Buenos Aires (AT) – El interés de Suiza por participar en tratados de libre comercio se originó en los inicios de la integración europea tras la Segunda Guerra Mundial. No obstante, al no estar satisfecha con los limitados avances dentro de la Comunidad Económica Europea (precursora de la Unión Europea), la nación alpina optó por aliarse con Gran Bretaña, Noruega, Dinamarca, Austria, Portugal y Suecia para formar un organismo multilateral destinado a eliminar las barreras comerciales existentes: la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC). La estrategia le valió a Suiza ser hoy uno de los países más globalizados del mundo, según el siguiente informe de swissinfo.ch
Formación de la AELC y avances en el libre comercio
El acuerdo que estableció la AELC se firmó en noviembre de 1959 en Estocolmo y entró en vigor en mayo de 1960. Sin embargo, no fue hasta 1966 que se logró el pleno libre comercio de bienes industriales entre los países miembros de la AELC, un año antes de que la Comunidad Económica Europea alcanzara su propia unión aduanera. En 1972, se consiguió una unión armoniosa entre la AELC y la UE, cuando ambos bloques rivales decidieron firmar un acuerdo comercial mutuo.
Desde entonces, Suiza ha firmado 33 tratados de libre comercio con 43 países o bloques regionales. Generalmente, la nación alpina negocia estos acuerdos como parte del bloque AELC, aunque también ha establecido tratados bilaterales independientes con países como China y Japón.
Promoción de las exportaciones de Suiza
Desde la perspectiva de la promoción de las exportaciones suizas, cada acuerdo de libre comercio tiene como objetivo principal facilitar el acceso de nuestras empresas a mercados clave. Esto refuerza la competitividad de nuestro entorno empresarial y, en consecuencia, la prosperidad de Suiza”, afirma Christine Moser, de Switzerland Global Enterprise, la organización oficial dedicada a la promoción de las exportaciones y las inversiones suizas.
Contrario a la creencia popular, los tratados de libre comercio no implican un comercio sin restricciones. Su objetivo principal es fomentar un mayor intercambio comercial mediante la reducción o eliminación de ciertas barreras, como los aranceles a las importaciones.
Desafíos en las negociaciones
Lograrlo requiere múltiples rondas de negociación, y alcanzar un acuerdo que beneficie a todas las partes puede llevar años. Moser menciona como ejemplo el reciente Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Suiza e India, que tomó 17 años de negociaciones. En este caso, las empresas suizas de maquinaria, relojería y transporte serán las principales beneficiadas.
En 2022, las empresas suizas lograron ahorrar un total de CHF 2.400 millones (US$ 2.700 millones) en derechos de aduana gracias a los TLC vigentes, según el último FTA Monitor publicado en junio, que analiza la evolución y los resultados de los acuerdos comerciales en los que Suiza participa.
Evolución de los TLC
En la actualidad, los TLC abarcan más que solo mercancías. Han evolucionado para incluir servicios, inversiones y contratos públicos. Por ello, la negociación de estos acuerdos puede implicar concesiones mutuas en una variedad de temas, según los intereses y fortalezas de cada país. Desde 2010, Suiza incorpora en cada TLC un capítulo sobre comercio y desarrollo sostenible. En 2021, el acuerdo de libre comercio con Indonesia logró superar con dificultad un referéndum impulsado por opositores que culpaban a los cultivos de palma aceitera de la destrucción de la selva tropical.
Exenciones arancelarias en el comercio global
Los países que han firmado un TLC con Suiza se benefician de exenciones arancelarias en el comercio global real. En 2022, el 77,1% del valor de las importaciones suizas provenientes de países con los que Berna tiene algún TLC quedaron exentas de aranceles. Sin embargo, existen diferencias significativas entre regiones. Por ejemplo, la UE y la AELC disfrutaron de exenciones significativas en 2022, con tasas del 84,2% y 93,1%, respectivamente.
Diferencias regionales en las exenciones arancelarias
En el caso de China y el Consejo de Cooperación del Golfo, las exenciones se situaron en un rango medio de 64,1% y 68,5%, respectivamente. Por otro lado, la Unión Aduanera Sudafricana e Indonesia tuvieron niveles bajos de exención, con el 19,2% y el 6,7%, respectivamente.
En la mayoría de las ocasiones, Suiza logró obtener una posición más ventajosa en los tratados de libre comercio en comparación con sus contrapartes.
Variaciones en la utilización de los beneficios arancelarios
Según la Secretaría de Estado de Economía (SECO), la proporción de importaciones y exportaciones exentas de aranceles varía según las estructuras arancelarias y los productos comercializados, y también depende de si las empresas aprovechan o no los tratamientos preferenciales que ofrece cada tratado de libre comercio.
A veces, los beneficios arancelarios están disponibles, pero las empresas extranjeras no los aprovechan debido a la complejidad de los trámites necesarios para obtenerlos.
Desafíos en cumplir con las reglas de origen preferencial
Para algunos productos fabricados en cadenas de valor internacionales muy fragmentadas, puede ser complicado para las empresas cumplir con todas las reglas de origen preferencial, según explica Fabian Maienfisch, portavoz de la SECO. Las empresas deben documentar el proceso de fabricación y, si es necesario, adaptarlo para obtener el origen preferencial. Por esta razón, pueden optar por no utilizar los beneficios arancelarios de un tratado de libre comercio si los costos de los ajustes superan los beneficios potenciales de los ahorros arancelarios futuros.
Suiza y los Tratados de Libre Comercio:
- Formación de la AELC y avances en el libre comercio
- Promoción de las exportaciones de Suiza
- Desafíos en las negociaciones
- Evolución de los TLC
- Exenciones arancelarias en el comercio global
- Diferencias regionales en las exenciones arancelarias
- Variaciones en la utilización de los beneficios arancelarios
- Desafíos en cumplir con las reglas de origen preferencial
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