martes, 15 de agosto de 2023

Buenos Aires (AT) – El sueño de Matías Barzana (28) de desarrollarse profesionalmente en el exterior es compartido por miles de jóvenes argentinos. Pero la historia de este médico demuestra cómo el esfuerzo y la ilusión, muchas veces, necesitan una pizca de suerte y la ayuda de mucha gente para que la película tenga un final feliz.

Todo comenzó con una publicidad en el Argentinisches Tageblatt en noviembre de 2019: un médico argentino, el Dr. Germán Horn, en Concepción del Uruguay, pero radicado en Alemania desde hace ya más de 20 años, había lanzado una campaña para atraer profesionales de la medicina a su ciudad. Se trataba de Demmin, un poblado rural con poco más de 10.000 habitantes en el estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental.

Horn estaba convencido de que su historia personal y recorrido profesional en Alemania podrían inspirar a jóvenes a mejorar la situación del Hospital Distrital de Demmin (Kreiskrankenhaus Demmin – KKH). Al igual que el resto de la región, su institución sufre el déficit de sanitaristas.

Con el Argentinisches Tageblatt en mano, Matías se comunicó con Horn. “Me contó cómo había sido su experiencia y me entusiasmó para ponerme a estudiar el idioma”, recuerda en diálogo con este medio desde Demmin, la ciudad donde hoy vive. Pasaron dos años. A fines de 2021, Matías logró aprobar el examen B2 de Alemán. “Ahí, retomé el contacto y en dos meses estaba en Alemania, todo se dio muy rápido”, resume.

Página del Argentinisches Tageblatt donde apareció el aviso que dio el puntapié inicial a esta historia. (Foto: Archivo Argentinisches Tageblatt)

Conocer otra cultura, salir de la zona de confort

Durante su etapa académica en la Universidad de Buenos Aires, Matías siempre se imaginó un presente en el exterior. “Siempre me generó curiosidad y quería tener una experiencia afuera, que siempre es enriquecedor”, comenta.

La situación económica de la Argentina, los bajos salarios en el sector de la medicina, el encierro absoluto que hubo durante la pandemia, sumado al apoyo de amigos y familiares lo animaron finalmente a dar el paso en 2020, aunque Matías recuerda que “más que nada fue la motivación positiva de querer conocer otra cultura, viajar, salir de lo conocido. Ése fue mi principal motor”.

Barzana en el frente de la clínica de la ciudad de Demmin.

“Deutsche Sprache, schwere Sprache”

Luego de dos esforzados años de estudio del idioma para obtener el nivel necesario para poder trabajar en Alemania, Matías arribó a Demmin. “Acá me encontré con lo que me imaginaba: una ciudad chica, en un estado rural, con gente muy amable que me recibió de la mejor manera. Traté de no idealizarla y simplemente dejarme sorprender por lo que iba a encontrar.”

No obstante, también recuerda lo difíciles que resultaron los primeros meses: “A pesar de que tenía un B2, una cosa es lo que uno estudia en los libros y otra, muy distinta, vivir el idioma. Sigo estudiando alemán, todos los días. Trato de leer mucho, de meterme en el idioma lo máximo posible. Además, en la medicina, la comunicación es una herramienta fundamental, tanto o más que el conocimiento técnico.”

No solo el idioma hizo difícil su adaptación, también lo fueron algunas costumbres alemanas. “Lo que más me costó fue adaptarme a los horarios de acá, por ejemplo, cenar a las 18 de la tarde aún me parece imposible”, comenta entre risas.

Kreiskrankenhaus Demmin: una clínica con acento argentino

“En el hospital y en la ciudad, el recibimiento fue excelente, desde el primer día. Me dieron el espacio y el tiempo para que pueda adaptarme y de ahí asumir cada vez más responsabilidades. Y después de terminar con el proceso de homologación ya era uno más del equipo. Estoy agradecido con todo lo que el hospital y la ciudad me dieron. Con los pacientes la relación que tengo es excelente. Algunos, incluso, cuando me escuchan el acento, se animan a preguntarme de dónde vengo, se asombran cuando les digo que de Argentina”.

En la clínica de Demmin trabajan 15 extranjeros. La mayoría proviene de la Argentina (cinco en total), pero también hay personal de Polonia, Serbia, Albania y de Medio Oriente. Esta situación no se repite de la misma manera en la ciudad donde la presencia de extranjeros era inusual hasta que Rusia inició su invasión a Ucrania y la consiguiente llegada a Demmin de ciudadanos de ambos países que huían del conflicto armado.

