Ralf Rangnick, el DT de Austria, volvió a quedar en el centro de la escena. Por un lado, resurgió una frase que lanzó en 2016, cuando calificó a Lionel Messi y Cristiano Ronaldo como “demasiado viejos y demasiado caros” para el proyecto juvenil que lideraba en el RB Leipzig.
Por otro, el actual entrenador de Austria explicó recientemente por qué considera a Diego Maradona y Johan Cruyff figuras superiores en la historia del fútbol, al mismo tiempo que se prepara para enfrentar a la Argentina en el Mundial 2026. La paradoja es evidente: un técnico que rechazó a Messi por razones deportivas deberá ahora convivir con la posibilidad de cruzarlo otra vez en una Copa del Mundo.
Rangnick expuso su mirada sobre el fútbol con una mezcla de ironía, sinceridad y análisis táctico. Lo hizo al recordar su etapa en Leipzig y también en una entrevista con el Manchester United. Además, evaluó el grupo que le espera a Austria en 2026, donde aparece la Argentina como rival principal. Su discurso combina pasado provocador y presente respetuoso.
Una frase que lo persigue desde 2016
En 2016, Rangnick dirigía el proyecto deportivo del RB Leipzig, un club financiado por la empresa Red Bull que ascendió de manera meteórica desde la quinta división alemana. El equipo buscaba consolidar un modelo basado en jugadores jóvenes, formados en el sistema propio o reclutados antes de que su valor creciera. En ese contexto, el entrenador explicó por qué no consideraría a Messi o Cristiano, que tenían 29 y 31 años respectivamente.
En una charla con periodistas internacionales, lanzó una frase que todavía se recuerda. “Messi o Ronaldo? No gracias, demasiado viejos y demasiado caros”, dijo entre sonrisas. Lo planteó sin agresividad, como una lógica interna del club: Leipzig priorizaba futbolistas de 18 a 23 años y evitaba estrellas que rompieran la estructura salarial. Para él, esos nombres no encajaban en un modelo que exigía velocidad, presión intensa y margen de reventa.
El proyecto daba resultados. Leipzig sorprendía a la Bundesliga con una plantilla de 23 años de promedio. Ocho futbolistas que jugaron en la victoria contra Schalke 04 habían estado en la segunda división una temporada antes. Rangnick eliminó a los veteranos y apostó por jóvenes casi desconocidos, una decisión que fortaleció su perfil como arquitecto de equipos dinámicos.
La relación con el público era tensa. El club generaba rechazo entre sectores tradicionales del fútbol alemán, que criticaban su origen empresarial. Rangnick no ignoraba ese clima, pero mantuvo su plan. Explicó que algo parecido ocurrió cuando dirigió al Hoffenheim en 2008, otro proyecto joven que irrumpió sin pedir permiso. Su carrera siempre estuvo vinculada a modelos disruptivos.
La frase sobre Messi volvió cada tanto. No porque cuestionara su nivel, sino porque contrastaba con la evolución del argentino, que continuó en la élite e incluso ganó el Mundial 2022. Rangnick nunca negó ese comentario. Lo consideró parte de un contexto preciso, ligado al estilo que buscaba para Leipzig.
Maradona y Cruyff, los referentes que marcaron su forma de entender el juego
Años después, cuando llegó al Manchester United como entrenador interino, Rangnick ofreció una entrevista en la que habló de los nombres que influyeron en su visión. Allí ubicó a Diego Maradona entre los mejores de la historia. Lo señaló como un futbolista imposible de omitir en cualquier discusión seria sobre talento y trascendencia.
Junto a él mencionó a Johan Cruyff. Dijo que fue el primer número diez moderno, un jugador que reorganizó la estructura táctica del fútbol y que luego extendió esa influencia como entrenador en Barcelona y Ajax. Contó incluso que, a los 13 años, pidió usar el número 14 en su equipo juvenil, un gesto que mostraba su devoción.
También nombró a Cristiano Ronaldo, Lionel Messi y Robert Lewandowski como figuras de nivel extraordinario. Sin embargo, insistió en que Diego Maradona y Johan Cruyff ocupan un lugar central en su memoria. Para Rangnick, esos dos nombres representan ideas que cambiaron el fútbol.
En la charla también explicó por qué dejó de ser hincha. Dijo que, desde que se convirtió en técnico a los 25 años, ya no se permite apoyar a un club por pasión. “Sos hincha del lugar donde trabajás”, sostuvo. Esa distancia afectiva buscó transformarla en objetividad táctica.
El Mundial 2026 y una nueva mirada sobre Messi y la Argentina
En su etapa actual como entrenador de Austria, Rangnick volvió a hablar de Messi. Esta vez desde otra perspectiva. Al analizar el sorteo del Mundial 2026, reconoció la dificultad de enfrentar a una selección que llega como vigente campeona. Dijo que la Argentina es “el rival más difícil” que podía aparecer desde el bombo 1.
Ante una pregunta sobre Messi, fue elogioso. “Es uno de los mejores jugadores que vimos. Pensé que Qatar sería su último Mundial, pero con él nunca se sabe”, afirmó. El contraste con su frase de 2016 es inevitable. Aquella respuesta irónica sobre su edad quedó atrás. Hoy su discurso apunta al respeto y al reconocimiento del talento.
Rangnick también habló de Argelia, rival del grupo. Aseguró que conoce al entrenador y que su equipo no debe dispersarse. Austria regresa a un Mundial después de 28 años y el técnico intenta inculcar serenidad. Su mensaje es simple: competir sin complejos y sostener el espíritu colectivo.
El entrenador cerró su reflexión con una declaración firme. “Sabemos lo que significa enfrentar a la Argentina, pero vamos a competir”. Esa frase resume su postura actual: pragmática, respetuosa y enfocada en el desafío que viene.
El cruce entre sus declaraciones pasadas y presentes construye una figura compleja. El técnico que un día dijo que Messi era “demasiado viejo” ahora reconoce que podría enfrentarlo en otro Mundial. Y el hombre que elogió a Maradona y Cruyff deberá probar si su Austria está preparada para un torneo exigente. Rangnick, entre la ironía de ayer y la responsabilidad de hoy, vuelve a ocupar un lugar central en la conversación futbolera.
Hacé tu comentario