Buenos Aires (AT) – En el cierre de lo que fue catalogado como el año más caluroso jamás registrado, el gobierno federal alemán respondió de manera contundente ante el llamado de atención por la situación climática. Por eso, el país aprobó una estrategia integral para su política climática exterior. Así, se coloca a la vanguardia con la “estrategia más completa del mundo”, según la denominó la secretaria para el Clima del gobierno alemán, Jennifer Morgan, en el marco de la COP28, que se realiza hasta el 12 de diciembre en la ciudad de Dubai, Emiratos Árabes.
El documento, de 74 páginas, articula la lucha contra la crisis climática como una “tarea central para la humanidad en este siglo”. La estrategia destaca que el calentamiento global amenaza vidas en todo el mundo y alerta sobre la intensificación de desigualdades y conflictos de distribución, que forzarían desplazamientos y avivarían tensiones.
En línea con los compromisos establecidos en el Acuerdo de París de 2015, Alemania se propuso con este documento hacer su parte para lograr limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados para 2030. Para lograr este objetivo, el país se embarcará en una transición energética global y se retirará gradualmente de las energías fósiles.
Este compromiso, sin embargo, no está exento de controversias. La actual conferencia climática de la ONU en Dubái es testigo de intensos debates sobre la salida de las energías fósiles, con más de 100 países a favor, pero con la oposición de naciones petroleras como Arabia Saudita.
Alemania, consciente de las consecuencias globales del cambio climático, también se compromete a apoyar a los países más afectados, en particular aquellos que sufren sequías, incendios forestales, inundaciones y tormentas. A pesar de la crisis presupuestaria, el país se presenta como un “socio confiable en la financiación climática internacional”.
Un punto destacado es el enfoque en la cooperación con estados de selvas tropicales para detener la deforestación antes de 2030. Además, la estrategia subraya la necesidad de que la política climática exterior proteja los intereses alemanes y contribuya al desarrollo económico de Alemania y Europa.
El debate sobre la situación fiscal
Un informe reciente de la ONU resalta la rápida aceleración del cambio climático. La fusión de hielo y el aumento del nivel del mar se deben a una acumulación de gases de efecto invernadero, según la Organización Meteorológica Mundial.
Mientras tanto, el compromiso climático de Alemania contrasta con las negociaciones sobre la reforma de las normas fiscales de la Unión Europea. Aunque fuentes del Ministerio de Finanzas alemán expresaron optimismo del 50-50 sobre un posible acuerdo, la Unión Europea muestra escepticismo debido a las grandes diferencias entre los países en términos de consolidación fiscal.
Las conversaciones entre París y Berlín fueron intensas en estos días. Ambos países buscaron alcanzar una posición conjunta que se negocie con el Parlamento Europeo en 2024. La suspensión de las reglas fiscales en 2020 se revertirá en 2024, y Alemania aboga por reglas que limiten los déficits presupuestarios y eviten deducciones de costos de interés.
Aunque un posible retraso hasta el próximo año no tendría un gran impacto en la política fiscal de la zona euro en 2024, la importancia de un acuerdo inmediato es crucial para establecer las bases de una Europa más sostenible.
(th/dpa)
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