Merck Argentina celebró sus 95 años de presencia en el país con una jornada que combinó historia, tecnología y futuro. El evento se realizó en el Parque de la Innovación, barrio de Núñez, un espacio elegido por su vínculo con la ciencia y la educación.
La compañía organizó una experiencia inmersiva que mostró cómo su trabajo impacta en la vida cotidiana. En distintos domos se presentaron los tres pilares centrales de su actividad: salud, ciencias de la vida y electrónica. Cada espacio ofreció materiales interactivos, exhibiciones y actividades vinculadas con la investigación, los tratamientos médicos y las soluciones tecnológicas que la empresa desarrolla a nivel industrial.
El periodista Guillermo Lobo ofició de maestro de ceremonias. El director general de Merck Argentina, Marcelo Ponte, dio la bienvenida y repasó el recorrido de la compañía desde su llegada al país. En su discurso, destacó el esfuerzo de las sucesivas generaciones de empleados y el apoyo de la comunidad científica local.

Entre los asistentes estuvieron el embajador de Alemania en Argentina, Dieter Lamlé; el ministro de la Embajada, Peter Neven; el presidente del CONICET, Daniel Salamone, y el CEO del Parque de la Innovación, Ezequiel Mesquita. También participaron clientes, médicos, periodistas, representantes de asociaciones de pacientes y empleados de la firma.
Innovación con impacto
Durante la jornada se proyectaron varios videos. Uno repasó la historia de la empresa, otro mostró la instalación de paneles solares en la sede de Carlos Spegazzini, donde funciona el centro de distribución del área Life Science, y un tercero presentó el trabajo del laboratorio de aseguramiento y control de calidad en Martínez.
El evento incluyó también juegos y experiencias participativas. Los visitantes recorrieron un laberinto histórico, participaron en competencias en 3D y dejaron mensajes en un mural dedicado al futuro de Merck. Todo el recorrido buscó mostrar cómo la ciencia, la tecnología y la innovación forman parte de la vida de todos los días.

Merck nació en Alemania hace más de 350 años y es considerada la compañía química y farmacéutica más antigua del mundo. En Argentina, su historia comenzó en 1930, cuando se estableció formalmente como filial local. Durante la Segunda Guerra Mundial, la empresa fue nacionalizada, pero años más tarde la familia fundadora volvió a adquirirla. Desde entonces, consolidó su posición como una de las principales firmas del sector farmacéutico y científico del país.
El crecimiento fue acompañado por inversiones en infraestructura y sostenibilidad. En los últimos años, Merck amplió su centro logístico, incorporó tecnología de punta y desarrolló proyectos para reducir su consumo energético. La instalación de paneles solares en Spegazzini le permitió disminuir las emisiones de CO₂ y generar energía limpia para sus operaciones.
El compromiso ambiental se suma a una estrategia de innovación que incluye nuevas líneas de investigación en oncología, fertilidad y neurociencia. En el área de electrónica, la compañía trabaja con materiales avanzados para la industria de los semiconductores, un sector estratégico en el desarrollo tecnológico del país y del mundo.
Ciencia y compromiso social

En el encuentro se resaltó la colaboración con instituciones locales. Merck mantiene acuerdos con universidades y centros de investigación, y apoya proyectos del CONICET orientados al desarrollo de medicamentos y soluciones científicas con impacto social. También impulsa programas de capacitación y becas para jóvenes investigadores.
La empresa subrayó que la ciencia no se limita a los laboratorios. Su aporte se extiende a la educación, el arte y la inclusión social. En los últimos años desarrolló campañas de concientización sobre enfermedades poco frecuentes, programas para mejorar la calidad del agua en comunidades vulnerables y acciones solidarias junto a organizaciones sociales.

En el evento, se proyectó un video con testimonios de médicos, investigadores y pacientes que mostraron los resultados concretos de esos programas. En cada historia se evidenció la misma idea: la innovación solo tiene sentido si mejora la vida de las personas.
Merck Argentina emplea a más de 400 personas y exporta productos a distintos países de la región. En los últimos años destinó EUR 3,5 millones a modernizar su infraestructura y fortalecer su red logística. Desde sus laboratorios en Martínez y su centro en Spegazzini, la empresa abastece al mercado local y regional con medicamentos, reactivos, materiales electrónicos y equipamiento de alta precisión.

El aniversario fue una oportunidad para mirar hacia atrás y reafirmar un rumbo. En su paso por el Parque de la Innovación, los invitados pudieron recorrer un espacio donde la ciencia se traduce en experiencias tangibles. En cada instalación, en cada muestra, aparecía el mismo mensaje: la tecnología y la investigación son herramientas para transformar realidades.
Con 95 años de historia en Argentina y más de tres siglos de trayectoria en el mundo, Merck reafirma su lugar como referente de la ciencia aplicada y la innovación responsable. El desafío, según su dirección, es seguir acompañando al país con proyectos que unan conocimiento, sostenibilidad y desarrollo.






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