Buenos Aires (AT) – Hans Riegel, nació en 1893 en Friesdorf, cerca de Bonn, aprendió el oficio de confitero y se convirtió en socio de la empresa Heinen & Riegel. El 13 de diciembre de 1920, fundó HARIBO (HAns RIegel BOnn) y, con tan solo un saco de azúcar, un tablero de mármol, un taburete, una estufa, un caldero de cobre y un rodillo, comenzó a producir dulces en la lavandería de un patio interior. En 1921, su esposa Gertrud, quien hacía las entregas en bicicleta, se convirtió en la primera empleada de la nueva empresa.
Hans Riegel colocó la primera piedra del éxito de Haribo al inventar el Osito Bailarín (Tanzbären), una figurita de oso hecha de caramelo de goma que más tarde se hizo mundialmente famosa como el legendario Osito de Oro de Haribo. Era más grande que los Ositos de Oro actuales, pero también más delgado. En aquella Alemania inflacionaria, épocas de la República de Weimar, dos Ositos Bailarines costaban tan solo un centavo.
El incremento de la demanda obligó a realizar una inversión inicial en tecnología de transporte más moderna: Haribo adquirió el primer coche equipado con carteles publicitarios para seguir abasteciendo a sus clientes. Hasta ese momento, la producción diaria se entregaba en bicicleta, e incluso la esposa de Riegel seguía participando en el reparto.
La familia Riegel se agranda y la empresa también
Hans, el primogénito de tres hermanos, fue seguido por su hermana Anita en 1924 y su hermano Paul en 1926. A mediados de los años 40, Hans y Paul asumieron la dirección de la empresa Haribo.
Los representantes comerciales ya suministraban productos Haribo por toda Alemania. En 1933, ya se podía hablar de una PYME con aproximadamente 400 empleados. Al mismo tiempo, se terminó el edificio principal de la fábrica de Bonn. La última genialidad fue su eslogan publicitario, tan simple como pegajoso: “Haribo macht Kinder froh”, que en español se podría traducir por “Haribo hace felices a los niños”. Además, la familia del Osito Bailarín creció con un nuevo pariente: el Osito Teddy.
La Segunda Guerra Mundial pone en riesgo la empresa
La guerra y la escasez de materias primas impactaron duramente en la economía y Haribo también se vio afectada. Además, en 1945, también falleció con solo 52 años el fundador de la empresa, Hans Riegel. Su esposa Gertrud tomó el relevo en la dirección de la empresa durante la inmediata posguerra.
Tras la conclusión de la Segunda Guerra Mundial, se inició la reconstrucción de la empresa con tan solo 30 empleados. En 1946, los hermanos Hans y Paul Riegel reemplazaron a su madre en la dirección de la empresa. Hans Riegel asumió la responsabilidad del área comercial, de marketing y ventas, mientras que su hermano Paul encabezó el departamento de producción. El éxito no se hizo esperar: en 1950, tan solo cinco años después de la guerra, Haribo ya contaba con aproximadamente 1000 empleados.
Nacen oficialmente los Ositos de Oro y llegan a la TV
Los Ositos de Oro Haribo salieron al mercado. El enorme éxito de este dulce, su producto icónico, hizo que Haribo solicitara un certificado oficial de nacimiento para sus Ositos de Oro. En 1967, la agencia alemana de patentes reconoció oficialmente los Ositos de Oro como marca registrada.
Desde sus inicios, Haribo se percató de la importancia de la televisión, un nuevo medio de comunicación en aquel momento. La publicidad de Haribo se emitió por primera vez en la televisión alemana. A mediados de los 60, se completó su eslogan publicitario “Haribo macht Kinder froh” con el añadido “und Erwachsene ebenso”, que en español se traduce como ” Haribo hace felices a los niños y también a los adultos”.
Los años 70 trajeron consigo un cambio en las expectativas estéticas de los clientes que terminó traduciéndose en la evolución de la forma de los Ositos de Oro: la posición de las patas, inicialmente más separadas, se cerró, y los Ositos de Oro adquirieron el aspecto compacto y estilizado que conservan hasta el día de hoy.
En 1989, los Ositos de Oro modificaron su apariencia: los colores se volvieron un poco más pálidos porque se obtenían a partir de concentrados de frutas y plantas. En el empaque, apareció por primera vez la ilustración del Osito de Oro amarillo con un lazo rojo. Para celebrar su 85º aniversario, los Ositos de Oro estrenaron un nuevo sabor y un nuevo diseño de bolsa. Además, a los tradicionales cinco sabores: frutilla, limón, naranja, ananá y frambuesa, incorporaron un sexto sabor, el de “manzana”. Los consumidores ya podían disfrutar de unos Ositos de Oro mucho más jugosos.
Haribo comenzó su expansión a nivel internacional a finales de ese período, comenzando por Francia y continuando su crecimiento por el resto de Europa. No fue sino hasta 1982 que la marca finalmente desembarcó en Estados Unidos, estableciendo una oficina de ventas en Baltimore, Maryland.
Mueren los hermanos Riegel y la Haribo se muda
El copropietario Paul Riegel murió inesperadamente el 2 de agosto de 2009. Había sido el responsable de producción y tecnología. Como inventor consumado, había diseñado él mismo muchas máquinas, incluyendo su invento más conocido: la máquina de enrollar ruedas de regaliz. Paul Riegel había participado en numerosos proyectos y organizaciones sociales, logrando un reconocimiento unánime.
Hans Riegel murió el 15 de octubre de 2013. Había dirigido el destino comercial de Haribo durante 67 años y se había convertido en el director general en ejercicio de mayor antigüedad en Alemania. Dejó una profunda huella en Haribo e influyó decisivamente en el sector de las golosinas a nivel nacional e internacional. Hans Riegel había dedicado toda su vida a Haribo.
En 2013, los socios de Haribo GmbH & Co. KG votaron por una nueva sede en Renania-Palatinado, en el municipio de Grafschaft. Al año siguiente, se adquirió un terreno de 27 hectáreas que estaba muy bien comunicado y proporcionaba suficiente espacio para un gran centro de logística, una de las líneas de producción de tres niveles más avanzadas y un nuevo edificio administrativo moderno.
El 2 de mayo, los empleados comenzaron a trabajar en Grafschaft, la nueva sede de Haribo Alemania y sede central internacional del Grupo Haribo. Hans Guido Riegel dijo: “Un gran paso para nosotros y para Haribo y otro importante hito en la historia de la empresa”. Añadió: “Bonn siempre será parte de Haribo”.
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