Alemania atraviesa un cambio profundo en su política de defensa, marcado por una inversión sin precedentes que busca transformar a la Bundeswehr, su ejército, en la fuerza convencional más poderosa de Europa.
La nueva coalición liderada por el canciller Friedrich Merz comprometió un gasto equivalente al 3,5% del producto bruto interno (PBI) en defensa, junto con la creación de un fondo especial de EUR 400.000 millones para acelerar la modernización. Este giro responde a la creciente amenaza de Rusia y a la presión constante de Estados Unidos, luego de décadas de recortes y desinversión en materia militar.
El fin de una era y el comienzo de una nueva política de defensa
Desde el fin de la Guerra Fría, Alemania redujo sustancialmente su gasto militar y el tamaño de sus fuerzas armadas. La invasión de Rusia a Ucrania en 2022 obligó a reconsiderar esa estrategia. El entonces canciller Olaf Scholz anunció un “punto de inflexión” y creó un fondo de EUR 100.000 millones para la Bundeswehr. Sin embargo, la actual coalición, liderada por Merz, fue más allá y multiplicó esa cifra, dando luz verde a un fondo especial de EUR 400.000 millones para la defensa.

El objetivo es claro: superar los límites impuestos por la Constitución alemana que restringe el gasto público y fortalecer la capacidad operativa del ejército. Con el aumento a 3,5% del PBI, Alemania duplicará la inversión en defensa en los próximos cinco años.
Fue así que la Bundestag, la Cámara Baja del Parlamento alemán, aprobó en marzo una reforma constitucional que incluyen la exclusión del límite de endeudamiento para todo gasto militar que supere el 1% del PBI, unos 43.000 millones de euros. Se sancionó con más de los dos tercios de apoyo que necesitaba la reforma.
Primera presencia militar permanente en el extranjero desde la Segunda Guerra Mundial
Un ejemplo contundente de esta nueva postura se observa en el despliegue de la 45ª Brigada Panzer en Lituania. Para finales de 2027, cerca de 4.800 soldados alemanes, junto con 200 civiles, estarán destinados en forma permanente a ese país báltico. La medida representa la primera vez que tropas alemanas permanecen de manera no rotativa fuera del territorio nacional desde la Segunda Guerra Mundial.
Este movimiento forma parte del esfuerzo de la OTAN para reforzar el flanco oriental frente a la amenaza rusa. Además de ser un símbolo político, implica un cambio estratégico que marca el compromiso alemán con la defensa colectiva en Europa.
Retos y desafíos para recuperar la capacidad operativa
Actualmente, la Bundeswehr cuenta con aproximadamente 182.000 soldados en actividad. El Ministerio de Defensa apunta a aumentar ese número a 203.000 para 2031. La captación de personal fue un problema persistente durante años, pero en 2025 se registró un aumento inédito en el ingreso de nuevos reclutas, no visto desde la época de la Alemania Occidental en la Guerra Fría.
Este repunte responde tanto a las inversiones como al reconocimiento creciente del peligro que representa Rusia para la estabilidad europea. No obstante, hacer que la Bundeswehr sea verdaderamente “combatiente” demandará más que fondos: requerirá un cambio cultural, planificación a largo plazo y un uso eficiente de los recursos. Se trata de un proceso complejo y prolongado, dado que parte del presupuesto incluye gastos que no inciden directamente en la preparación operativa.
La presión de Estados Unidos, que durante la administración Trump exigió a sus aliados cumplir con al menos el 2 % del PBI en defensa, también influyó en este giro. Aunque el tono de las críticas generó rechazo, la insistencia en la necesidad de mayor compromiso militar se mantiene vigente y ha contribuido a acelerar esta transformación.

En ese contexto, en las últimas semanas se reinstaló el debate sobre el posible regreso del servicio militar obligatorio. De hecho, el ministro de Defensa, Boris Pistorius (SPD), confirmó que el país necesita entre 50.000 y 60.000 soldados activos adicionales, lo que supone un crecimiento del 30% respecto a los actuales 182.064 efectivos registrados por el Ministerio de Defensa en marzo de este año.



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