Buenos Aires (AT) – 35 años después de su histórica caída, el muro de Berlín sigue siendo un símbolo universal de libertad y reconciliación. El viernes 15 de noviembre, en una jornada calurosa, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, junto con la Embajada de Alemania, conmemoró este acontecimiento mundial. Este hito histórico, que marcó el fin de una era de división en Europa, no sólo fue recordado por su impacto global, sino también como un símbolo de las relaciones bilaterales que unen a Argentina y Alemania. La ceremonia destacó los valores compartidos por ambas naciones, como la defensa de la libertad, la democracia y la unidad, y subrayó los profundos vínculos culturales e históricos entre Buenos Aires y Berlín.
El imponente Salón Dorado fue el escenario de esta ceremonia, en el cual se entonaron primero las notas del himno nacional argentino seguidas por el alemán. Además de los anfitriones, destacaron las presencias de embajadores de países como Perú, Croacia, Japón, Suecia y Costa Rica, entre otros. La representación local no se quedó atrás: figuras del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, como el ministro de Seguridad Waldo Wolff y legisladores como Pablo Donati, acompañaron a las instituciones de la comunidad alemana en este acto.
El embajador alemán, Dieter Lamlé, abrió la ceremonia destacando la colaboración entre Buenos Aires, agradeciendo especialmente al Jefe de Gobierno Jorge Macri, y Berlín para conmemorar este hito. Conmovió al público al compartir su propia experiencia durante la división de las dos Alemanias y destacó la importancia de la reunificación como un símbolo de esperanza y unidad, aún vigente 35 años después. En su discurso, enfatizó que, en los tiempos actuales, es más importante que nunca trabajar juntos a través del diálogo y la unidad para enfrentar los problemas globales y construir un futuro mejor.
“Hoy en día seguimos teniendo enormes muros que combatir, aquellos lugares donde todavía hay dictaduras”, dijo Waldo Wolff, ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, quien, debido a sus orígenes alemanes, también tiene un vínculo personal con esa etapa de la historia de Alemania. “Pensamos que no iba a caer, pero había un mundo golpeando ese muro silenciosamente. Desde la fecha, espero que sigamos golpeando esos muros que nos privan de libertades.“
Música, recuerdos y un homenaje histórico
El homenaje culminó con la interpretación de los alumnos del Colegio Goethe, quienes cantaron dos canciones emblemáticas de la época de la caída del muro: 99 Luftballons de Nena y Winds of Change de The Scorpions. Conmovido, el público se sumó a las canciones. Tras los testimonios personales, como el del diplomático Pedro Van Eyken, quien compartió sus vivencias durante su tiempo de cónsul en la Alemania dividida, los invitados fueron recibidos con una medialunas y bebidas.
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