiar a los astronautas a través de escenarios de entrenamiento.
LUNA no se limita al entrenamiento lunar. Existen planes para expandir las capacidades del centro, incluyendo la creación de un entorno de entrenamiento para Marte. Adyacente a la instalación principal, se encuentra un terreno vacío que podría ser utilizado para desarrollar un módulo análogo para la exploración marciana. Este módulo permitiría a los astronautas entrenarse en condiciones similares a las que enfrentarán en Marte, incluidas las temperaturas extremas y los desafíos de la movilidad en un planeta con una gravedad diferente.
En su totalidad, LUNA representa un esfuerzo a largo plazo para preparar a los astronautas europeos para misiones espaciales más allá de la órbita terrestre. Con el tiempo, la instalación se convertirá en un recurso valioso no solo para Europa, sino también para otros países interesados en colaborar en la exploración espacial. Las lecciones aprendidas en LUNA contribuirán al desarrollo de nuevas tecnologías y enfoques para resolver los desafíos más complejos de la exploración lunar y marciana.
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