Buenos Aires (AT) – Porsche atraviesa una etapa de transformación dentro del sector automotor. La histórica firma alemana, reconocida por sus autos deportivos de alto rendimiento, está avanzando con fuerza en el camino hacia la electrificación. En el primer trimestre del año, los vehículos eléctricos representaron una parte considerable de sus ventas, con un desempeño destacado del nuevo Macan eléctrico. Sin embargo, los resultados muestran contrastes marcados entre modelos y regiones, y reflejan la complejidad del proceso de adaptación en medio de un mercado mundial desafiante.
Según los datos informados por la propia compañía, el 25,9% de los vehículos vendidos en el primer trimestre fueron autos eléctricos a batería, mientras que un 12,6% correspondió a híbridos enchufables. En términos concretos, Porsche entregó 14.185 unidades del Macan eléctrico y 4.203 del Taycan, lo que arroja un total de 18.388 vehículos completamente eléctricos vendidos entre enero y marzo.
El empuje liderado por el nuevo Macan
El Macan eléctrico se posiciona como uno de los principales impulsores del avance eléctrico dentro de la marca. La nueva versión, basada en la plataforma PPE, se vende exclusivamente en Europa en su variante eléctrica, a diferencia de otros mercados donde también se ofrecen motorizaciones a combustión. Esta decisión estratégica impactó de forma directa en la proporción de ventas: el 60% de las unidades del Macan vendidas en el primer trimestre fueron eléctricas.

En total, el Macan alcanzó las 23.555 unidades vendidas, lo que representa un crecimiento del 14% respecto al mismo período del año anterior. La recepción del modelo en su versión eléctrica resultó positiva, lo que permite proyectar que, en el segundo trimestre, podría superar la cifra total alcanzada en todo 2024, que fue de 18.278 vehículos.
Por otro lado, el Taycan no tuvo la misma evolución. En el primer trimestre, solo logró el 19,3% de las ventas obtenidas en todo el año anterior, cuando se entregaron 20.836 unidades. La diferencia entre ambos modelos plantea desafíos para la marca, que busca consolidar una oferta eléctrica atractiva sin depender de un único vehículo.
Caída general en las ventas y diferencias regionales
Más allá del avance en electrificación, el panorama general de ventas no resultó favorable. Porsche vendió un total de 71.470 vehículos en el primer trimestre, lo que representa una caída del 8% en comparación con el mismo período del año anterior. Esta baja afectó tanto a modelos eléctricos como a los tradicionales.
Las diferencias por región fueron marcadas. América del Norte lideró las ventas con 20.698 unidades, lo que significó un incremento del 37%. En segundo lugar se ubicó Europa (sin contar Alemania), con 18.017 vehículos vendidos, aunque esto representó una baja del 10%. En la unidad de “mercados de ultramar y en desarrollo”, las ventas alcanzaron los 15.789 autos, con un crecimiento del 6%.

El panorama fue distinto en China, donde Porsche entregó solo 9.471 unidades, lo que implicó una caída del 42%. La compañía explicó este resultado por la situación económica local y su política de mantener un enfoque centrado en el valor, sin entrar en la guerra de precios que afecta al mercado. En Alemania, el resultado tampoco fue favorable: se vendieron 7.495 vehículos, una baja del 34% atribuida en parte a regulaciones europeas de ciberseguridad que obligaron a retirar del mercado los Macan y los deportivos 718 con motor de combustión.
En cuanto a los modelos más vendidos, el Cayenne encabezó el listado en el primer trimestre. Este SUV de gran tamaño, que próximamente incorporará una versión eléctrica, continúa teniendo una fuerte demanda. En contraste, el emblemático 911, con motor a combustión, se ubicó por debajo con 11.390 unidades vendidas.
Nuevas estrategias de producción
Matthias Becker, nuevo miembro del Consejo Ejecutivo de Porsche responsable de Ventas, sostuvo que la compañía mantendrá una combinación equilibrada de motorizaciones, de acuerdo con las preferencias de los clientes en distintas regiones. Además, confirmó que la firma producirá más vehículos a combustión de lo previsto inicialmente, adoptando una estrategia de fabricación flexible ante los cambios del mercado.
Porsche, fundada en 1931 por Ferdinand Porsche, tiene una larga trayectoria en el diseño y producción de vehículos deportivos. Su primer modelo, el Porsche 356, salió al mercado en 1948 y marcó el inicio de una línea de automóviles reconocidos por su ingeniería de precisión y diseño distintivo. A lo largo de los años, modelos como el 911 se transformaron en íconos de la industria automotriz mundial.
Con sede en Stuttgart, Alemania, la marca mantuvo siempre un fuerte vínculo con la innovación tecnológica. En competencias automovilísticas, Porsche construyó una reputación sólida, logrando múltiples victorias en Le Mans y otras carreras de resistencia. Esa experiencia deportiva también se trasladó al desarrollo de sus vehículos de calle, combinando altas prestaciones con confiabilidad.
En la actualidad, la firma forma parte del grupo Volkswagen y se encuentra inmersa en un proceso de transformación hacia la movilidad eléctrica. El Taycan, lanzado en 2019, fue el primer paso en esa dirección, seguido ahora por el Macan eléctrico. En los próximos años, se espera que más modelos incorporen versiones alimentadas por baterías, como parte de la estrategia para adaptarse a las nuevas regulaciones ambientales y a los cambios en las demandas del consumidor.
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