Buenos Aires (AT) – La robotización en las industrias está tomando un giro novedoso con la incorporación de robots humanoides como Digit, un desarrollo de la empresa Agility Robotics. Este robot, que ya trabaja en tareas específicas y recibe un pago por su labor, representa una revolución en sectores que enfrentan escasez de mano de obra, como la manufactura y la logística. Sin embargo, su presencia plantea interrogantes sobre el futuro del empleo humano y los límites de la tecnología.
Digit: el primer robot humanoide asalariado
Digit es un robot de 1,80 metros con extremidades articuladas y manos que le permiten realizar tareas como levantar cajas y colocarlas en cintas transportadoras. Actualmente, está siendo utilizado en fábricas de Spanx, una empresa de indumentaria femenina, bajo un modelo de pago por servicio similar al “software como servicio”. Este contrato, firmado entre Agility Robotics y GXO Logistics, marca un hito en la implementación de robots humanoides en la industria.
Peggy Johnson, directora ejecutiva de Agility Robotics, destacó en el Web Summit de Lisboa que este tipo de robots se convertirá en algo habitual en los entornos laborales. “Es solo el comienzo; eventualmente podrán desempeñar tareas más allá de las fábricas, llegando incluso a ser robots de consumo”, afirmó.
Escasez de mano de obra: el motor de la robotización
Según datos de Deloitte, la falta de personal en sectores como el manufacturero podría costar a la economía estadounidense hasta US$ 1 billón para 2030. En enero de 2023, se registraron 622.000 vacantes sin cubrir en este sector, lo que ha impulsado la adopción de soluciones automatizadas.
Johnson enfatizó que la incorporación de Digit responde a necesidades concretas. “Estas son posiciones que las empresas no han podido cubrir. Los robots humanoides no reemplazan al humano, sino que complementan su trabajo”, explicó.
Crecimiento e inversión en la robótica humanoide
Agility Robotics ha recibido US$ 178 millones en inversiones, destacándose como líder en el desarrollo de robots humanoides. Empresas como Amazon y Ford también han comenzado a probar el uso de Digit en áreas como la logística y la entrega de última milla. Otros competidores en este sector incluyen a Boston Dynamics y Apptronik, quienes desarrollan tecnologías similares con aplicaciones avanzadas.
Sin embargo, el despliegue de estos robots aún enfrenta limitaciones. Actualmente, los Digit solo pueden operar en zonas restringidas, separadas de los trabajadores humanos. Johnson adelantó que para 2025 lanzarán una nueva generación de robots capaces de interactuar de manera segura con personas en entornos compartidos.
Temores y desafíos en el futuro laboral
La automatización despierta preocupación en la fuerza laboral. Según una encuesta de Gallup de 2023, un 20% de los trabajadores estadounidenses teme perder su empleo debido a los avances tecnológicos, una cifra que ha aumentado significativamente desde el 15% registrado en 2021.
Johnson sostiene que la industria debe abordar estos temores con transparencia, demostrando que los robots están diseñados para tareas repetitivas y exigentes que los humanos prefieren evitar. A pesar de ello, persiste el debate sobre cómo equilibrar los beneficios económicos con el impacto social.
¿Hogar automatizado? Aún falta mucho
Aunque el desarrollo de robots de consumo es un objetivo a largo plazo, Johnson subrayó que los hogares representan un desafío mayor debido a su imprevisibilidad. “Es un entorno caótico; hay niños, mascotas y objetos en movimiento. Las fábricas, en comparación, son espacios mucho más disciplinados”, explicó.
Por ahora, Agility Robotics prefiere concentrarse en soluciones prácticas y no generar falsas expectativas con demostraciones coreografiadas, como las presentadas por algunos competidores. “El hype no es bueno para la industria. Mi tarea es demostrar que los robots humanoides ya están aquí, trabajando y siendo útiles”, dijo Johnson.
¿Robots humanoides en la Argentina?
La adopción de robots humanoides como Digit no solo afecta a países altamente industrializados. En Argentina, sectores como el agroindustrial, logístico y manufacturero también podrían beneficiarse de estas tecnologías para enfrentar desafíos como la falta de mano de obra calificada y la necesidad de aumentar la competitividad. Sin embargo, el impacto en el empleo podría ser significativo en un país donde el índice de informalidad laboral ronda el 40%. Además, la incorporación de robots en entornos laborales plantea cuestiones éticas y regulatorias. La Argentina deberá prepararse para integrar estas tecnologías de manera que impulsen el desarrollo económico sin sacrificar la inclusión social.
Hacé tu comentario