Buenos Aires (AT) – En medio de los titulares económicos europeos, Grecia emerge como un ejemplo de superación de la crisis financiera que asoló la región en la década de 2010. Con un sólido crecimiento económico, finanzas estatales consolidadas y una reducción importante de la deuda, el país helénico dejó atrás las sombras que alguna vez preocuparon a la Unión Europea.
La pregunta que surge naturalmente es si Argentina, que enfrenta hace años desafíos económicos persistentes, podría aprender algo del renacimiento económico griego.
Según informes oficiales, Grecia proyecta un crecimiento económico del 2,4% para el próximo año, superando las modestas expectativas del 0,6% para la Unión Europea. El Ministro de Finanzas, Kostis Hatzidakis, anticipa un aumento del 2,9% en el PBI, según el proyecto de presupuesto de 2024, respaldado en gran medida por un aumento del 15,1% en las inversiones, alimentado por los fondos de la UE del plan Next Generation EU.
En el caso argentino, con una economía marcada por la volatilidad, la pregunta crucial es si las inversiones pueden desempeñar un papel similar como motor de crecimiento. Grecia ha demostrado que una gestión efectiva de los fondos europeos puede ser clave. Esto plantea el interrogante sobre si Argentina podría explorar estrategias similares para atraer inversiones y estimular el crecimiento económico.
Turismo: un catalizador para Grecia
El turismo fue un pilar esencial en la recuperación griega. Se estima que contribuyó aproximadamente al 20% del PBI. Con 27.8 millones de turistas extranjeros en los primeros tres trimestres de 2023, Grecia vivió un crecimiento constante y superó los ingresos turísticos del año récord pre-crisis en EUR 1.8 mil millones.
En Argentina, el turismo también es históricamente un sector importante. La pregunta es si el país puede capitalizar su belleza natural y recursos culturales de manera similar. De hecho, según el SINTA, durante los primeros nueve meses del 2023, Argentina registró la visita de 5.3 millones de turistas no residentes. Entre todos desembolsaron aproximadamente USD 3.710 millones, según datos recopilados por el Ministerio de Turismo. Sólo en septiembre del 2023 ingresaron al país 580 mil personas procedentes de diversas partes del mundo.
Así, Argentina se erige como el país líder en la región en la recepción de turistas extranjeros en lo que va del año. Las proyecciones gubernamentales sugieren que, al cierre de 2023, la cifra de visitantes extranjeros superará los siete millones, con un gasto estimado que superará los USD 5.000 millones. Ambas cifras representan un incremento considerable en comparación con los datos de hace cuatro años.
Consolidación fiscal y reducción de deuda
Por su parte, Grecia, una vez acosada por un déficit presupuestario del 15% del PBI, logró una impresionante consolidación fiscal. Con un déficit del 2.3% el año pasado y proyectando u -0.9% para 2024, el país demostró que la disciplina fiscal es clave para la recuperación económica.
Argentina, con una historia de desafíos fiscales, podría encontrar inspiración en este enfoque. La reducción gradual de la deuda griega, estimada en un 46% entre 2020 y 2023, lleva a proyecciones alentadoras. La relación deuda/PBI de Grecia, actualmente en el 160%, se estima que caerá al 134% para 2030. Este éxito llevó a mejoras en la calificación crediticia del país, un hecho que podría inspirar a Argentina a buscar políticas similares para recuperar la confianza de los inversores internacionales.
La historia de Grecia es, en definitiva, un relato de resiliencia económica. Argentina enfrenta desafíos propios, pero tiene que aprender valiosas lecciones del renacimiento griego. La gestión eficiente de fondos, la promoción del turismo y la disciplina fiscal son pilares fundamentales que podrían allanar el camino para la recuperación argentina.
Hacé tu comentario