De izquierda a derecha: Dr. Germán Horn, Dr. Matías Barzana y el Dr. Carsten Hinz.

Primeros pasos en la Clínica Demmin

Matías no duda al afirmar que su historia en Demmin hubiera sido muy diferente de no contar con el apoyo del Dr. Horn. “Sin conocerme, me fue a buscar a Argentina, apostó por mí y me trajo”, resume.

Horn alojó a Matías en su casa los primeros días hasta que encontró un lugar en el Luisentor, un edificio de vivienda temporal destinado por la ciudad para albergar a los médicos recién arribados hasta que encuentren un lugar propio permanente.

Matías comenzó en 2022, trabajando temporalmente en el área de Medicina Interna en el hospital de Demmin como preparación para poder rendir los exámenes. “El Dr. Carsten Hinz, jefe de anestesistas, me dio todas las herramientas para que me prepare de la mejor manera. Y cuando vieron que estaba motivado y trabajando bien en Medicina Interna me ofrecieron quedarme ahí.” La idea de Matías era trabajar en Anestesiología, pero recuerda que “una charla que tuve con la Dra. Heike Zinke, la jefa de la guardia y terapia intensiva, fue lo que me hizo decidirme.”

Viajar y conocer

Un día habitual de Matías en Demmin arranca a las seis y media de la mañana. Vivir en un departamento en la ciudad le permite llegar rápido a la clínica para comenzar su jornada laboral a las siete y media. “Salgo a las 16, a veces un poquito más tarde cuando hay mucho trabajo. Y cuando vuelvo a mi casa me relajo, estudio o leo. Los fines de semana hago muchas escapadas. Lo que más disfruto de la vida en Alemania es la posibilidad de viajar y conocer lugares y gente nueva todo el tiempo”, cuenta.

Según él, en la Argentina, lamentablemente eso no es posible, no solo por la situación económica sino porque “en la Argentina, el ejercicio de la medicina es muy exigente y demandante. Sobre todo al principio, obligándote a una entrega completa y dejando todo el resto de lado. Acá, puedo disfrutar de mi trabajo y tener una vida en paralelo”, dice.

Además de los afectos, lo que más extraña de su vida en la Argentina es “toda la vida social y cultural que tenía en Buenos Aires. Si bien Berlín está con 230 km relativamente cerca, en Buenos Aires tenía todo a 30 minutos.” El año pasado recibió la visita de sus padres con quienes compartió, justamente, un viaje a Berlín.

Matías junto a sus padres, Pablo y Marcela, cenando en Berlín en 2022.

El futuro y planes de mudanza

Al hacer un balance de la decisión tomada hace ya casi cuatro años, Matías no duda: “Creo que fue la elección correcta. Cuando surge una oportunidad así no se la puede dejar pasar. Fue una experiencia enriquecedora, desde donde se lo vea”.

De igual forma se lo transmite a amigos o colegas en la Argentina que están evaluando en abandonar el país. Para el caso de decidirse por Alemania, Matías recomienda: “Si tienen la oportunidad de estudiar el idioma mejor. Si bien en las grandes ciudades uno puede manejarse en inglés, valoran mucho que uno se maneje en alemán”.

La idea de un posible retorno a la Argentina no lo preocupa a Matías: “Uno siempre tiene a su país natal en la cabeza, creo que el único motivo por el que volvería sería para estar cerca de mi familia. Pero no pienso mucho en eso, tengo un plan de por lo menos cinco años acá y después lo evaluaré. Ahora, lo que quiero es terminar mi formación de especialista, viajar mucho y disfrutar de este paso por Europa. En mis planes, está mudarme a Greifswald, una ciudad universitaria que está a 30 minutos de mi lugar de trabajo. Y después seguir avanzando y progresando”, cierra.

La experiencia de Matías enseña que cambiar de cultura no es solo una aventura que se escribe en letras de superación y sacrificio. También es una historia que se debe contar desde el desafío de los pequeños detalles del día a día. En cualquier caso y antes de cortar la comunicación, Matías destaca que la experiencia es un camino de crecimiento y de descubrimiento, siempre y cuando el viaje se inicie desde la perspectiva del aprendizaje y no motivado por un mero desencanto.

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En esta nota se comentó
  1. Dr.Pedro.Reimers@t-online.de

    Me gustó mucho el artículo sobre las posibilidades de ejercer la medicina en Alemania. Ex profesional odontólogo argentino alemán!

  2. Dr. Pedro Reimers 92224 Amberg (Baviera)

    Me gustó mucho el artículo sobre las posibilidades de ejercer la medicina en Alemania. Ex profesional odontólogo argentino alemán!

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