El ex canciller alemán Helmut Kohl tendrá su homenaje en Berlín con una avenida que llevará su nombre. La decisión, anunciada por el alcalde Kai Wegner, busca reconocer al político que marcó la historia alemana con la reunificación. El gesto llega décadas después de sus años de poder y también tras un largo debate sobre su figura pública, empañada por escándalos de financiación y tensiones familiares.
La Hofjägerallee, en el parque Tiergarten, pasará a llamarse Helmut Kohl Allee. Desde allí se conecta con la Columna de la Victoria y con la Puerta de Brandeburgo, símbolos de la unidad nacional. El gobierno local asegura que no habrá complicaciones legales porque no hay residentes que puedan oponerse.
El canciller de la reunificación
Helmut Kohl, fallecido en 2017 a los 87 años, fue canciller entre 1982 y 1998. Su figura quedó ligada para siempre a la reunificación alemana. Menos de tres semanas después de la caída del Muro de Berlín, presentó en el Bundestag un plan de diez puntos que marcó la ruta hacia la unidad.

Ese objetivo contaba con el respaldo mayoritario de la sociedad, pero requería convencer a las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial. Kohl logró acercar posiciones en negociaciones directas con Mijaíl Gorbachov, líder soviético reformista. El entendimiento con Moscú abrió el camino al Tratado Dos más Cuatro de 1990, que selló la reunificación.
El 3 de octubre de ese año, Berlín volvió a ser capital de todos los alemanes. Kohl fue declarado ciudadano honorario en el tercer aniversario de la caída del Muro. Su imagen quedó unida al fin de la división que había marcado a Europa durante la Guerra Fría.
Escándalos y caída política
El homenaje público tardó en llegar por el recuerdo del escándalo de financiación de su partido, la CDU. En 1999 se reveló que Kohl había aceptado donaciones ilegales por unos 1,1 millones de marcos alemanes. Nunca reveló el origen de los fondos, amparándose en una promesa personal. La justicia cerró el caso en 2001 a cambio de una multa de aproximadamente EUR 153.000.

Su salida también abrió espacio a Angela Merkel, su discípula, que más tarde se convertiría en canciller durante 16 años. Merkel lideró el mismo tiempo que Kohl, aunque con un estilo distinto y un perfil más pragmático.
Una vida personal marcada por tragedias
Más allá de la política, la historia personal de Kohl estuvo atravesada por conflictos familiares y tragedias íntimas. Su primera esposa, Hannelore, se suicidó en 2001 tras años de sufrimiento por una rara alergia a la luz. También cargaba con traumas de infancia vinculados a la guerra. Durante los años de poder de su marido, fue reconocida como una consejera influyente en la intimidad del líder.

Después de la muerte de Hannelore, Kohl inició una relación con Maike Richter, 35 años menor. Se casaron en 2008 en una ceremonia privada, sin la presencia de sus hijos. Con el tiempo, la relación con Walter y Peter, sus dos hijos, se deterioró hasta casi la ruptura total. Ambos acusaron a la segunda esposa de alejarlos de su padre, incluso en los últimos años de vida del excanciller.
La tensión llegó al punto de que Walter se enteró de la muerte de su padre por la radio. Según relataron los hijos, Richter no les permitió un contacto fluido en los últimos tiempos. Esta disputa se extendió incluso al lugar de entierro. Kohl decidió reposar en Espira, lejos de la tumba familiar en Ludwigshafen donde está Hannelore. Sus hijos lamentaron no haber sido consultados.
Una figura clave de la Europa moderna
A pesar de las controversias, Helmut Kohl permanece como uno de los grandes nombres de la política europea de finales del siglo XX. Fue impulsor del euro, del espacio Schengen y de una cooperación estrecha con Francia. En 1988 recibió junto a François Mitterrand el Premio Carlomagno, la máxima distinción del continente.

Su imagen pública osciló entre el canciller fuerte que unificó Alemania y el hombre marcado por la fragilidad de sus vínculos familiares. En sus últimos años se lo veía en silla de ruedas, con problemas de salud y bajo un círculo íntimo reducido. Quienes lo conocieron de cerca señalan que, tras la tragedia de su primera esposa, nunca volvió a ser el mismo.

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