Buenos Aires (AT) – A más de dos décadas de la caída del Muro de Berlín y la reunificación alemana, el país sigue mostrando divisiones sutiles pero significativas, especialmente en el comportamiento de los consumidores. Las marcas que alguna vez dominaron el mercado de la República Democrática Alemana (RDA) siguen presentes en la memoria colectiva de los habitantes del este, especialmente entre las generaciones más mayores, para quienes estos productos representan no solo una conexión emocional con su pasado, sino también una parte importante de su identidad. Este fenómeno, conocido como “Ostalgie”, ha permitido que muchas de estas marcas sobrevivan, a pesar de los cambios políticos, sociales y económicos que trajo consigo la reunificación.
En ciudades como Freyburg an der Unstrut, productos icónicos como el vino espumoso Rotkäppchen no solo han resistido el paso del tiempo, sino que han prosperado, dominando el mercado nacional gracias a su valor simbólico y a su calidad. Sin embargo, esta es una excepción dentro de un panorama donde la mayoría de las marcas del este, tras la reunificación, fueron adquiridas por grandes empresas occidentales. Productos como el detergente Spee o la crema Florena, alguna vez emblemas de la RDA, hoy pertenecen a multinacionales que han sabido capitalizar el arraigo emocional que estos tienen en el este del país.
A pesar de este arraigo, la “Ostalgie” parece estar en declive entre las nuevas generaciones. Para muchos jóvenes del este de Alemania, las marcas tradicionales de la RDA tienen poco significado emocional, y prefieren productos globales o del oeste. El resultado es un desafío considerable para estas marcas, muchas de las cuales corren el riesgo de desaparecer a medida que sus consumidores más fieles envejecen y la competencia del mercado global aumenta.
Rotkäppchen: las burbujas socialistas
La bodega Rotkäppchen, fundada en 1856 por los hermanos Moritz y Julius Kloss junto con su amigo Carl Foerster, tuvo una trayectoria marcada por altibajos. Ubicada en la región vinícola de Saale-Unstrut, rápidamente se orientó hacia la producción de vino espumoso, estableciendo la fábrica “Freyburger Champagner-Fabrik-Gesellschaft”.
Durante las dos guerras mundiales, la bodega enfrentó graves dificultades, con escasez de materiales y problemas de producción. Tras la Segunda Guerra Mundial, en la era de la RDA, la empresa fue expropiada y renombrada como VEB Rotkäppchen-Sektkellerei Freyburg.
En 1987, la marca líder de la RDA vendió 15,3 millones de botellas, pero tras la reunificación, el interés por su vino espumoso decayó frente a opciones internacionales. En 1991, los empleados llenaron los baúles de sus coches, recorrieron el país y vendiendo el espumoso, alcanzando solo 2,9 millones de botellas ese año.
Un cambio en la gestión en 1993, junto con la adquisición de la marca por Rotkäppchen Sektkellerei GmbH, permitió la recuperación de la empresa. En 2002, se fundó Rotkäppchen-Mumm Sektkellereien, consolidándose como una de las marcas más importantes de vino espumoso en Alemania.
Vita-Cola, la Coca-Cola de Alemania oriental
La historia de Vita-Cola comenzó en 1958, cuando el gobierno de la RDA impulsó la creación de una bebida de cola local como alternativa a la popular Coca-Cola occidental. El Dr. Hans Zinn, de la Chemische Fabrik Miltitz, desarrolló la receta original, que incluía aceites de cítricos, vainilla, nuez de cola, cafeína y vitamina C. La producción inicial estuvo a cargo de la Landesbrauerei Leipzig, que registró la marca en noviembre de ese mismo año.
En los años 60, Vita-Cola se volvió muy popular, y más de 100 empresas estatales recibieron licencias para producirla. Aunque la presentación variaba, el sabor permaneció uniforme. Tras la reunificación alemana, la marca desapareció brevemente, pero en 1994 fue revitalizada por Thüringer Waldquell. Desde entonces, ha crecido con nuevas variantes y sabores, consolidándose como un legado de la antigua Alemania Oriental.
¿Nudossi o Nutella?
Nudossi, conocida como la “Nutella del Este”, nació en 1964 en la RDA como respuesta a la crema de avellanas de Occidente de la firma Ferrero. Producida en Radebeul, Sajonia, se destacaba por su alto contenido de avellanas, superior al de Nutella, lo que la convirtió en un producto especial en la RDA, donde las materias primas eran limitadas. A pesar de su popularidad, Nudossi era considerada un producto caro y de difícil acceso en la época.
Tras la reunificación de Alemania, la producción de Nudossi se interrumpió en 1991. Sin embargo, en 1998, los empresarios Karl-Heinz y Thomas Hartmann revitalizaron la marca, logrando que la crema regresara a las tiendas tanto del Este como del Oeste. Desde entonces, Nudossi ha crecido en popularidad, especialmente en los nuevos estados federados.
Actualmente, Nudossi sigue siendo un referente en el mercado de cremas para untar, tanto en el Este como en el Oeste, destacándose por su contenido de avellanas, casi tres veces superior al de Nutella. Además, la marca ha respondido a las tendencias actuales al lanzar una versión sin aceite de palma, dirigida a los consumidores más conscientes con el medio ambiente.
Florena: los cosméticos más populares de la RDA
La marca Florena, surgida en la RDA, tiene una historia que se remonta a 1852, cuando Adolf Heinrich August Bergmann fundó la fábrica de perfumería y jabón en Waldheim. Originalmente centrada en productos de limpieza y cuidado dental, la empresa amplió su catálogo a jabones y cremas. En 1920, la marca Florena se registró por primera vez para un polvo de talco, marcando el inicio de su popularidad en la cosmética.
Durante la RDA, Florena ganó gran prestigio, especialmente con su crema universal lanzada en 1955, convirtiéndose en un símbolo del cuidado personal en el país. Tras la Segunda Guerra Mundial, la empresa fue expropiada y nacionalizada, operando bajo el nombre VEB Florena Waldheim. Durante las décadas siguientes, la empresa se consolidó como uno de los principales fabricantes de cosméticos en la RDA, exportando principalmente a países del bloque soviético.
Con la reunificación alemana en 1990, Florena fue privatizada y continuó su expansión. En 2002, fue adquirida por Beiersdorf AG, la empresa detrás de Nivea. Aunque algunas líneas de productos fueron descontinuadas en 2014, Florena sigue siendo una marca reconocida en Alemania, manteniendo su producción en la planta de Waldheim hasta 2022, cuando cerró sus puertas de manera definitiva.
A pesar del paso del tiempo y de los profundos cambios políticos que transformaron a Alemania, las marcas de la antigua RDA siguen siendo un recordatorio tangible de una época y una identidad compartida. Para muchos, productos como Rotkäppchen, Vita-Cola, Nudossi y Florena no son solo bienes de consumo, sino fragmentos de una historia vivida, un puente entre el pasado y el presente.
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