Buenos Aires (AT) – En la encrucijada de una sociedad legalmente rigurosa, Alemania se erige como un escenario de acontecimientos judiciales que, sin importar la naturaleza del delito, exige a los individuos, en especial si sos extranjero, enfrentarse a un proceso legal meticuloso. Desde infracciones de tránsito hasta participación en protestas, cada ciudadano, independientemente de su nacionalidad, se encuentra bajo la sombra de las leyes alemanas y puede ir preso.
Aunque parezca obvio, es importante subrayar que no conocer la ley alemana no es una excusa válida. Ni siquiera el pasaporte nacional brinda un escudo protector ante cualquier nivel de enjuiciamiento. Entonces, ¿cómo se desenvuelve el proceso judicial para quienes se encuentran al borde del arresto?
¿Cuándo se puede ser detenido?
En Alemania, la policía tiene el poder de detenerte y llevarte a la comisaría local en varias circunstancias: si hay una orden de arresto en tu contra, si existen fundamentos para emitirla, si te sorprenden cometiendo un delito, o si se espera que abandones el país para evadir la justicia y tu identidad no puede confirmarse.
Durante el proceso de arresto, la policía tiene la obligación de informarte sobre los motivos de tu detención, el inicio de los procedimientos en tu contra y tus derechos. Este conocimiento debe ser transmitido en inglés u otro idioma que comprendas.
Conocer los derechos
Al igual que en otros sistemas legales, en Alemania los acusados cuentan con ciertos derechos fundamentales. En otros, el derecho a permanecer en silencio, a negarse a cooperar en los procedimientos y a designar a un abogado defensor de su elección o solicitar la ayuda de un abogado designado por el estado.
Es importante tener en cuenta el derecho a solicitar un intérprete para no firmar ni aceptar nada que no se entienda. Además, se tiene el derecho de informar a familiares cercanos sobre el arresto y de notificar a la embajada o consulado del país de origen.
El proceso inicial
La ley exige que, al día siguiente del arresto, el individuo sea llevado a la corte. En esta primera comparecencia, un juez determinará si el acusado puede ser liberado sin cargos, multado o puesto en prisión preventiva hasta el juicio.
La prisión preventiva se reserva para casos en los que se sospecha que el acusado cometió cometido el delito. Los prisioneros extranjeros, considerados más propensos a fugarse, tienen altas probabilidades de quedar en prisión preventiva en vez de conseguir una fianza. En Alemania, una persona no puede permanecer en prisión preventiva por más de seis meses.
El ingreso a la cárcel
En caso de ser puesto en prisión preventiva, el individuo será alojado en una celda temporal hasta la fecha del juicio. A su llegada, se recopilarán detalles como nombre, dirección y nacionalidad, así como información relevante para determinar el tratamiento en la cárcel.
Las celdas de prisión deben cumplir con requisitos específicos, como un tamaño mínimo de ventana, presencia de agua corriente y un inodoro. También se puede informar a la prisión sobre la intención de notificar a la embajada del país de origen.
Los primeros días incluirán un chequeo médico, que puede incluir radiografías y análisis de sangre. Además, la prisión tiene la obligación de informar sobre los derechos y responsabilidades del recluso, con la posibilidad de solicitar una copia en inglés. También se puede solicitar una cita con un trabajador social de la prisión mediante una solicitud escrita.
En caso de sufrir maltrato, existen diversas autoridades a las que recurrir. Además de hablar con el director de la prisión, se puede contactar con la autoridad supervisora (Aufsichtsbehörde) para presentar una queja oficial llamada Dienstaufsichtsbeschwerde.
Deportación: ¿qué puede pasar?
Los visitantes a largo plazo en Alemania deben tener un permiso de residencia o, en su defecto, un permiso temporal que cubra el lapso intermedio mientras se revisan las solicitudes de asilo.
Los solicitantes con condenas de tres años o más deben ser deportados, pero en casos de delitos menos graves la autoridad judicial puede decidir si deportar o no al individuo. Aquellos con familia alemana o empleo estable tienen menos probabilidades de ser expulsados por delitos menores.
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