Buenos Aires (AT) – Hace casi siete años, la revista británica “The Economist” publicó un artículo dedicado a Viena en torno al año 1900. Bajo el título “Ciudad del Siglo – Cómo Viena dio forma a ideas que influyeron en Occidente”, el artículo ofrecía una visión exitosa de los entornos creativos de la ciudad desde finales del siglo XIX hasta la “Anschluss” de 1938 (es decir, la anexión de Austria por parte de la Alemania nazi).
El artículo también se esforzó por respaldar la afirmación de que las ideas de Viena moldearon Occidente. El autor, cuyo nombre no se menciona, rastreó el desarrollo de conceptos como la investigación de mercado, la investigación social, el psicoanálisis y las ideas en arquitectura que surgieron en Viena entre 1900 y 1938.
Siete años después, el editor de “The Economist“, Richard Cockett, aprovechó para escribir un libro completo sobre cómo las innovaciones vienesas transformaron el mundo occidental. Parte de este tiempo lo pasó como miembro del Instituto de Estudios Avanzados en Princeton, donde se encontraba Kurt Gödel, uno de los pensadores más destacados de Viena.
Gödel se menciona varias veces en el libro de Cockett, titulado “Viena”. No obstante, el enfoque principal de la obra (con un nuevo subtítulo: “Cómo la Ciudad de las Ideas creó el mundo moderno”) se centra en las innovaciones surgidas de las ciencias aplicadas. El autor le dijo a Der Standard que “en cada ámbito sobre el que leí y escribí, desde economía hasta publicidad, desde filosofía hasta centros comerciales, desde espionaje hasta cerámica moderna, generalmente había alguien de Viena detrás de ello”.
Una de las grandes interrogantes sobre la explosión de creatividad en Viena es su explicación sociológica. El historiador estadounidense Carl E. Schorske exploró este enigma en su influyente obra “Fin-de-siècle Vienna” (1979), centrada en el arte y la cultura, y que dejó una huella importante la imagen turística de Viena.
Viena, la ciudad de la ciencia
Tras una introducción a la época alrededor de 1900, Cockett lleva a los lectores en un recorrido por la Viena intelectual de entreguerras, que, según él, estuvo marcada por dos aspectos: la orientación hacia la investigación y la creencia en el progreso. Ambos aspectos, según dice, también se aplicaron a la filosofía dominante de las fuerzas progresistas en la Viena Roja: el positivismo lógico y su visión científica del mundo.
Ya sea en la investigación de mercado, la investigación social o la psicología, surgieron conceptos en el entorno de los psicólogos Charlotte y Karl Bühler que continúan siendo influyentes en la actualidad. Además, otras innovaciones se orientaron hacia la aplicación, desde el psicoanálisis de Freud hasta la investigación sobre el orgasmo de Wilhelm Reich, desde la Escuela Austriaca de Economía hasta el Instituto de Psicología de Charlotte y Karl Bühler, donde se sentaron las bases de la investigación social moderna (Paul Lazarsfeld) o la etología (Konrad Lorenz).
Pero también se destacan las importantes contribuciones de Viena a la investigación moderna en fútbol (el “Wunderteam” y Matthias Sindelar) o la investigación sobre hormonas (Eugen Steinach) en el Instituto de Experimentación Biológica.
Las perspectivas sobre la cultura y el mundo intelectual de Viena se reflejan en la segunda mitad del libro, que es la verdadera contribución innovadora de Cockett. En esta sección, el autor sigue la difusión internacional y el desarrollo de las invenciones vienesas.
La mayoría de esto ocurrió en los Estados Unidos y el Reino Unido, a donde muchos intelectuales vieneses tuvieron que huir después de la “Anschluss” de 1938. Ya sea el moderno centro comercial o la zona peatonal (Victor Gruen), la investigación de mercado y motivación (la discípula de Bühler, Herta Herzog, y su colega Ernest Dichter), la teoría de juegos (Oskar Morgenstern) o el racionalismo crítico (Karl Popper), la gestión moderna (Peter Drucker), la estadística de imágenes (Otto Neurath) o la cocina integrada (Margarete Schütte-Lihotzky).
Cuarenta y cuatro años después de la obra de Carl E. Schorske, “Viena” de Cockett presenta una versión alternativa del florecimiento creativo de Viena, un libro que sería la plantilla perfecta para renovar la imagen turística y destacar aún más su tradición científica, todavía subestimada.
Hacé tu comentario